La designación de Alberto Núñez Feijóo como candidato para la investidura tras la decisión el rey Felipe VI, primero, y el anuncio de la fecha del debate para el 26 y el 27 de septiembre, después, ha dado el pistoletazo de salida definitivo en Génova para la siguiente carrera: recabar los apoyos necesarios para que esta sea fructífera. Para este examen cuentan con más de un mes de plazo pero los tiempos corren y cualquier esfuerzo es esencial. En este contexto, la cúpula del Partido Popular ya ha dejado entrever cuales van a ser sus movimientos de los próximos días para llegar a la barrera de los 176 síes que necesitan para la mayoría absoluta, pese a que no descartan la opción de recurrir a la simple, que pasan por acercarse también a Junts per Catalunya.

Así, dirigentes como Cuca Gamarra o Esteban Gónzalez Pons han aprovechado los micrófonos que le han ofrecido en distintas entrevistas durante la mañana de este miércoles, poco más de 12 horas después del anuncio de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y de consumar su alianza nacional sin aparentes exigencias con Vox, para lanzar sendos guiños a los nacionalistas catalanes. Y es que solo tienen dos opciones para no fracasar: o buscar un Tamayazo en el PSOE y el PNV o el apoyo de los de Carles Puigdemont. Los dos primeros partidos ya han manifestado su rechazo absoluto a sostener un ejecutivo que tenga como socio principal a la ultraderecha mientras a los últimos los enmarcan ahora "en el marco de la Constitución". La única línea roja sería EH Bildu.

Gamarra apela a la "realidad parlamentaria"

El Partido Popular ve factible la investidura de Feijóo, pero son conscientes de que para ello necesitan sentarse a negociar los cuatro síes que necesitan para llegar a la mayoría absoluta. Una tarea complicada a la luz de las alianzas que hasta ahora han cosechado, que solo deja de su lado a UPN, Coalición Canaria y Vox. El resto de formaciones ya han evidenciado su rechazo a sumarse a este plan, como el PNV o el PSOE, mientras otros han sido el centro de los embistes populares a lo largo de la legislatura. Y es que el techo del líder popular parece estar en los ya cerrados 172 síes por lo que la búsqueda de más apoyos se torna difícil. Pero no van a tirar la toalla, como tanto el presidente como sus dirigentes han evidenciado.

En este contexto, la secretaria general de la formación y número dos del líder, Cuca Gamarra, ha marcado como la única "línea roja" de las negociaciones a EH Bildu al tiempo que no ha puesto impedimentos a hablar con el resto de formaciones, entre las que se encuentra su potencial aliado Junts per Catalunya. Y es que, tal y como ha reconocido en sendas entrevistas en Antena 3 y Telecinco, son conscientes de los distintos escenarios que tienen sobre la mesa y de la difícil aritmética. "Hay una realidad parlamentaria y convocaremos a los grupos parlamentarios a esa ronda de contactos", ha sostenido Gamarra, pero ha insistido en apelar a que "la responsabilidad es de todos".

"La mayoría parlamentaria permite que se abran unos contactos para conformar una mayoría todavía mas amplia y que España empiece a andar con un gobierno que no dependa de independentismos, sino desde la política de Estado. Es perfectamente posible. Feijoo no solo asume el reto, sino que además está dispuesto a asumir esta responsabilidad para trabajar y lograr el respaldo", ha dicho confiando en el éxito de una ronda de consultas al estilo de la del monarca que ha confirmado va a comenzar el próximo lunes. Sin embargo, no ha cerrado la puerta a sentarse también con otros grupos que están dentro de la Constitución. "Con el resto de las formaciones políticas, iremos avanzando en esas conversaciones a partir de la próxima semana", ha sostenido.

preguntada especialmente por si con "el resto" quiere decir también con Junts, la que fuera candidata a presidir la Mesa del Congreso ha sostenido que su formación es "un partido serio" y ha percutido en que "hay una realidad parlamentaria". "Convocaremos a los grupos parlamentarios a la ronda de contactos dentro del marco parlamentario, que es el que es. Hay un partido como Bildu que para nosotros sí que es una línea roja", ha manifestado asegurando que también entra otro personaje muy criticado por su partido, como es ERC. "Convocaremos a las fuerzas y haremos el llamamiento al diálogo, que es lógico y es lo que toca. Toca ese tiempo de dialogo parlamentario con todas las fuerzas. Siempre se ha hecho así", ha insistido.

Pons dice que la legalidad de Junts "no está en duda"

Más clarificador ha sido Esteban González Pons, vicesecretario de Asuntos Institucionales del Partido Popular, que ha sostenido que la cúpula popular en este momento lo único que se plantea es hacer lo que "deben hacer" en consecuencia con el devenir democrático. "Hay que cumplir con el guión del procedimiento que la democracia tiene, porque la democracia son también formas. El PP ganó las elecciones y por eso tiene la primera invitación del rey para intentar una investidura. A partir de ahí el PP, con diálogo, va a intentar construir un gobierno alternativo al que hemos tenido en los últimos años. Aquellas fuerzas que estén dispuestas a participar, pues vamos a agradecerles su colaboración", ha sostenido. Eso sí, ha reconocido que un convenio "con Junts y Vox al mismo tiempo es imposible".

Preguntado por quienes van a ser sus fichas para negociar, Pons ha sostenido que "el Partido Popular se mueve en el marco de la Constitución". "Vamos a escuchar las pretensiones de todos y vamos a poner encima de la mesa nuestro programa, pero tenemos límites, límite constitucionales", ha dicho antes de sostener que van a hablar "con todos los grupos parlamentarios" excepto Bildu. "Junts es un grupo parlamentario que al igual que ERC, más allá de las acciones que cuatro personas, cinco, diez o las que fueran, llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda. Por lo tanto vamos a hablar con todos menos con aquellos que no han condenado el terrorismo", ha manifestado. Y es que un poco antes ha sostenido que la llave de la repetición electoral no depende de Feijóo o Sánchez sino que está en manos de Carles Puigdemont.