[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"24199","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-330781","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"645","height":"414","alt":"Alberto Ruiz-Gallard\u00f3n y Cristina Cifuentes."}}]] Alberto Ruiz-Gallardón y Cristina Cifuentes.



Es el último cotilleo en el Partido Popular. Alberto Ruiz-Gallardón dio este lunes plantón a Cristina Cifuentes, que le había citado en la Casa de Correos, sede de la Presidencia en la Puerta del Sol. Un plantón sin explicaciones.., pero con una explicación: su enfado por la apuesta de la nueva presidenta madrileña de cerrar el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid (CAM). Al menos es la versión más extendida entre 'los populares'.., aunque no la única como veremos.

Una barbaridad su cierre
Tanto Alberto Ruiz Gallardón como su antecesor, el peculiar socialista Joaquín Leguina, ambos miembros del Consejo, habían hecho públicas declaraciones en contra del compromiso de Cifuentes de cerrar el Consejo, donde además de diferentes personalidades como consejeros electos, encuentran acomodo como consejeros permanentes los expresidentes de la CAM que así lo desean (sólo Esperanza Aguirre ha renunciado al cargo.., al menos de momento) a cambio de un sueldo mensual, 8.500 euros brutos.

Leguina, en una reunión de Madrid Foro Empresarial, llegó a hablar de "barbaridad" la idea de cerrar el Consejo. Gallardón, algo más moderado, en el mismo acto defendió como "inteligente y positivo" el papel del organismo. Y ya advirtió que lo mismo se volvía a la carrera fiscal que se hacía empresario para completar los ingresos que dejaría de tener.

La reunión era a tres...
Cifuentes, ante el evidente enfado de sus antecesores, les convocó para darles sus razones sobre el asunto... Al acto no estaba invitado, por cierto, Ignacio González, que acaba de incorporarse al Consejo como expresidente, pero que no se ha pronunciado ni a favor ni en contra de la propuesta de su sucesora.

Leguina apareció a la cita... Pero Alberto Ruiz Gallardón dio plantón a Cifuentes, con la que últimamente mantenía una relación quizás menos cercana que cuando él era presidente y ella parlamentaria lustros atrás, pero cuando menos correcta (mucho mejor en cualquier caso de la que la presidenta mantiene con Aguirre y González).

Pero quedó a dos...
En el PP madrileño aseguran que la razón para el plante es que Gallardón considera la decisión de Cifuentes, al contrario de lo que dice ella, como personal y no impuesta por Ciudadanos, su 'socio' en la Asamblea de Madrid. Es cierto que en Ciudadanos no niegan que ellos lo que pidieron no fue la supresión del Consejo Consultivo, sino su despolitización.., o si se prefiere, la salida de los expresidentes, lo que Cifuentes ha aprovechado para moverse y buscar cerrar el propio Consejo, incluyendo un dictamen jurídico que ha pedido a la Abogacía del Estado.

En otro ala del PP madrileño, más cercana a la propia Cifuentes, desmienten esta versión, y aseguran que si bien es cierto que Gallardón no acudió a la llamada de la presidenta, hay que buscar la razón no tanto en su enfado como en el hecho (poco favorable para el socialista, por cierto) de que no quería ser incluido en el mismo paquete que Leguina, ya que necesitaría menos el dinero que dejaría de percibir y por tanto su enfado sería menor y se manifestaría de manera más discreta.