Tras posar durante una semana blandiendo un documento en la mano, Alberto Núñez Feijóo ha remitido a Moncloa, por fin, sus propuestas en materia energética. Agitó un dossier durante el debate en el Senado con motivo de la comparecencia de Pedro Sánchez e hizo lo propio en una entrevista en Antena 3 al día siguiente. Desde entonces, no ha profundizado mucho, pero ha deslizado a cuentagotas algunos de sus reclamos. No ha sido hasta este lunes cuando ha desgranado el contenido de aquel plan y lo ha enviado al presidente del Gobierno para su evaluación. Lo llamativo, más allá de que tardara siete días en enviarlo, es que ha propuesto topar el precio de las energías renovables y la nuclear cuando hace apenas un mes censuraba que se trataba de una decisión “populista” y un “timo” más propio de Gobiernos socialcomunistas.

En una entrevista en la Cadena COPE, el jefe de la oposición expuesto una de sus iniciativas estrella: “Llegar a un acuerdo para topar el precio de las energías renovable, nuclear e hidráulica, al menos durante el tiempo que dure la crisis”. Sin entrar a valorar lo absurdo que supondría topar otras energías que no fueran el gas ya que es la más cara y la que fija el precio del resto, conviene recordar los términos utilizados por Feijóo para referirse a la excepción ibérica.

Desde su implementación, Génova ha calificado de “timo” el tope del gas porque Francia también se estaría beneficiando. Incluso se aventuró a dar unas cifras que, aún a día de hoy, no ha explicado de dónde salen, cuál es su fuente: “Estamos financiando a nuestros vecinos franceses en más de mil millones de euros”.

“Sánchez ha optado claramente por parecerse a Pablo Iglesias fundador de Podemos. Podemizar el Gobierno, activar el mayor populismo en política económica y fiscal de Europa es sin ninguna duda un flaco favor al PSOE y al progresismo de nuestro país”, remachó en el mes de julio, mentando también la propuesta del Ejecutivo de gravar los beneficios extraordinarios de la banca y las grandes energéticas.

Esas gruesas y afiladas palabras forman ya parte del pasado. Este fin de semana, el dirigente gallego aprovechó una comparecencia desde Tarragona para anunciar que buscaría “un precio máximo para la energía hidroeléctrica, nuclear y para las renovables”. Así es como Feijóo ha completado el giro. Un volantazo de 180º con el que pasa de hablar de “timo ibérico” a apostar por topar energías.

Además de topar las renovables, Feijóo ha abundado en la necesidad de incentivar el ahorro energético de las familias y las empresas premiando con “descuentos directos”. En concreto, propone descontar entre un 7% y un 40% la factura a los clientes que rebajen su consumo entre un 5% y un 20%. También ha insistido en el impulso de las nuclear, esgrimiendo que España debe aprovechar todas sus capacidades. Sin embargo, cabe recordar que el cierre de las centrales nucleares está previsto para 2027, por lo que a día de hoy, siguen operando. Según datos del Ministerio de Transición Ecológicahay cinco centrales nucleares en funcionamiento situadas en cinco emplazamientos, dos de las cuales disponen de dos reactores cada una, por lo que en total hay siete reactores. En consecuencia, su principal reclamo hace aguas.

Asimismo, el plan recoge la necesidad de prolongar las rebajas del IVA del gas y la luz a todo el invierno, lo que el Gobierno ya valoró; crear un organismo semejante a la AIReF para encargar un estudio independiente sobre un modelo energético alternativo; y la apuesta por las renovables impulsando su desburocratización, entre otras.