Vítores a la llegada por parte de una decena de curiosos agolpados a la entrada del Congreso y aplausos de toda la bancada popular ya dentro del Hemiciclo. De esta forma ha comenzado Alberto Núñez Feijóo la que es la primera sesión de su investidura, que empieza ya fallida, asegurando ante las preguntas de la prensa en un patio a rebosar que tanto el debate como la votación "va a ir bien". Especialmente alegre y junto a la plana mayor de su formación -con barones incluidos- ha entrado a Palacio para dar su discurso. Más de una hora y media para explicar un extenso tomo de 40 folios divididos por clips y carpetas especialmente centrado en posicionarse en contra de la amnistía y reivindicar los seis pactos de Estado que lleva defendiendo desde la campaña electoral para los comicios generales del 23 de julio.

La amnistía, el centro de su discurso

"La amnistía o cualquier fórmula equivalente o análoga es un instrumento adecuado para superar el conflicto catalán. Igualmente, ese conflicto no se resolverá de manera definitiva si no contemplamos el derecho a decidir del pueblo de Cataluña, mediante un referéndum o cualquier fórmula equivalente o análoga. ¿Con esto bastaría no?, pues no, no voy a defender eso. Tengo principios, límites y palabra". Con estas frases revestidas de contundencia ha comenzado su intervención inicial de la semana en la Cámara. Toda una declaración de intenciones para evidenciar su postura mirando especialmente a su labor en la oposición pero también de cara a una repetición electoral en el caso de que se produzca. De hecho, la intención de Génova con esta investidura fallida es precisamente presentarse como principal opción en ambos casos.

No paso por ningún aro en contra del interés general para ser presidente

Y es que Feijóo se ha empeñado en recordar su victoria en las urnas y el mandato del rey Felipe VI para su candidatura a la presidencia con el objetivo principal de contraponer su supuesto rechazo al cargo -tal y como ya ha avanzado Cuca Gamarra este lunes en rueda de prensa desde Génova- con la presunta alianza del PSOE con los independentistas a cuenta de las conversaciones con las fuerzas para apuntar su futurible investidura. "No paso por ningún aro en contra del interés general para ser presidente del Gobierno", ha sostenido antes de rememorar la victoria en Andalucía, las municipales, las autonómicas, y las generales. "Sí, ganamos las elecciones de forma incontestable", ha dicho volviendo a afear a Pedro Sánchez que no le haya felicitado. Todo ante la presencia de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

"Gracias" a sus socios, embistes al resto

Así, a su juicio esta cita parlamentaria se debe a este primer motivo pero también a sus supuestos aliados, Vox, Coalición Canaria y UPN, a quienes ha agradecido más adelante en su intervención su apoyo. "Esta sesión trunca su relato. Dificulta el aterrizaje en la opinión pública del precio que se plantean para seguir en el poder. Nos retrata a todos, hoy y en el futuro. Retrata a quien llega a acuerdos sin renunciar a sus compromisos y a quien no lo hizo ni lo hará. A quien antepone el interés general y quien no lo hizo ni lo hará. A mí y a Sánchez", ha manifestado ante los aplausos de su bancada, especialmente activada. Una bancada que ha celebrado muchos puntos de su intervención, prepara casi a infinitas voces pero capitaneada por seis nombres propios de Génova y de la confianza del líder.

Tengo a mi alcance los votos pero no acepto pagar el precio

Pero Feijóo también ha tenido tiempo para evocar el consenso, apelando a las "opciones" que se abren con su proyecto lejos del yugo de los nacionalistas catalanes y vascos, así como al "abrazo de Fraga con Carrillo". "Hay quien reniega de la Transición, yo vengo a reivindicarla y defender su vigencia. Es lo mejor que hemos hecho, porque lo hicimos juntos", ha sostenido para después cuestionar la "honestidad" de Sánchez por sus conversaciones con Carles Puigdemont, dirigente de Junts per Catalunya. "Nos ha ofrecido lo mismo, la única diferencia está en la integridad de los dos candidatos que pueden responder. Tengo a mi alcance los votos para ser presidente pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo", ha sostenido, una frase que ha despertado las risas en otras bancadas.

Aunque ha intercalado ideología con medidas durante toda su intervención, -con menciones a ERC, EH Bildu y PNV mediante- el dirigente del PP ha comenzado en este punto a esgrimir algunas de sus líneas de actuación. Así, ha anunciado "dos decisiones" en contra de lo que dice "quiebra del principio de igualdad" o "rompe la separación de poderes", y es "incorporar en el Código Penal el delito de la deslealtad constitucional, como en la mayoría de países de nuestro entorno, y volver a implementar malversación de fondos públicos". "Pido su apoyo para un Ejecutivo del PP pero no pretendo gobernar en soledad. Mi planteamiento es apoyarme en un trabajo colectivo que se desarrolle en esta Cámara y también con la sociedad", ha manifestado.

Seis pactos de Estado y promesas

El candidato popular ha explicado con cierto tono apocalíptico los "problemas" que dice tiene nuestro país y los retos que dice "sí hay que afrontar" y para el que "solo cabe un camino a la vista del resultado electoral". Ha sido entonces cuando ha vuelto a tirar de documentos de campaña para solicitar la "confianza" a la Cámara para impulsar seis pactos de Estado, que radica en seis áreas: Institucional, por la Economía. por las Familias, por el Estado de Bienestar, el Pacto del Agua y un Pacto Territorial. También ha puesto el foco con especial hincapié a la pata económica con propuestas que ya ha esgrimido en los últimos meses, como "reducir el IRPF a las rentas bajas y medias" o "extender temporalmente" la rebaja del IVA de los alimentos a la carne, el pescado y las conservas.

No quiero controlar la Justicia. Yo no

Pero la justicia asimismo ha sido foco de actuación de Feijóo. "No comparto que se le llame fachas con toga a los jueces por aplicar una ley mal hecha. Menos aún que eso se haga desde el Gobierno de la Nación. No comparto señalamientos a magistrados. No entiendo que se impulsen leyes para anular por esa vía sentencias judiciales. No acepto que se nombren a ministros y altos cargos en el Tribunal Constitucional, que dejan en entredicho su autonomía. No respaldo haber cambiado la ley para impedir que se cubran las vacantes en el Supremo. Y, por descontado, no quiero controlar la Justicia. Yo no", ha dicho antes de anunciar la reforma del Consejo General del Poder Judicial que el partido que lidera lleva bloqueando desde hace más de cuatro años.

El empleo también ha sido un tema a tratar, que ha provocado una divertida reacción de desidia en la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Y es que Feijóo ha planteado una situación casi anárquica en la que nuestro país "lidera el paro" así como que tiene un "desempleo estructural". "Algo estamos haciendo mal como sociedad cuando, pese a registrar oficialmente más de 2,7 millones de desempleados en España, la economía acusa la falta de casi un millón de trabajadores. O cuando, pese a destinar 6.000 millones a Políticas Activas de Empleo, la ratio de colocación es 1 de cada 100, según la AIREF", ha manifestado, lo que ha sorprendido a la titular y lideresa de Sumar, sobre todo cuando el pasado mes de agosto España ha sumado casi medio millón de empleos en lo que va de año 2023.

Dardos a Vox

Son pocos los apoyos con los que cuenta el dirigente popular, y uno de los que tienen más peso para el ábaco de Génova es Vox, a quien se ha abrazado al tiempo que ha dedicado algunos dardos para diferenciarse de ellos. Dos de estos mensajes han sido menciones sobre la violencia machista y la necesidad de ampliar el Pacto contra la Violencia de Género, así como de la lucha contra el cambio climático. "Les avanzo igualmente que no voy a perder ni un segundo en discutir sobre el cambio climático, por muchos esfuerzos que haga cualquiera de ustedes. Me propongo afrontar este asunto con las evidencias que la ciencia nos aporta. Con los instrumentos que la tecnología ofrezca en cada momento", ha sostenido, lo que choca directamente con el planteamiento de la ultraderecha en ambos asuntos.

No vengo aquí como líder de ningún bloque

Más tarde, ya en un apartado dedicado a apelar directamente al resto de las fuerzas que en principio no van a darle su sí, Feijóo ha sostenido en interpelación con Sánchez que no es el dirigente de ningún bloque, todo pese a tener como uno de sus objetivos la reafirmación del centroderecha de la mano de los ultras. "Yo no vengo aquí como líder de ningún bloque. El único que hay es el suyo, en el que no tiene espacio para la mitad de los españoles", ha afirmado antes de sentenciar su prédica con una nueva defensa del acuerdo generalizado frente a "la decadencia política española". "Si todo lo reducimos al partidismo entonces poco queda del verdadero significado de la política. Desde luego, que nadie cuente conmigo para eso", ha dicho para finalizar: "Ofrezco ser un presidente de fiar para el pueblo y para esta Cámara. Yo sí", ha terminado.