Retener la mayoría absoluta es prioridad para el Partido Popular en Galicia. Todo lo que salga de ahí, supondrá dar alas a la izquierda gallega. Por ello, y ante algunas encuestas que sitúan a los conservadores en posiciones fronterizas con los 38 diputados que marcan la absoluta, Alberto Núñez Feijóo ha responsabilizado a Vox de este eventual escenario. A poco menos de un mes para los comicios en la autonomía, el jefe de la oposición y expresidente de la Xunta ha pasado a la ofensiva contra la ultraderecha, señalando que un voto para los de Abascal se destinará para que gobiernen los “socios de Bildu”, es decir, el BNG.

El líder del Partido Popular ha pasado por los micrófonos de EsRadio, desde donde ha afeado a Santiago Abascal que su objetivo sea enfrentarse de tú a tú con la fuerza conservadora en Galicia. Feijóo entiende que la papeleta de Vox amenazaría la hegemonía del PP en la autonomía, poniendo en jaque una mayoría absoluta que aseguraría otros cuatro años populares en la Xunta. En Génova, así lo ha expresado el propio Feijóo, entienden que la fragmentación del espectro ideológico de la derecha entregaría las llaves del gobierno regional a la izquierda. “Sería un error histórico”, ha advertido el jefe de la oposición, al tiempo que recordaba que en las pasadas generales también se instó a Vox a no presentarse en circunscripciones puntuales para maximizar las opciones del bloque de oposición.

Feijóo lanza su ofensiva contra Vox: "¿Puede perjudicar a una mayoría absoluta del PP en Galicia? En mi opinión, sí"

“¿Vox puede perjudicar una mayoría absoluta del PP en Galicia? En mi opinión, sí”, ha defendido el líder del Partido Popular. Feijóo ve factible que la presencia de Vox altere las cuentas para la gobernabilidad de la región. Considera que su formación podría perder la mayoría absoluta por un escaño, con arreglo a los datos del 23J, cuando la ultraderecha arañó los restos en tres provincias gallegas (Lugo, Ourense y Pontevedra). El presidente de los populares estima que la candidatura ultra podría traducirse en “una bajada tres escaños” y dejar a su formación en una “situación complicada”.

Un “voto a Bildu”

Que Vox se presente a los comicios del próximo 18 de enero es, por tanto, un “error” desde el prisma popular. Feijóo ha dado un paso más allá, deslizando que el “voto a Vox” es un sufragio que allanará el camino de los socios de Bildu a la Xunta. “Es un voto para que gobierne el independentismo en Galicia”, ha matizado. Enfrascado en una redefinición de su argumentario, que apuntalarán los conservadores este mismo fin de semana en la interparlamentaria de Pontevedra, el PP ha puesto en marcha la ofensiva contra sus socios, subrayando que carece de sentido la estrategia de los de Abascal: “Si quieres finalizar con el sanchismo o el independentismo no tiene sentido presentarse en una circunscripción donde sabes que tus votos pueden facilitar su entrada en el Gobierno”.

Si Vox sería el culpable de un resultado por debajo de las expectativas de Génova en Galicia, también lo es del severo correctivo que el bloque conservador se llevó el pasado 23 de julio. Feijóo ha profundizado sobre ello, a colación de las elecciones gallegas y enmarcado en su ofensiva contra la fuerza comandada por Abascal. “En las generales se lo planteé a Abascal y no tuve éxito. Y se dio lo que habíamos previsto, que el PP no consiguió siete escaños que hubiesen sido los de la mayoría absoluta”, ha reflexionado el jefe de la oposición, al tiempo que remarcaba el “error histórico” que supuso la cerrazón de Vox en ese momento.

 En una negociación hay que recibir, pero también ofrecer. En este sentido, Feijóo ha esclarecido que estaría dispuesto a ceder en esa conversación en otras autonomías donde Vox esté mejor equipado que en Galicia, como Cataluña. No obstante, ha matizado que no sería una concesión, porque no reclamará a la fuerza ultra que le dé un diputado. De hecho, ha justificado que lo que les reclama es que no le quiten un parlamentario al Partido Popular porque no los ha tenido en el pasado y tampoco cambiará la situación en estas elecciones.

“Yo no entiendo muy bien algunas cosas que están haciendo los señores de Vox”, ha continuado el jefe de la oposición, quien agregaba que el partido ha manifestado públicamente su ruptura de relaciones con los conservadores. “Desde luego, yo seguiré trabajando y creo que el primer problema que tiene España es Pedro Sánchez y sus socios. No perderé un minuto en esto”, ha remachado el expresidente de la Xunta de Galicia, al tiempo que afeaba la actitud de los ultras en el debate sobre la modificación del artículo 49 de la Constitución.