La número tres de Ciudadanos ha presentado su dimisión como diputada en la Asamblea de Madrid. Lo ha hecho en una comparecencia realizada en la Cámara regional, después de la sesión en la que se ha aprobado la Ley de Identidad de Género. Precisamente esa ha sido la excusa de Borox para alargar su situación, ya que ha alegado que ha "trabajado mucho" en dicho texto legal y que era una norma que "los colectivos se merecían".

Su comparecencia, en la que no ha admitido preguntas, ha durado menos de un minuto. Lo justo para desmentir "las acusaciones" que habría vertido sobre ella David Marjaliza, el cerebro, junto a Francisco Granados, de la trama Púnica. La dirigente de Ciudadanos ha asegurado que dimitía para "no interferir ni perjudicar al partido pese a no estar investigada" y ha señalado que los delitos de los que se hablan son "anteriores" a su entrada en la formación naranja.

Borox se ha limitado a leer un texto en el que ha hablado de "persecución mediática innecesaria", en relación a las revelaciones de La Sexta, que ha publicado las fotografías de sus viajes privados con Marjaliza y que les llevaron juntos a pasar vacaciones en Zahara de los Atunes, a casas rurales en Cáceres e incluso al Parque de Atracciones de Madrid, con las familias de ambos. Todo después de que asegurara a la misma cadena que sólo conocía a Marjaliza de vista y al mismo nivel que a cualquier vecino de Valdemoro, donde fue concejala del PSOE. Sin embargo, el presunto cerebro de la trama ha señalado que dichos viajes y otros regalos eran comisiones a cambio de la construcción de un colegio público en la localidad, donde era edil socialista hasta que se la expulsó de la formación por las sospechas de corrupción.