Este sábado ElPlural.com publicaba la estrategia de la extrema derecha para aprovechar la crisis del coronavirus y aumentar la propagación de bulos en las redes sociales, en concreto, en WhatsApp, el servicio de mensajería líder del mundo que cuenta con más de 2.000 millones de usuarios. Una acción llevada a cabo por los ultras con el único objetivo de difundir falsas noticias (bautizadas en los últimos tiempos como fake news) en contra del Gobierno y culpa al Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez de todas las muertes que se están produciendo diariamente en nuestro país a causa de la epidemia de la Covid-19.

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En dicho artículo señalábamos que para frenar este fenómeno, WhatsApp ya se encontraba ultimando una actualización de su aplicación que traería consigo un límite para reenviar los mensajes a un solo destinatario –actualmente el tope se encuentra en cinco-. Una ofensiva que supondría un auténtico mazazo para la extrema derecha, que actualmente encuentras en las redes sociales en general, y en WhatsApp en particular, un método muy eficaz para penetrar en la sociedad, intoxicarlo y difundir bulos a diestro y siniestro entre sus simpatizantes, especialmente entra la población más mayor.

Por ello, no es de extrañar que Vox ya esté moviendo ficha para poder sobreponerse a esta situación y seguir con la propagación de bulos. En este sentido, la formación ultraderechista que presidente Santiago Abascal no ha titubeado a la hora de tildar esta actualización de “censura”. “¡No le gustas a WhatsApp! Por eso te animamos a descargarte la aplicación de Telegram, donde encontrarás todo tipo de canales que defienden a España sin censura”, escribían este mismo sábado desde la cuenta oficial de Twitter del partido. “En Telegram podrás reenviar los mensajes a tus amigos al igual que lo hacías en WhatsApp antes de que aplicaran la censura”, añadían.

“En vista de que el gobierno socialcomunista y sus marlaskas y Ferreras toman comunicaciones y redes y hacen de Facebook y WhatsApp su cortijo y checa, hay que mudarse. Adiós a WhatsApp. De momento a “Signal” y “Telegram” a ver si nos acogen con eficacia y comodidad. Y libertad”, escribía por su parte el polémico europarlamentario de Vox Hermann Tertsch.

Por otra parte, si el lema de Vox en Twitter era el de “no le gustas a WhatsApp”, en Telegram pasan directamente a la primera persona: “No le gustamos a WhatsApp”. Asimismo, en esta red social la formación ultraderechista ahonda aún más en sus críticas y señala que el objetivo real de esta actualización no es otra que “entorpecer la capacidad que tenemos los españoles de difundir libremente a nuestros amigos y familiares los mensajes, imágenes, audios y vídeos con contenido político y crítico al Gobierno”.

“Han puesto la excusa de los bulos”, continua denunciando Vox en Telegram, donde la formación ultra acumula en el momento en el que se está redactando esta noticia cerca de 25.000 suscriptores (hace 24 horas este número no llegaba ni a 14.000), “para coartar la libertad de los españoles, cuando todos sabemos que quien nos miente es el Gobierno y sus televisiones subvencionadas”. “Esto nos indica que vamos por el buen camino, nos ven como una amenaza y por eso han reaccionado con la censura”, sentencian.

Una red social de infausto recuerdo para PSOE y Unidas Podemos

Por último, hay que señalar que pese a que sea menos conocida que otras redes sociales como Twitter, Facebook o el propio WhatsApp, Telegram lleva ya varios años operando a nivel mundial. En concreto, su lanzamiento oficial fue el 14 de agosto de 2013 y empezó a ganar usuarios presentándose como un “servicio independiente” y “libre de publicidad”, aprovechando la compra de WhatsApp por parte de Facebook.

Actualmente se estima que tiene más de 200 millones de usuarios y todos los partidos políticos con representación parlamentaria están presentes en esta red social, con distintos perfiles que sirven tanto para comunicarse con sus votantes y afiliados, como para hacer lo propio con los periodistas. De hecho, Telegram saltó a la primera plana de los medios de comunicación hace poco tiempo, después de que las negociaciones para la investidura fallida de Pedro Sánchez [la segunda] se truncaran debido a que el PSOE intentó comunicarse a última hora con Unidas Podemos a través de WhatsApp, mientras que la formación morada estaba pendiente de Telegram.