Vox finalizó 2019 con un beneficio neto de 5,2 millones de euros, cinco veces más que el año anterior. Sus ingresos se dividen entre las cuotas de los afiliados, donaciones privadas y las cuantiosas subvenciones públicas recibidas por las sucesivas citas electorales celebradas en 2019.

El tesorero del partido, Pablo Sáez, ha presumido este mismo sábado ante la Asamblea General ordinaria de Vox de ser "un partido muy solvente". Así lo ha celebrado ante los afiliados reunidos en el Palacio de Vistalegre,donde también ha recordado la "decisión valiente" que fue "crear Vox, fundar Vox y seguir trabajando por Vox para llegar donde hemos llegado". Y ha añadido: "Esperamos llegar aún muchísimo más lejos".

En concreto, Vox tuvo en 2019 unos ingresos de 10,7 millones de euros. De ellos, 6,5 millones fueron de origen privado: 4,6 millones de cuotas y aportaciones de los afiliados y casi 2 millones de donaciones y otros ingresos. El crecimiento de las cuotas fue exponencial en 2019, ya que la formación pasó de casi 24.000 militantes a superar los 52.400 en tan solo doce meses. Eso hizo que esta partida ascendiera de los 818.000 euros de 2018 a los  3,9 millones de 2019.

Las donaciones también registraron un importante aumento, pasando de los 460.000 euros a 1,5 millones. El tesorero ha garantizado que Vox da cuenta a la Hacienda Pública de la totalidad de sus donaciones y devuelve aquellas anónimas o que proceden de personas jurídicas, no permitidas por la legislación.

En cuanto a los ingresos de origen público, su importe ascendió a los 9,9 millones, aunque aún tiene pendiente de cobrar 5,7 millones. En concreto 5,7 millones son ingresos electorales por los comicios en 2019 a Cortes Generales (el 28 de abril y el 10 de noviembre), al Parlamento Europeo, a los parlamentos autonómicos y los ayuntamientos; y otros 4,1 millones subvenciones por funcionamiento o seguridad.

En contra de su programa

Un importe, este último, del que Vox hizo bandera cuando era un partido sin representación parlamentaria. De esta manera, en su programa para las elecciones generales de 2016, la formación ultraderechista prometío,  en el punto 347, la “supresión, sin excepción alguna y con carácter inmediato, de las subvenciones públicas a Partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales”. Y, tras el acto de Vistalegre que le lanzó a la fama, en octubre, presentó una especie de programa bajo el título de “100 medidas urgentes” de cara a las citas electorales de 2019, la exigencia de “anular las subvenciones a los partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales”, subía hasta la quinta posición.

Sin embargo, tras su entrada en el parlamento andaluz después de los comicios autonómicos de esta región del 2 de diciembre de 2018, los de Abascal moldearon su discurso y señalaron que iban a aceptar esas subvenciones porque no podían “seguir siendo David contra Goliat”, entre otras justificaciones.

5,3 millones de gastos

Por otro lado,  los gastos ordinarios de Vox fueron de 5,3 millones de euros. Pablo Sáez ha destacado que estos se pueden financiar únicamente teniendo en cuenta las cuotas de los afiliados. "No hay otro partido que pueda decir esto", ha asegurado celebrando haber logrado encontrar "la piedra filosofal" que hace gastar menos de lo que se gana. "No dependemos de la financiación ajena", ha insistido.

Las cuentas de Vox de 2019 reflejan su crecimiento exponencial en solo cinco años de vida. Los ejercicios de 2014 y 2015 los cerraron con pérdidas de 50.000 y 60.000 euros y ya en 2016 empezó a tener beneficios, aunque solo de 60.000 euros ese año y de 82.000 en 2017. Fue en 2018 cuando dio el gran salto, ganando más de un millón de euros y su éxito electoral de 2019 le ha permitido multiplicar esa cifra. Estos datos auguran un "futuro muy prometedor" para el partido, ha vaticinado su tesorero.