Los responsables de Organización de UPyD, Juan Luis Fabo (i) y de Acción Institucional, Ramón Marcos Allo (d), durante la rueda de prensa ofrecida tras la reunión de la dirección que fija las condiciones y términos del Congreso de la formación del próximo 11 de julio. EFE



UPyD no gana para disgustos, especialmente tras los pésimos resultados electorales que cosecharon el 24M y cuando prácticamente desapareció del panorama político en España. Su último escándalo interno pero que ha saltado a los medios ha sido la revelación de que la dirección decidió espiar los correos de sus dirigentes díscolos y que abogaban por una confluencia con Ciudadanos.

Los correos, a los que posteriormente tuvieron acceso diversos medios de comunicación, revelan cómo se fue gestando una “Plataforma Encuentro” entre diversos dirigentes descontentos con la postura de la dirección de cara a las elecciones autonómicas y municipales. Entre estos miembros de UPyD se encuentran la diputada Irene Lozano y el ex portavoz de Asturias, Ignacio Prendes, que posteriormente se pasó a Ciudadanos.

Respuesta de la dirección
Desde la propia dirección de UPyD han reconocido en rueda de prensa y mediante un comunicado que se llevó a cabo una investigación de los correos electrónicos de Ignacio Prendes. Juan Luis Fabo insistió, responsable de Acción Institucional de UPyD, en sus declaraciones defendió que el rastreo de estos correos fue “absolutamente legal” y sostuvo que Irene Lozano y el resto de dirigentes que se intercambiaron correos constituyeron “una trama organizada para perjudicar a UPyD que estaba trabajando para otro partido”.

Reacción de Lozano
Ante estas revelaciones, Lozano ha pedido directamente la suspensión de la líder magenta Rosa Díez por unos hechos "gravísimos" y que constituyen “una vulneración de derechos fundamentales que consideramos muy grave”. Además, en su denuncia ante la Comisión de Garantías del Partido, Irene Lozano pide que se acabe el “acoso” contra la candidatura alternativa que dirige de cara al próximo congreso de UPyD.

Según la misma denuncia, la revelación de las conversaciones entre los dirigentes contrarios a la dirección se ha hecho incluyendo “comentarios denigratorios” hacia ellos y tachando palabras “clave” como “hay que salvar UPyD”.

Irene Lozano expresó este lunes en declaraciones a Al Rojo Vivo, que esperaba que se pudiese “resolver el conflicto dentro de nuestro partido” para no perjudicarlo más de cara a la renovación que se espera llegue con la nueva directiva tras el congreso fechado para el próximo 11 de julio.

Con este objetivo de no armar más revuelo, Lozano y su equipo han decidido presentar sus reclamaciones ante la Comisión de Garantías del Partido y no tomar, de momento, acciones legales.