Estado en el que ha quedado el tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol tras descarrilar, cuando ya estaba muy cerca de Santiago de Compostela. EFE



En medio de la inmensa tragedia que ha sido el accidente de Santiago lo ocurrido a Marisol Echeverría es un halo de luz. Ingresó en el hospital como una de las víctimas en estado crítico y su buena evolución hizo que fuera trasladada a planta, pero con la noticia añadida de que está embarazada. Además, tuvo la suerte de que su hijo, de siete años de edad, también sobrevivió al descarrilamiento del tren.

Vio al maquinista pedir perdón tras el accidente
En declaraciones a EFE desde su habitación en el Hospital de Santiago, Marisol contó que tras el accidente estuvo cerca del maquinista, Francisco José Garzón, que, según recuerda, estaba completamente ensangrentado y repetía una y otra vez: “perdón, perdón, perdón…”.

Abrazó a su hijo para protegerle
Es uno de los recuerdos de Marisol de los minutos antes de que ocurriera el accidente, junto con el del abrazo con el que intentó proteger a su hijo pequeño antes de que se desmayase por el impacto.

Voló hasta otro asiento
Según dijo en declaraciones a El País, al principio pensó que el tren estaba cambiando de vías para entrar en Santiago, pero el impacto la hizo volar hasta otro asiento, el cristal de la ventanilla a su lado se rompió y los equipajes de los compartimentos superiores empezaron a caerle encima.

A un kilómetro de su casa, donde estaba su marido
Estaba a un kilómetro de su casa, donde se encontraba su marido, que desconocía que Marisol y su hijo iban en aquel tren, porque ella había decidido adelantar su viaje para darle una sorpresa.

"En milésimas de segundo"
Todo ocurrió en “milésimas de segundo”, afirma Marisol, a la que alguien ayudó a salir del tren y la acompañó hasta una ambulancia. Llevaba el bolso colgado del hombro. De ese momento es el recuerdo que tiene de haber visto a un hombre ensangrentado, vagando entre las vías y repitiendo: “Soy el maquinista, perdonadme…”.