El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles el preacuerdo alcanzado por Esquerra Republicana (ERC) y el PSC para investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat, a cambio de una ganancia de autonomía fiscal, y ha respondido a las críticas emanadas en el seno de los propios socialistas, capitaneadas por el presidente de Castilla – La Mancha, Emiliano García-Page. “La noticia sería que convocara una rueda de prensa para apoyar al Gobierno de España”, ha respondido entre risas el jefe del Ejecutivo.
Minutos antes de pronunciar estas palabras durante su comparecencia para hacer balance del curso político, el castellanomanchego había hecho lo propio durante una declaración institucional convocada de urgencia. “Hasta aquí”, ha advertido Page, que ha acusado a la dirección socialista de “dejar de lado su propio programa, código ideológico y convicciones” al comprar el discurso “egoísta” de los independentistas y damnificar al resto de territorios. “No podemos ser los que paguemos otra investidura”, ha señalado, haciendo alusión a las concesiones que ya se otorgaron a los nacionalistas tras el 23J.
El barón socialista, único con mayoría absoluta en toda España, ha cargado contra Sánchez y sus “cambios de opinión” y se ha apresurado en defenderse antes de que llegasen las críticas esperadas tras su declaración. “Seguro que algunos de mucho poder dirán que soy el de siempre”, ha introducido. “Creen que me insultan, pero me alegra ser el de siempre y no voy a pedir perdón por no tener habilidad ninguna para estar cambiando continuamente de opinión y esforzarme para mantener lo que he comprometido con la ciudadanía”.
El líder autonómico ha dedicado gran parte de su declaración a presentar argumentos con los que desmontar el consenso alcanzado y responsabilizar al PSOE de sus efectos “negativos” para el resto de los territorios, al considerar que no se puede reprochar a ERC su “insolidaridad” porque “buscan la independencia antes que la igualdad entre las personas”. Sin embargo, el presidente del Gobierno no ha querido dedicar a Page más de una frase y se ha limitado a ensalzar el acuerdo conseguido y defender su legitimidad.
“La Comisión Ejecutiva Federal aprobó ayer por unanimidad el preacuerdo entre el PSC y ERC”, ha recordado, buscando acallar a los críticos. No opina lo mismo el barón castellanomanchego, que se ha mostrado convencido de que, finalmente, el PSOE no dará luz verde al texto. Y aunque así fuera, ha asegurado que “no tiene posibilidad ninguna de prosperar en el Congreso, no va a salir adelante. Que no se engañe nadie, ni siquiera lo que lo tienen que avalar, sería una patada al puzle constitucional”.
Sánchez, por su parte, no ha sacado la calculadora parlamentaria, pero si ha asegurado que “es un magnífico preacuerdo para España y Cataluña. Todos los socialistas quieren a Illa como president de la Generalitat y, por tanto, yo estoy muy contento”, ha valorado. Asimismo, ha defendido a los otros firmantes. “Reclamo el respecto y el reconocimiento a ERC que, gracias a la negociación y el acuerdo, ha logrado importantes avances para reforzar el autogobierno de Cataluña y, gracias a ello también, vamos a lograr un tiempo nuevo, si así lo deciden sus bases el viernes”.
Defensa de la ley de Amnistía
El secretario general de los socialistas también ha aprovechado su comparecencia para defender la ya aprobada ley de Amnistía y desanimar a los críticos que acudirán a los Tribunales para tumbar la decisión del Congreso de los Diputados. "Aquellas comunidades autónomas que van a recurrir ante el Tribunal Constitucional la Ley de Amnistía, en mi opinión van a perder ese recurso", ha traslado el jefe del Ejecutivo, lanzando así otro dardo a Page, quien el martes anunció que su comunidad se sumaría a las del PP.