Toque de corneta en Ferraz. Emisarios de todas las sucursales socialistas territoriales se han desplazado al cuartel general del PSOE en Madrid para la puesta a punto de la maquinaria electoral de cara al 28 de mayo. Los barones, a excepción de Javier Lambán (Aragón), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha); por motivos personales y Francina Armengol (Baleares) y Ximo Puig (Valencia) por cuestiones de agenda, han desfilado por los aledaños de la céntrica sede para el Comité Ejecutivo Federal de este sábado, donde Pedro Sánchez ha abierto el cónclave que otorgará su bendición a las listas finales, amén de exhibir músculo, unidad y la movilización de toda la estructura del partido para la doble cita autonómica y municipal. Todos a una y con optimismo. Ese es el mensaje que han trasladado los protagonistas en esta llamada a filas: “Vamos a ganar las elecciones para gobernar para la gente”.  

El PSOE afronta este sprint previo a la campaña electoral con ilusión. Mientras en Génova va menguando la euforia inicial, en Ferraz el optimismo crece. Creen que el modelo de gestión no solo del Gobierno central, sino de sus autonomías, prevalecerá frente al estruendo de la derecha y de la ultraderecha. “El ruido de Madrid”, como ha apuntado el barón asturiano, Adrián Barbón, a su llegada al cónclave federal. El presidente del Principado, al igual que otros de sus compañeros, han rechazado la idea de que estas elecciones sean “una primera vuelta” de las generales, como se defiende en el flanco derecho del espectro ideológico.

Gestión vs ruido

De un tiempo a esta parte, el Gobierno ha edificado su discurso de confrontación al exceso de decibelios -principalmente de la derecha y ultraderecha; no ha mencionado a sus socios de coalición- remarcando los puntos fuertes de la acción política durante estos tres años de legislatura. Un argumentario que se ha diseminado por todos los estratos del PSOE y que, a juzgar por lo escenificado en el Comité Ejecutivo Federal de este sábado, será el mensaje dominante de los socialistas durante toda la carrera electoral.

Sánchez: “Vamos a ganar las elecciones para gobernar para la gente”

Sobre esta órbita ha pivotado el jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención en el cónclave matutino de este sábado. Un comité que no sólo cobra importancia a instancias orgánicas, sino que resulta vital “para el conjunto de la ciudadanía española”. El presidente del Gobierno ha remarcado que todas las candidaturas tienen en el epicentro de su programa a las clases medias y bajas. “Gobernar para la mayoría”, resumía en los últimos coletazos de su discurso, como contraprestación al modelo del Partido Popular, orientado a los intereses de los más pudientes.

Así, ha retomado la sincronía entre PP y patronal -iniciado en Lanzarote el pasado jueves- en materia de pensiones. En la Cumbre hispano-portuguesa de esta pasada semana, afeó a la CEOE y al principal partido de la oposición su rechazo a la reforma planteada por el ministro José Luis Escrivá, que, a la postre, cuenta con el beneplácito de los sindicatos. Por ello, ha emplazado a los populares a hablar claro y que expliquen el por qué de su afrenta contra una medida gestionada desde la “paz social”. No obstante, no es una sorpresa para el secretario general del PSOE, pues “vuelve a quedarse solo” en una cuestión de Estado, como ya ocurriera en 2013, aunque con “más fanfarria y agresividad con los que sufren”. Sánchez cree que la derecha está arrinconada, en demanda continua de elecciones generales anticipadas porque el Gobierno de coalición “no se inclina ante los poderosos”, lo cual, a su juicio, denota “impaciencia” y “desesperación”.

En términos generales, Sánchez ha reivindicado que su Gobierno ha sido capaz de sacar adelante su “agenda social progresista”, incluso en una legislatura marcada primero por la pandemia del coronavirus y, en su recta final, por la guerra de Ucrania. “La mayor crisis humanitaria que ha sufrido Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, ha puntualizado el presidente del Gobierno, quien se ha mostrado ambicioso ante los retos que aún quedan por delante. El “deber” de los socialistas pasa por “consolidar aún” esos avances a la par que dar respuesta a los “desafíos” que tiene España por delante, compartidos con los Veintisiete estados miembros de la Unión Europea. “Si con todo lo que hemos tenido que luchar hemos sido capaces de hacer tantas cosas, imaginad todo lo que podremos hacer cuando el viento sople a favor”, ha rematado.

Una moción estimulante

No podía faltar una mención a la moción de censura que se celebrará durante el martes y miércoles de esta próxima semana. El sentir generalizado en Ferraz es que la figura del presidente del Gobierno saldrá revitalizada tras el debate con Ramón Tamames, candidato de Vox. Voces de la Ejecutiva Federal percuten sobre la idea de que Sánchez se centrará en responder “con respeto máximo” al otrora miembro del Partido Comunista de España (PCE) y docente. Todo ello, a pesar de que atribuyen a la ultraderecha un uso espurio de las instituciones y, por consiguiente, de esta herramienta constitucional en cuestión.

Aún no hay pistas sobre la estrategia del Gobierno para la moción de censura. Al menos en público, si bien en privado algunas voces de Moncloa apuntan a que no sólo Sánchez tomará partido en el debate de la moción. Rechazan de facto la propuesta de Unidas Podemos de que intervengan solo mujeres para exponer y denunciar el “machismo” de la ultraderecha, pero sí le concederán su parte de protagonismo a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Aromas que evocan a la fórmula que ya siguieron en el primer envite de Vox en 2020, cuando Pablo Iglesias, por entonces número tres en la estructura del Ejecutivo, participó.

Sánchez: Si con todo lo que ha pasado hemos sido capaces de tanto, imaginad todo lo que podremos hacer cuando el viento sople a favor”

Lo que sí queda claro es que en el PSOE se sienten victoriosos incluso antes de que el espectáculo arranque el martes. Diversos barones, a preguntas de los periodistas, se han mojado sobre este asunto y creen que la moción de censura no solo beneficiará a Pedro Sánchez, sino que también lo afianzará. El jefe del Ejecutivo tendrá la oportunidad de confrontar con la ultraderecha y el Partido Popular, exponiendo su modelo de gestión para el pueblo frente al exceso de decibelios del argumentario conservador.

En este sentido se han pronunciado dirigentes autonómicos socialistas como Salvador Illa (PSC) o Luis Tudanca (Castilla y León). El ex ministro de Sanidad ha defendido que tanto el PSOE como el Gobierno “saldrán reforzados” de la moción de Vox. En declaraciones a los medios de comunicación a su llegada a Ferraz, el líder de la oposición en el Parlament de Catalunya considera que es una buena oportunidad para contrastar los dos modelos de acción política y evidenciar que el “ruido no solo no resuelve nada” sino que genera más problemas. Sobre este mismo argumentario ha pivotado el secretario general de los socialistas en Castilla y León, quién ha añadido que Feijóo “saldrá debilitado”. No obstante, no considera una “buena noticia” lo que está llevando a cabo Vox con la connivencia del Partido Popular, que ni siquiera se “atreverá” a votar en contra por “miedo” a que sus socios se enfaden.

Ya en el corazón de la sede socialista, Sánchez ha rematado las bolas que le han servido previamente sus barones. El jefe del Ejecutivo ha cargado las tintas contra un Feijóo condicionado por sus futuras alianzas con la ultraderecha y que no se atreve a escenificar la misma contundencia que mostró el PP de Pablo Casado en la moción de censura de 2020. De hecho, esta será una de las armas discursivas del presidente para su intervención, además de jugar a una suerte de qué pasaría si hubiese salido adelante aquel intento de Vox. “No se hubiera aprobado la reforma laboral ni aumentado las partidas de becas ni, por supuesto, los impuestos extraordinarios a entidades financieras”, ha expuesto. De este modo, engarza su réplica a la derecha y la extrema derecha con la gestión, dado que esta oposición evidencia su “nerviosismo” al demandar permanente “elecciones anticipadas”. “Quieren seguir dando la misma respuesta neoliberal a la que acostumbran”, ha rematado un Sánchez arropado por toda la plana mayor del PSOE y del Gobierno.