El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el próximo 13 de marzo llamará a todos los grupos parlamentarios, excepto Vox, para intercambiar opiniones sobre la guerra de Ucrania, así como los desafíos a los que se enfrenta Europa, y explicarles la posición del Gobierno. Un anuncio que se ha producido desde Bruselas, donde el líder del Ejecutivo se encuentra para formar parte de la cumbre extraordinaria de líderes europeos que empieza este jueves en la capital comunitaria.

De esta forma, Sánchez ha formalizado que mantendrá una conversación con Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP y líder de la oposición, quien en las últimas semanas venía reclamando una interlocución directa con el presidente del Gobierno para conocer la postura española respecto a la guerra de Ucrania y la amenaza de Donald Trump tras su llegada a la Casa Blanca. Una preocupación creciente, a ojos tanto del presidente como de su homólogo popular, a tenor de las voluntades del magnate neoyorquino de acabar con su colaboración armamentística con Ucrania y descabalgar de las negociaciones de paz a Europa.

"La actualidad, la información que empezamos a tener ya y la conformación de criterio en cuanto a qué cosas podemos empezar a hacer entre todos los europeos, amerita que la próxima semana pueda llamar a todos los líderes de los grupos parlamentarios", ha explicado Sánchez, quien ha advertido que su voluntad es a través de esta primera toma de contacto conformar una agenda de reuniones presenciales con todos los líderes de los grupos parlamentarios salvo Santiago Abascal. "Vox no va a estar en la ecuación porque ya tenemos muy claro cuál es su visión", ha apostillado.

Además, y a fin de cumplir con las exigencias de transparencia reclamadas por la oposición, el presidente del Gobierno ha confirmado que comparecerá por petición propia en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de los acuerdos alcanzados en este Consejo Europeo extraordinario y el ordinario que tendrá lugar dentro de dos semanas en Bruselas.

Negociaciones de paz

El multilateralismo en las negociaciones de paz se ha visto comprometido por el debilitamiento de la voz europea impuesta por Donald Trump, quien, desde que consumó su vuelta al Despacho Oval, optó por la bilateralidad del teléfono rojo para agilizar el fin de una guerra que arrancó hace tres años el pasado 24 de febrero. 

Menos optimista se ha mostrado el presidente del Gobierno sobre una posible resolución del conflicto. "Creemos que cuando ahora mismo se está produciendo la guerra, cuando no sabemos exactamente cuál va a ser la participación de Estados Unidos y sobre todo en qué contexto se va a producir ese alto el fuego y esa potencial paz justa y duradera, me parece absolutamente prematuro el que podamos especular sobre estas cuestiones", ha indicado.

No obstante, y pese a reconocer el pulso de Trump a la posición de los Veintisiete, el líder del Ejecutivo ha reclamado que Europa no se subestime a sí misma, ya que ha sido capaz de demostrarse en las últimas fechas que de forma coordinada es capaz de superar retos tan heterogéneos como la pandemia o la crisis inflacionaria. "Y este también lo vamos a superar, estoy convencido de ello, con una mayor fortaleza de la Unión Europea en aspectos donde probablemente antes hemos delegado esas responsabilidades, como la seguridad y la defensa", ha sentenciado.

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