El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy (c), junto a la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al inicio de la reunión que preside hoy en la sede nacional del partido para explicar la reforma fiscal aprobada ayer por el Consejo de Ministros. EFE



El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha citado a los suyos en la sede central del PP, en la madrileña calle Génova, este sábado. La cita ha tenido como objetivo la reforma fiscal, aprobada este viernes en el Consejo de Ministros. El líder popular ha pedido apoyo para defender lo que vende como la panacea para las clases medias y los autónomos, con la mirada puesta sobre las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2015.

Rebate la advertencia de los técnicos de Hacienda
Después de que los técnicos de Hacienda advirtieran de que las medidas beneficiarán más a las clases altas, Rajoy se ha esforzado por defender las ventajas de su reforma, de la que ha destacado la rebaja del IRPF, que, según ha dicho, beneficiará a las rentas más bajas, "impulsará la creación de empleo” y “dinamizará el crecimiento económico”.

El discuso "del partido de los trabajadores"
"El IRPF se le baja a todos los españoles, a 21 millones de contribuyentes y mucho más a los que menos ganan", afirmó Rajoy, en clave electoral. "La reforma incorpora beneficios sociales como nunca para madres trabajadoras, familias con hijos y ascendientes con discapacidad, familias numerosas", insistió el líder popular con un discurso similar a aquel de 2011 en el que defendía el PP defendía ser “el partido de los trabajadores”.

Más promesas
Rajoy anunció una rebaja en las retenciones a los autónomos que será aprobada de forma "inmediata", y prometió que no se subirá el IVA y no sé modificará el régimen fiscal de la segunda vivienda.

"Vamos a hacer lo que siempre hemos querido y no hemos podido: bajar los impuestos", ha afirmado el presidente popular, que incumplió su compromiso electoral de bajar los impuestos una vez que llegó al Gobierno.