Cuando se cumplen siete años del 1 de octubre en Cataluña, cuando se celebró el referéndum ilegal de independencia, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, lo ha celebrado a través de las redes sociales reiterando que el espíritu no ha muerto, en señal de aviso a su vez al actual Govern del socialista Salvador Illa.
“No hay suficientes gomas de borrar para eliminarlo de nuestra historia”, ha defendido Puigdemont, al tiempo que, aludiendo al mandato de Illa, ha sentenciado: “Pueden convertir la Generalitat en una gestoría de encefalograma plano, pero no pueden cambiar la historia”.
En estos términos, el expresident ha afirmado que el 1-O se fraguó bajo la “hostilidad descabellada de los poderes del Estado español, que desplegaron toda clase de medios y amenazas” para tratar de impedir su puesta en marcha, lo que provocó, según ha argumentado, “un clima de represión, violencia y odio policial que no se olvidará”.
A su vez, Puigdemont ha añadido, sobre lo que supuso este acontecimiento, que fue sinónimo de la voluntad de Cataluña “de ser nación y, al mismo tiempo, ser una referencia también inevitable para construir democráticamente el futuro en libertad que toda sociedad se merece”, ha continuado manifestando.
Hi érem, hi som, hi serem. Set anys d'una jornada històrica, d'una victòria que obre l'únic camí que garanteix el respecte que Catalunya es mereix, els recursos que necessita i les polítiques que convenen per prosperar i no deixar ningú enrere.
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) October 1, 2024
Visca Catalunya lliure! pic.twitter.com/F3bOsPp1g5
En aras de revivir el espíritu de lo que fue el 1-O, Puigdemont ha reiterado que, para todos los independentistas catalanes, este acontecimiento “no nos encarcela, sino que nos libera”: “Quien lo vea como una cárcel de la que no se puede salir, se equivoca y no entiende el sentido profundo e histórico de ese hito”.
De esta manera, el líder de Junts ha defendido que “ningún proyecto que proponga mantener la unión forzada con España garantiza una Cataluña que sea fruto de la decisión de todos los catalanes”: “Nosotros no tiramos la toalla, nunca lo haremos y menos ahora en que la falta de unidad ha tenido unas consecuencias políticas nefastas”, ha terminado concluyendo.
Recogiendo estas palabras en un solo mensaje, Puigdemont ha querido trasladar así que percibe el 1-O, que se celebró allá por 2017, como un inicio de la supervivencia de Cataluña en clave de nación y sociedad, “tras siete años de represión”, ha expresado.
Sin confirmar el contacto entre Puigdemont e Illa
En este contexto, cabe recordar el regreso ‘relámpago’ de Carles Puigdemont a Cataluña allá por el mes de agosto, en el marco de la investidura de Salvador Illa para presidir la Generalitat catalana. El expresident llegó a Barcelona, dio un breve mitin ante centenares de personas y, posteriormente, desapareció en vista de todos para no volver a pisar suelo español y, por ende, no asistió presencialmente al pleno del Parlament.
Ha sido este martes cuando la portavoz del Govern socialista, la consellera Sílvia Paneque, ha explicado si, en aquel momento, se dieron contactos entre Puigdemont y el entonces recién investido president Salvador Illa. Así, ni ha confirmado ni ha desmentido que se produjese dicho encuentro telemático. “Forma parte de las conversaciones privadas del presidente. Por tanto, desde el Govern no puedo confirmar ni desmentir”, ha señalado tras la reunión del Consell Executiu.
De esta manera, y sobre la posibilidad de que se produzcan futuros contactos entre ambos dirigentes, ha situado la responsabilidad en los grupos parlamentarios, que son los que deben determinar los canales de comunicación con sus respectivos representantes parlamentarios y orgánicos, “a la espera” así de que Junts tome la iniciativa.