El éxodo de Alberto Núñez Feijóo de Galicia a Madrid revitalizó a un Partido Popular laminado por sus guerras internas. El cierre de filas tras decapitar a Pablo Casado espoleó a los conservadores en la demoscopia, pero hacía falta una puntilla, que llegaría tras la contundente victoria de Juanma Moreno en Andalucía, que ha rellenado los depósitos de los conservadores hasta, según una encuesta de 40 dB para El País y la Cadena SER, desbancar al PSOE de Pedro Sánchez de la primera posición.

El Partido Popular ganaría las elecciones generales si se celebrasen a día de hoy. Al menos ese es el escenario que emana del último sondeo elaborado por 40 dB para El País y la Cadena SER, con un PP triunfal que, por primera vez en este 2022, tras superar la crisis de identidad derivada del juicio de las baronías que culminó con Pablo Casado camino del patíbulo.

Los conservadores no terminaban de arrancar y de aprovechar ese ‘efecto luna de miel’ que provocó la entronización de Feijóo, manteniendo una dura pugna con el PSOE por recortar las distancias. Sin embargo, la mayoría absoluta cosechada en Andalucía por Juanma Moreno el 19-J, ha motivado un nuevo cambio de escenario en la política española. Los populares sienten los ecos del seísmo andaluz y consiguen desbancar a Pedro Sánchez de la primera posición.

Por primera vez en este curso, el Partido Popular se situaría por encima de los socialistas, aventajándolos en poco más de un punto porcentual (27,4). Esa diferencia se traduciría en una hipertrofia considerable del grupo parlamentario, sentando hasta un total de 118 diputados en el Congreso.

Por su parte, los socialistas se estancarían en torno a los 103 parlamentarios, cosechando el 26,3% de los sufragios. La parte positiva para los de Pedro Sánchez es que Alberto Núñez Feijóo se quedaría lejos de la mayoría absoluta debido a la notable bajada de Vox.

Sorpasso, pero sin mayoría

La presencia del gallego y el triunfo en Andalucía, con neutralización de Vox incluida, mermarían la potencia electoral de la extrema derecha, que retrocedería un escaño con respecto a las elecciones del 10-N. Desde el mes de marzo, se ha contenido la fuga de votantes al partido de Santiago Abascal. Es decir, del 19,1% de votantes se ha pasado a un 8,4%, un guarismo incluso inferior al que realiza el camino a la inversa para depositar su confianza en los conservadores (11,7%).

En Unidas Podemos también sufrirían una ligera caída en este sondeo, elaborado antes de que el proyecto de Yolanda Díaz (Sumar) diera sus primeros pasos. Los morados cederían cuatro asientos en la Cámara, con 31 parlamentarios y el 11,7% de los apoyos.

Por su parte, Ciudadanos, inmersos en un proceso de presunta refundación que comandará Inés Arrimadas, perdería su grupo parlamentario. No obstante, resistiría en el Congreso gracias a la obtención de dos diputados.

En el espectro independentista, destaca la mejoría de Junts, que añadiría dos parlamentarios más a los ocho de los que ya dispone tras la escisión del PDeCAT. El ascenso de los postconvergentes laminaría a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que retrocedería ligeramente desde los 13 escaños hasta los 12. En cambio, el nacionalismo periférico mantendría intacta su actual potencia, con 36 parlamentarios.