El Partido Comunista de España (PCE) ha acordado este sábado que su secretario general, Enrique Santiago, sea el referente federal de Izquierda Unida y la formación comunista como diputado en el Congreso y ha decidido trabajar dentro de Sumar, el partido de la vicepresidenta Yolanda Díaz, para "salir a ganar" las elecciones generales, llamando a involucrarse a "todas" las izquierdas.

Hay tres condiciones, a juicio del PCE, para el éxito electoral de Sumar el próximo 23 de julio: que sea un espacio de diálogo multilateral entre todas las fuerzas políticas, una negociación discreta y una campaña unitaria en cuanto a discurso e imagen.

A través de una nota de prensa, el PCE ha señalado que trabajarán para que después de los comicios haya gobiernos que defiendan el interés de la clase trabajadora, así como que más representantes comunistas sean diputadas y diputados "relevantes" en el Congreso.

Un anuncio que llega un día después de que el ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, anunciara que no se presentará a las generales y señalara que se implicará en el proyecto de la vicepresidenta para reagrupar y renovar las caras de la izquierda.

Evitar la alta abstención

El Comité Central del PCE ha hecho además un llamamiento a "toda la militancia de las organizaciones de izquierdas" a construir Sumar "para salir a ganar las elecciones del 23 de julio".

Como prioridades se ha marcado fortalecer el trabajo ideológico y cultural frente a "la oleada de mentiras de la extrema derecha", continuar poniendo en el centro de la acción política la agenda de derechos de los trabajadores y las trabajadoras, así como el feminismo y la lucha por los derechos de las mujeres y avanzar en el trabajo entre la juventud trabajadora y estudiantil.

Y se ha fijado entre los objetivos revertir la alta abstención registrada en las elecciones autonómicas y municipales "en gran parte de los barrios y municipios de mayoría trabajadora" del país.

Paso atrás de Alberto Garzón

La cuenta atrás para la celebración de unas elecciones generales viene siempre acompañada de nuevos movimientos políticos, en este caso, con un paso hacia atrás. En medio de los equilibrismos in extremis en el seno de Sumar, el ministro de Consumo y líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, decidió renunciar a presentarse como candidato a los comicios del 23 de julio bajo el argumento de "promover la renovación de las caras" que dice representan este proyecto.

De esta forma, el todavía titular del Ejecutivo de Pedro Sánchez ratificó su intención de agotar su etapa en el Gobierno así como de trabajar en el proyecto de Yolanda Díaz con el objetivo de convertir a la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y ministra de Trabajo en la primera presidenta del Gobierno de nuestro país. "Dejo la primera línea de la política", explicó a través de un comunicado publicado a primera hora de este viernes en el que ha llamado a aprovechar que se ha abierto "una nueva fase". Hace tan solo unos días que IU confirmó que se sumaba a la iniciativa de Díaz.

"No sé cuánta gente recordará el trabajo, tiempo y energías que he dedicado durante estos doce años. Tengo la esperanza de que la gente lo recuerde como una contribución positiva. Pero de lo que estoy seguro es de que quien sí va a recordar el tiempo y la energía dedicados es mi familia. La primera línea de la política es muy exigente. A partir de ahora quiero cuidar más y mejor a la gente a la que quiero", rezaba el texto publicado a través de las redes sociales. Según las palabras del líder de IU, que ya esta misma semana confirmó que estas siglas se sumarían a la iniciativa de Díaz, se trató de "una decisión muy meditada" que responde a la aspiración de "promover la renovación de las caras públicas que representan este necesario proyecto".