“Hay un pacto español que dice algo así como que tengas cuidado con lo que dices para que no te caiga encima”. Estas palabras las ha pronunciado en las últimas horas -concretamente el miércoles pasado- el portavoz de EH Bildu, Oskar Matute, desde la tribuna del Congreso de los Diputados.

El hecho al que se refiere tiene que ver con una conversación informal frente a las instalaciones del grupo parlamentario abertzale que en su día desveló el diario Gara, según la cual el entonces dirigente popular, Iñaki Oyarzábal, se habría acercado al presidente de Sortu, Hasier Arraiz, para lograr su apoyo en la relección de Javier Maroto como alcalde de Vitoria. La formación vasca expone que el responsable del partido que hoy lidera Alberto Núñez Feijóo habría ofrecido incluso contrapartidas en forma de alcaldías para los vascos.

Matute resumió la escena desde el atril de la Cámara Baja durante una interpelación urgente después de que el PP dijera que ellos nunca iban a pactar nada con Bildu. Según él, esto no siempre ha sido así, pues hubo una ocasión en la que “un dirigente del PP de Álava” -cuyo nombre no revela- se dirigió a ellos en las elecciones municipales de 2012 para pedirles que votaran en su propia lista “y que no saldría así la candidatura del PNV”.

El trato pasaba porque, a cambio, los conservadores “se equivocarían en dos alcaldías” que “podrían negociar” para acabar facilitando la gobernanza a los abertzales. El responsable de defender a la formación vasca en el hemiciclo reforzó su versión asumiendo que él mismo lo vivió. “Yo estaba en el hemiciclo y en el despacho de EH Bildu cuando vino ese dirigente del partido alavés a hacernos esa proposición”, dice mientras califica esta de “bastante deshonesta”. “Así que tengan cuidado y no digan de esta agua no beberé ni este cura no es mi padre”, concluía su intervención.

El PP niega todo

El PP ha negado los hechos expuestos por el partido vasco. De esta manera, el propio Oyarzábal habla de que sí hubo una “petición”, pero que fue la misma a todos los partidos y que ésta se hizo en público. “Y era que se respetara la lista más votada”, apunta.

En la misma línea, sostiene en declaraciones a los medios de comunicación que en ningún caso hubo “oferta formal”, y que ni siquiera fue una “reunión” o “negociación”, sino algo que ocurrió en los pasillos del Congreso y a la vista de todos.

Bildu centra la campaña

Lo que sí es una realidad es que la formación vasca está centrando la campaña del próximo 28 de mayo. A decir verdad, los vascos llevan en el foco del debate con mayor fuerza desde que se formara el Gobierno de coalición, y es que las derechas no han desistido desde entonces en resucitar a ETA -pese a que hace doce años que abandonó la actividad, bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero- en lo que ha sido un sinfín de controversias, pues hay que atender solamente al número de presos etarras que acercó el PP o las palabras del que fuera también líder del Ejecutivo, José María Aznar, cuando definió a la banda armada como “movimiento vasco de liberación” para calificarlo como tal.

De todo ello ha dado buena cuenta esta semana el propio secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el Senado, donde recordó a Feijóo “diez verdades” en torno a ETA y su formación que al gallego no le gustó escuchar. Más allá de eso, Bildu y la banda terrorista están en cada mitin y en cada intervención de las derechas. Es más, las dos -PP y Vox- mantienen una pugna por ver quién actúa ahora con una mayor contundencia frente al partido independentista.

En esta partida de ajedrez, cada cual juega sus fichas, y aquí sí da la sensación de que la extrema derecha ha tomado la delantera al PP, siendo también cierto que éste segundo se metería en una encrucijada compleja en un caso muy hipotético en el que la ilegalización de Bildu se debatiera. Por ello, su posición es hasta el momento la de pedir al Gobierno que se comprometa a no pactar ni gobernar con EH Bildu. Sin embargo, los de Abascal sí presentaron una proposición de ley para ilegalizar al partido de Arnaldo Otegi.

Entretanto, la formación abertzale se ha comprometido en los últimos días a mantener los cauces “pacíficos” y “democráticos” con la renuncia de siete candidatos condenados por delitos de sangre que iban en listas. Una decisión que en el día de ayer reforzaba la Fiscalía de la Audiencia Nacional al archivar la causa del colectivo de víctimas del terrorismo contra el resto de las personas que se posicionaban para concejales y que habían tenido vínculos con ETA.