Se ha convertido en el tema de la campaña gracias al Partido Popular. Bildu ha incluido en sus listas a 44 personas del entorno de ETA, 7 de ellas condenadas por delito de sangre que han anunciado ya que renunciarán de ser electos al acta de concejal. Sin embargo, la hemeroteca señala que la inclusión de personas relacionadas con la banda terrorista extinta hace ahora 12 años no es nueva.

Lo cierto es que en 2015, cuando todavía gobernaba Mariano Rajoy, personas del entorno de ETA ya ocupaban puestos en las listas a diferentes ayuntamientos en el País Vasco. En aquel entonces bajo dominio popular en el Estado eran nueve. Uno de ellos por delitos de sangre y el PP nunca dijo nada.

El primero de ellos era Juan María Gabirondo Agote, que concurrió en la localidad de Deva (Guipúzcoa). En abril de 1989 fue condenado por la Audiencia Nacional a 29 años de prisión por el asesinato del coronel José María Picatoste en Legutiano (Álava), el 18 de agosto de 1986. En octubre de 1989 fue condenado a 124 años de prisión por su participación en el secuestro del empresario Lucio Aguinagalde. Durante su liberación por la Ertzaintza, el 2 de noviembre de 1986, los terroristas dispararon contra los agentes, resultando muerto el jefe de la Ertzaintza Genaro García Andoain.

El segundo de la lista en la misma localidad fue Miguel Ángel Zarrabe. En julio de 1992, fue condenado por el Tribunal de París (Francia) a ocho años de prisión por su relación con ETA. Ocho años después, en enero 2000, fue condenado por la Audiencia Nacional a 24 años de prisión por varios delitos de terrorismo.

A la lista de 2015 le sigue Pedro María Celarain. Concurrió a las elecciones en Villabona (Guipúzcoa). En marzo de 2000 fue condenado por la Audiencia Nacional a 19 años de prisión por pertenencia a banda armada y por tenencia de explosivos.

También Jon Otegui. Iba en listas en Laburu (Guipúzcoa). Fue condenado en 2006 a dos años de prisión por un delito continuado de daños terroristas.

Iker Ipaarraguirre lo intentó en Azpeitia, también Guipúzcoa. En enero de 2012, fue condenado por el Tribunal Correccional de París a cuatro años de prisión por su vinculación con el denominado como aparato logístico de ETA. En la lista le siguen José María Sarasola (Lizartza, Gupúzcoa), condenado en 1983 por la Audiencia Nacional a 11 años de prisión por pertenecer a la organización terrorista Comandos Autónomos Anticapitalistas; Haymar Altuna (en Lizartza también), que fue detenido por la Policía francesa en 2005 por su vinculación con ETA y condenado por el Tribunal Correccional de París (Francia) a seis años de prisión por asociación de malhechores con fines terroristas y José Luis Encinas (Mondragón, Guipúzcoa), condenado en 1984 por la Audiencia Nacional a tres años y cuatro meses de prisión por un delito de estragos en grado de tentativa.

13 etarras y cuatro condenados por delito de sangre en 2019

En las siguientes elecciones, las de 2019, ocurrió lo mismo. Ya gobernaba Pedro Sánchez y otros trece exetarras concurrieron a las elecciones.

José Antonio Galarraga (Deba, Guipúzcoa) fue condenado en el año 2000 por la Audiencia Nacional a 37 años de prisión por su participación en el atentado cometido el 16 de mayo de 1980 en Arrona, en el que resultó muerto el industrial Ceferino Peña. Ramón Aldasoro (Antzuola, Guipúzcoa) fue condenado el mismo año también por la Audiencia Nacional a 67 años de prisión por el lanzamiento de granadas contra el Cuartel de la Guardia Civil de Llodio (Álava), el 14 de marzo de 1988. Un año más tarde, en 2001, le sumaron 39 años de pena de prisión por el asesinato del general del Ejército del Aire Luis Azcárraga en Salvatierra, el 27 de marzo de 1988. Unos meses más tarde, en noviembre de 2001 fue condenado a 63 años de prisión por el asesinato de los policías nacionales Antonio Gómez y Francisco Espina en Vitoria, el 15 de abril de 1988.

Miren Aranzazu Carrera se presentó por Amezketa (Guipúzcoa). En marzo de 1983, fue condenada por la Audiencia Nacional a 10 años de prisión por encubrimiento en el asesinato de Enrique Cuesta en San Sebastián, el 26 de marzo de 1982. En mayo de 1983, a seis meses y un día de prisión por colaboración con banda armada. Y a 12 años y un día de prisión por el asesinato de José María Félix Latiegui en San Sebastián, el 14 de abril de 1981. En diciembre de 1984, a cuatro años de prisión menor como autora de un delito de estragos. Carlos Larramendi se presentó también en Deva. En julio de 1989 fue condenado por la Audiencia Nacional a un año de prisión por colaboración con ETA.

Kepa Mirena Solana (Legazpia, Guipúzcoa) acumuló varias sentencias hasta 1991 que hicieron un total de 41 años de prisión como autor de cuatro delitos de terrorismo por la colocación de sendos artefactos explosivos en vías férreas, a 17 años y cuatro meses de prisión por asesinato en grado de tentativa, en relación con el envío de un paquete-bomba contra el teniente coronel de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo en 1990. Miren Margari Eizaguirre (Zaldibia, Guipúzcoa) fue condenada en 2011 por la Audiencia Nacional a un año y seis meses de prisión por un delito de colaboración con banda armada.

Los dos últimos etarras que fueron en listas en 2019 fueron condenados en Francia. María Jesús Arriaga (en Ordizia, Guipúzcoa) fue condenada por el Tribunal de Gran Instancia de París (Francia) a ocho años de prisión por asociación de malhechores. Por su parte, José Cebeiro (Beasain, Guipúzcoa) fue condenado en 2009 por el Tribunal Especial de lo Criminal de París a 15 años de prisión por ejercer labores de responsabilidades en las estructuras del aparato logístico de ETA desmantelado en Francia abril de 2004.