El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, inaugura este viernes la ronda de reuniones con los presidentes autonómicos. Juanma Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, será el protagonista en la jornada inaugural de encuentros y en los momentos previos a visitar la Moncloa ha buscado diferenciarse del sector más beligerante del Partido Popular (PP). “A mí, si me convoca el presidente del Gobierno, creo que tengo la obligación de acudir a esa cita”, ha trasladado el líder andaluz en Telecinco, renegando de la corriente de su partido contraria a acudir a la cita.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, activó la polémica al anunciar que no respondería a la llamada y, mientras Alberto Núñez Feijóo daba libertad de acción, intentó en vano sumar adeptos a su causa. La baronesa madrileña ha pinchado en hueso y tendrá que presenciar como Alfonso Rueda, presidente de Galicia, y su homólogo andaluz visitan a Sánchez antes de acabar la semana. Mientras, Moreno Bonilla saca su perfil presidencial y defiende otras “maneras” de hace política y, aunque asegura entender a Ayuso, apuesta por “guardar las formas institucionales”.

“Sánchez tiene muy poco crédito, especialmente para ella (Ayuso); por tanto, entiendo que sea prudente y hasta que no tenga un orden del día no tenga del todo claro asistir”, ha introducido”, pero “yo soy de los que piensan que tenemos que guardar las formas institucionales siempre, hay que conversar en la medida que se pueda y plantear los asuntos de una manera educada e institucional”, ha añadido. Para cumplir con estos parámetros, el líder de la Junta de Andalucía considera que, ante una convocatoria de Sánchez, “la obligación es acudir a la cita”.

No obstante, Moreno Bonilla considera que la beligerancia de Ayuso y la moderación que él intenta trasladar no son incompatibles en la formación conservadora a la que ambos pertenecen. “Mi partido es muy grande, de amplias mayorías, y aquí cabe todo el mundo”, ha trasladado, dejando claro sus diferencias: “tenemos maneras y personalidades distintas”. “Madrid tiene una manera por sus propias singularidades y desde Andalucía y la periferia hacemos otra distinta. Son complementarias, algunas parecen más duras, pero los objetivos son los mismos”, ha zanjado al respecto.

¿El Page del PP?

Sin embargo, la singularidad de Moreno Bonilla en el seno del partido, agravada en las últimas semanas, no se ha quedado ahí. “El Page del PP”, ha dejado caer la entrevistadora. El otro tema que ha evidenciado este distanciamiento ha sido el nombramiento de Teresa Ribera, hasta ahora vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, como vicepresidenta ejecutiva y comisaria de Transición y Competencia de la Comisión Europea. Desde Génova llovieron las críticas y los de Feijóo anunciaron que votarían en contra del nombramiento de la propia Úrsula von der Leyen, de su propia familia europea; a la par, Moreno Bonilla felicitaba a Ribera.

“Fue una cortesía”, ha explicado el presidente andaluz, que mantuvo una relación muy estrecha con Ribera a raíz de la polémica por el Parque Nacional que, finalmente, acabó en un acuerdo fructífero para ambas partes. “Yo he tenido en los últimos tiempos una relación con Ribera como consecuencia del acuerdo de Doñana y entiendo que dentro de esa cortesía, cuando hay un español que asume una alta responsabilidad en un órgano internacional, creo que lo suyo es felicitarla”, ha trasladado el barón popular.

Hazte socio de ElPlural

Conferencia de presidentes

Más allá de la reunión bilateral que mantendrán este viernes, Moreno Bonilla ha solicitado a Sánchez que convoque la conferencia de presidentes autonómicos, siguiendo la línea discursiva del partido. “Le teme a la conferencia”, ha lamentado, porque “tiene miedo a que 14 presidentes de una orientación distinta a la suya le critiquen de manera reiterada y con argumentos sólidos en una conferencia en la que él está en minoría”, ha retado, reiterando el temor de Sánchez a “los órganos multilaterales” y asegurando que lo que busca es “malmeter, sacar y hacer una política poco clara”.

Pese a las reticencias, ha garantizado que “va a escuchar”, pero también va a “proponer dos cosas fundamentales” para fundamentar su negativa al “cupo catalán”: “rompe el principio de solidaridad interterritorial y la igualdad entre los ciudadanos”. Esto, garantiza, a quien “perjudica claramente” es a “Andalucía”. “Eso es inaceptable; por tanto, yo quiero intentar hacer que recapacite y dé marcha atrás en una propuesta que no tiene sentido, es inconstitucional y no va a traer nada bueno para nuestro sistema territorial”, ha concluido.