El puzle de la izquierda a la izquierda del PSOE no termina. Sus jugadores no son capaces de encontrar las piezas que encajen en el rompecabezas, a pesar de que la situación apremia. El ciclo electoral está a punto de empezar y quién sabe si dentro de ese escenario se disputarán también unas generales, habida cuenta de que la ruptura de Junts con los socialistas pone en jaque la estabilidad de los dos años que restan de legislatura. Los principales actores –Izquierda Unida, Sumar y Podemos, además de otras fuerzas regionalistas de corte progresista – no acaban de encontrar una onda en la que sincronizar su mensaje. El coordinador general de IU, Antonio Maíllo, ha detectado un cambio en el estado de ánimo del electorado, por lo que ha tocado a rebato y ha arengado al resto de formaciones a acelerar el proceso de creación de una candidatura unitaria para las generales. Eso sí, con un aviso a navegantes: habrá primarias.
El líder de IU se pronuncia en estos términos en el borrador del informe político de la formación, según publican varios medios de comunicación. Maíllo, si bien resta importancia al “enésimo desmarque de Junts” – cree que la ruptura es “aparente” -, sí insta, en primer lugar, al Gobierno a mover ficha para presentar en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado con propuestas ambiciosas que lo hagan irrechazable y, a su vez, “debilite a quienes se opongan a ellos”. En segundo lugar, en caso de que no prosperen, no cree que deba conllevar a la disolución de las Cortes Generales, pero sí que hace un llamamiento a las fuerzas de la izquierda alternativa para aparcar las diferencias y remar en la dirección de crear un frente amplio progresista que evite la fragmentación del voto en unas eventuales elecciones generales.
Maíllo alude a la necesidad de movilizar a la izquierda del PSOE ante el nuevo ciclo electoral que se cierne sobre el país, el cuál debería concluir – si no hay sorpresa antes – con las generales en 2027, cuando venza la legislatura actual. Defiende que el único modo de evitar un giro del país hacia la derecha pasa por aunar fuerzas en el bloque progresista. Como ya hiciera en informes anteriores, el líder de IU reivindica que tal candidatura unitaria debe orbitar sobre un programa común y de “obligado cumplimiento”, capaz para atraer a personas que no militen en las formaciones que se sitúen bajo tal paraguas y con la condición sine qua non de que su cabeza de cartel deberá emanar de un proceso de primarias.
Avisos a Sumar y Podemos
“Es tiempo de acelerar este proceso y hay mejores condiciones para ello. No hay tiempo que perder”, esgrime Maíllo en el documento, al mismo tiempo que proclama que los partidos tienen que ser “parte de la solución” para que la izquierda disponga de gobiernos. Incluso sujeta su argumentación sobre un presunto “cambio de estado de ánimo” en la izquierda española, espoleado por “masivas” movilizaciones contra el genocidio perpetrado en la Franja de Gaza, la reacción ante los “ataques sistémicos de la ultraderecha” contra la inmigración o el feminismo, así como el descontento generalizado por la gestión del Partido Popular en sus comunidades autónomas.
IU sitúa la movilización social en defensa del pueblo palestino como uno de los factores decisivos que, unidos a la presión mantenida por la organización, llevaron al Gobierno a aprobar el decreto que suspende las exportaciones de material militar a Israel. La dirección de la formación reivindica que la constancia de sus posiciones frente a los “juegos frívolos de mala política” y las operaciones de “corto alcance” de otras fuerzas permitió abrir paso a una medida que considera clave en el actual contexto internacional. Ese mensaje se interpreta como un reproche implícito a Podemos, que ha acusado a IU de falta de contundencia en este terreno.
Desde esa premisa, IU enmarca las próximas citas electorales en Extremadura, Castilla y León y Andalucía como momentos decisivos para perfilar el itinerario político del próximo ciclo. La dirección federal, con Antonio Maíllo al frente, sostiene que la organización llega a esas convocatorias reforzando su apuesta por la coherencia y la estabilidad en el espacio de la izquierda alternativa. Recalca que trabaja con la premisa de construir “candidaturas unitarias” y alianzas amplias, abiertas a nuevas incorporaciones. Ese enfoque se hace notar en Castilla y León y Andalucía, donde IU participa en coaliciones pensadas para integrar más actores, en lo que constituye otro mensaje indirecto hacia Podemos tras sus críticas al proyecto impulsado por Sumar.
La formación morada planteó a IU una disyuntiva entre confluir con Podemos o alinearse con Sumar en el próximo ciclo electoral. Calificó el proyecto de Yolanda Díaz como un “fracaso total” y lo describió como una operación orientada a desplazar a Podemos del espacio político. IU rechazó esa premisa y, en palabras de Maíllo, dejó claro que no aceptará dilemas que excluyan a ninguna de las fuerzas presentes en el bloque progresista.
Ciclo autonómico
En Extremadura, Maíllo subraya que IU ha alcanzado un acuerdo “sustancialmente mejor” que el anterior con Podemos para reeditar Unidas por Extremadura, coalición integrada también por Alianza Verde. El entendimiento para las elecciones del 21 de diciembre eleva la representación de IU del 33 al 45 por ciento dentro de la candidatura y establece un reparto “equilibrado” de diputados y personal. El dirigente expone que la federación extremeña ya ha ratificado este pacto.
En ese escenario, IU interpreta el adelanto electoral promovido por la presidenta María Guardiola como una decisión precipitada. Considera que el argumento de la imposibilidad de aprobar los Presupuestos no encaja con la realidad parlamentaria y que la convocatoria se ajusta a la estrategia de Alberto Núñez Feijóo para tensionar al Gobierno central mediante las comunidades autónomas, idea que Maíllo define como un “experimento electoral”.
Respecto a Andalucía, la organización sitúa el foco en la crisis generada por los cribados de cáncer de mama. La dirección detecta una “indignación” social extendida y una conmoción política que sigue creciendo. En ese contexto, IU entiende que 2026 será un año clave y que la convocatoria de elecciones podría aplazarse dentro del calendario previsto. La coalición Por Andalucía, que integra a IU, se presenta como el espacio de izquierda unitaria desde el que canalizar el malestar social si se acompaña de propuestas dirigidas a reforzar la sanidad pública. Maíllo advierte de que un discurso centrado únicamente en la crítica “nihilista” al sistema sanitario beneficiaría a Vox.
En Castilla y León, IU destaca el avance de la candidatura conjunta con Sumar y Verdes Equo. Defiende que se trata de un proyecto abierto a nuevas incorporaciones y argumenta que existen condiciones para disputar la hegemonía política de la derecha en una comunidad donde, afirma, se detecta desgaste en el Gobierno autonómico del PP. La dirección subraya que Castilla y León necesita una izquierda organizada con presencia institucional.
La situación de la Comunidad Valenciana también ocupa espacio en el análisis de IU. Maíllo sostiene que la gestión del PP durante la DANA ha generado una respuesta social masiva que ha derivado en la dimisión “en diferido” de Carlos Mazón. Interpreta que ese movimiento responde a un cálculo del PP para conservar el poder, manteniendo el acuerdo con Vox y evitando un adelanto electoral que, según la formación, pondría en riesgo la continuidad del Ejecutivo autonómico. La previsión de IU es que el PP promueva una nueva investidura que permita un relevo en la presidencia sin alterar su pacto con Vox.
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