Los Lugares de Memoria son aquellos espacios, inmuebles, parajes, así como el patrimonio cultural inmaterial o intangible, que se vinculan a hechos de singular relevancia para la memoria democrática, por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva. Se nombran con el objetivo de identificar, proteger, señalizar y convertirlos en parte del patrimonio cultural que sirve para preservar y transferir la memoria a las nuevas generaciones.

A lo largo de todo el año y coincidiendo con el programa “50 años de España en libertad”, se prevé la incoación de más de 30 expedientes de declaración de lugar de memoria. Entre ellos, se incluirán la prisión de Yeserías (Madrid), la tumba de Manuel Azaña en Montauban (Francia), el Pazo de Meirás, la Isla de San Simón, la Comisaría de Via Laietana (Barcelona), la tumba de Antonio Machado en Colliure o el campo de concentración de Argèles-sur-Mer (Francia).

Uno de los centros penitenciarios más temibles del franquismo

Como se ha mencionado, la Isla de San Simón, uno de los centros más horribles de la represión franquista, pero muy desconocido, será uno de los enclaves que se declararán Lugar de la Memoria.

La Isla de San Simón es una isla perteneciente al archipiélago del mismo nombre, junto a la de San Antón y otros islotes en la ría de Vigo. A lo largo de su historia la isla fue empleada como monasterio, lazareto, cárcel y hogar para niños huérfanos.

A partir de 1936, con la guerra civil, los edificios de la isla fueron empleados como campo de concentración y de exterminio​ para los presos políticos antifranquistas. En un primer momento, en su mayoría provenían de zonas próximas como Vigo, Pontevedra, Orense y Villagarcía de Arosa; después de la caída del frente norte republicano los presos provenían de Asturias, León, Cantabria y País Vasco, y terminada la guerra fueron trasladados presos desde todas las cárceles de España. Fue calificada oficialmente como colonia penitenciaria, pero en realidad era un campo de concentración para los presos políticos comunistas, republicanos, socialistas o anarquistas. Se mantuvo en funcionamiento hasta el año 1943.

Los presos, sometidos a condiciones inhumanas, estaban distribuidos en diferentes pabellones en deficientes condiciones sanitarias y de habitabilidad. En la isla no eran infrecuentes los fusilamientos masivos. Se calcula en cientos los presos políticos muertos, generalmente a manos de falangistas. La isla era considerada uno de los centros penitenciarios más temibles del franquismo. Sólo en el año 1941 fallecieron 250 personas en San Simón.

Todos los supervivientes del campo han mencionado al padre Nieto por su especial crueldad para con los allí detenidos. Era habitual que blandiera una pistola mientras coaccionaba e insultaba a los internos con exclamaciones tales como: «¡Hijos de la Pasionaria! ¡Dinamiteros! ¡Hay que quemaros como se quemó a los judíos!», obligándoles a ir a misa bajo amenaza de muerte.

Fue en 1943 cuando el archipiélago dejó de funcionar como cárcel, sufriendo un paulatino abandono, solo interrumpido en las épocas estivales por los miembros de la Guardia de Franco, con nombre de Colonia de Educación y Descanso, que pasaban allí sus vacaciones.

boton whatsapp 600