El Gobierno ha aprobado este martes, en el seno del Consejo de Ministros, un ambicioso plan de inversiones y gasto para alcanzar el objetivo del 2% en Defensa. Se trata de un paquete de medidas orientado a la seguridad y al rearme de España, cumplimentando con lo comprometido con la OTAN y la Unión Europea. Así lo ha expuesto el presidente, Pedro Sánchez, desde la sala de prensa del Palacio de la Moncloa, donde ha expuesto que busca "reforzar la seguridad europea desarrollando las capacidades humanas y técnicas para defendernos". 

Hace unos meses, el jefe del Ejecutivo avanzó el impulso de un Plan para Desarrollo e Impulso de la Tecnología y la Industria de la Seguridad y la Defensa. Este martes, ese proyecto coge forma tras recibir el visto bueno del Consejo de Ministros, cuyos objetivos pasan por potenciar la economía española, apuntalar la seguridad europea y centrar a España como actor protagónico en la Unión Europea. Así, Sánchez ha defendido la imperiosa necesidad de que la iniciativa cristaliza en un "contexto geopolítico y económico en plena ebullición", justificando el movimiento con el desafío del "neoimperalismo" del presidente ruso, Vladimir Putin. "Los enemigos de Europa no sólo usan misiles y tanques para agredirnos, como ocurre desde hace tres años en Ucrania", expone. 

En este sentido, el presidente del Gobierno subraya que las fuerzas que amenazan la paz en las fronteras europeas "usan drones no tripulados, fuerzas paramilitares para sabotear cadenas de suministros, cortar gaseoductos" o inundar las redes sociales para "desinformar a la población". En definitiva, ataques cibernéticos que se articulan con la Inteligencia Artificial. Por ello, cree imperativo reforzar la seguridad y así justifica un incremento del gasto en Defensa que se alcanzará "en tiempo récord" y que permitirá cumplir con los compromisos adquiridos por administraciones anteriores con la OTAN y Bruselas

Compromisos “en tiempo récord”

Sánchez, que ha incrustado el desglose del Plan al final de su intervención, confirmaba el acelerón que imprime a los compromisos supranacionales de España; que alcanzará la barrera del 2% este mismo año. Es decir, “en tiempo récord”. Hasta la fecha, lo pactado por la administración de Mariano Rajoy caducaba en el año 2029, aunque debería cerrarse “lo antes posible”. Pero el Ejecutivo de coalición redobla la apuesta con un esfuerzo importante, consciente del contexto geopolítico que vive el Viejo Continente y auspiciado por la máxima de que “sólo Europa puede defender a Europa”. Lema que, por otro lado, reivindica la autonomía comunitaria frente a la tutela de potencias como Estados Unidos.

En cualquier caso, para que España llegue este mismo 2025 a la barrera del 2%, el Gobierno deberá acometer “una importante inversión”. Un “esfuerzo relevante” que se traduce en una inyección de 10.471 millones de euros adicionales a los que ya se destinaban a estas partidas. Datos que acompañaba del ya clásico mensaje de tranquilidad a los grupos de izquierdas, blindando las carpetas presupuestarias que sostienen el Estado del Bienestar. “Lo dije en mi comparecencia en el Congreso y lo repito ahora”, reiteraba el jefe del Ejecutivo, mientras reivindicaba a España como “potencia económica” y, como tal, no debe dar la espalda al proceso. “No podemos quedarnos fuera de ese cambio de era, sino que estaremos en el centro”, expuso.

Si bien no repercutirá en las partidas sociales, tampoco lo hará en el bolsillo de la ciudadanía con una subida de impuestos. Fantasma que, por cierto, agitaban desde las formaciones del flanco diestro del arco parlamentario. “Es imprescindible cumplir con los objetivos de inversión que exigen los socios”, justificaba el jefe del Ejecutivo y será su propia administración la que dé por respondidos los compromisos adquiridos “por quienes incumplieron” su propia palabra, en referencia al Gobierno de Mariano Rajoy en 2014.

“En un mundo de incertidumbre, Europa es esperanza”, resumía Sánchez bajo la atenta mirada de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Teodoro López Calderón, a quienes agradeció todos sus esfuerzos y contribuciones al plan. El proyecto contempla que la quinta parte del incremento del gasto se destinaría a la compra de armamento “tradicional”. Sobre todo, para “modernizar sistemas de combate terrestre y marítimo”. Entiende que este punto es necesario, aunque “no guste”, porque “hay enemigos a los que sólo se les disuade de este modo”,

Ambiciosa inversión

El plan se asienta sobre una columna vertebral, siendo una de sus principales cariátides la inversión en ciberdefensa, que ayudará al desarrollo de un “escudo digital para España” con el fin de que “nuestra seguridad digital y derechos digitales estén protegidos contra hackers extranjeros”. Y es que, en palabras del presidente del Gobierno, España padece cada año más un millar de ciberataques que afectan a servicios esenciales o infraestructuras críticas, así como la “operatividad de hospitales, empresas aeropuertos o la red eléctrica”. La amenaza, concluye, cada año es “mayor” y a ello responde esta parte del plan, que revitalizará “los sistemas de telecomunicaciones cifradas de las Fuerzas Armadas”, compra de nuevos satélites, antenas o radares y reforzar “instrumentos de ciberseguridad, de uso civil y militar”.

A la postre, este eje representa el 35% del ambicioso proyecto defensivo del Ejecutivo, recordando que hace algunos meses ya anunció una subida salarial para la tropa y la marinería. “Homologaremos las condiciones de los soldados españoles a los europeos porque queremos mejorar aún más la formación” de las Fuerzas Armadas”. Asimismo, a ello se deriva también la necesidad de canalizar la inversión a la “capacidad de nube, tecnología 5G, computación cuántica”, pero también en Inteligencia Artificial, donde Sánchez se ha detenido unos minutos.

El jefe del Ejecutivo ha avanzado que para este pilar se destinarán unos 3.260 millones de euros, que se invertirán en el refuerzo del escudo digital para disuadir la actuación de los piratas informáticos. “Queremos crear un escudo para España”, remarcó un Sánchez que situaba en un 15% el gasto destinado a la adquisición de nuevos equipos de defensa y de disuasión. Sin embargo, estos no se usarán para “atacar” a nadie, porque España es “un país pacifista y cree en la diplomacia”, sino que disuadirán a aquellos que “piensen en atacar España o Europa”.

De ahí se desprende el cuarto pilar, que se orientará al apuntalamiento de las capacidades duales para ayudar, no sólo en el campo militar, sino también para implementar la respuesta a emergencias y desastres naturales como inundaciones o incendios, porque España está “muy afectada por el Cambio Climático”. Se prevé una partida de 1.750 millones de euros, que a la postre supone un 17% del total de la inversión, cuyo total asciende a casi 34.000 millones de euros.

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