El rey, Felipe VI, en el discurso de Navidad de 2015



El rey Felipe VI ha ofrecido hoy el que es su segundo discurso de Navidad como monarca. Para esta ocasión ha roto con la tradición y su mensaje ha sido grabado en el Palacio Real de la plaza de Oriente en lugar de en el Palacio de la Zarzuela, como es habitual. El discurso ha estado centrado en un llamamiento al diálogo y el entendimiento tras los resultados electorales y, aunque Cataluña no ha sido nombrada explícitamente durante todo el mensaje, ha sido uno de los temas protagonistas de manera implícita.

Tras el escenario político fragmentado que ha surgido de las elecciones generales, a las que se ha referido en concreto, las palabras más repetidas por Felipe VI han sido diálogo, entendimiento y convivencia, que ha mencionado hasta en 13 ocasiones. Términos que utilizado ya en su segunda frase, tras el saludo y la felicitación de parte de su familia, cuando ha deseado que "la voluntad de entendimiento y el espíritu fraternal, tan propios de estos días, estén siempre muy presentes entre nosotros, en nuestra convivencia".

La elección del Palacio Real la ha justificado Felipe VI en la necesidad de expresar “con la mayor dignidad y solemnidad, la grandeza de España”. Un palacio que “es de todos los españoles”, ha dicho, y que recoge la historia de España “debemos conocerla y recordarla, porque nos ayuda a entender nuestro presente y orientar nuestro futuro”.

Tras esta introducción, el rey no se ha andado con rodeos ha señalado que “vivimos tiempos” en los que se necesita reconocer “todo lo que nos une” y ensalzar “lo que nos hace ser y sentirnos españoles”. Felipe VI ha reivindicado su discurso de proclamación, cuando dijo que “en la España constitucional caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español”. Y ha valorado el legado de “nuestra lengua común” pero también de “las demás lenguas de España, que también explican nuestra identidad”.

Felipe VI ha indicado que la solidez del Estado se basa en “unas reglas comunes de convivencia que nos hemos dado y que nos unen” y ha elogiado que el Estado reconoce “nuestra diversidad en el autogobierno de nuestras nacionalidades y regiones”. Pero también ha apelado a la “voluntad democrática de todos los españoles, expresada a través de la Ley”, como “el fundamento de nuestra vida en libertad”.



El rey Felipe VI ha dejado por un momento la situación en Cataluña,  para pasar a mencionar las elecciones generales  y ha señalado que “la pluralidad política” salida de las urnas “aporta sin duda sensibilidades, visiones y perspectivas diferentes” y ha subrayado que también conlleva “ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso, con la finalidad de tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos”.

El rey ha apelado a los “esfuerzos” de todas las instituciones para la nueva legislatura “para asegurar y consolidar lo conseguido a lo largo de las últimas décadas”. Pero también les ha exigido que “sean sensibles con las demandas de rigor, rectitud e integridad que exigen los ciudadanos para la vida pública”, en una mención a la corrupción sin mentar la palabra, como sí hizo en su discurso del año pasado.

Tras esto, ha vuelto a hablar de “la voluntad de entendimiento de los españoles” en las pasadas décadas que nos ha traído a la España de hoy y ha alabado “el sincero espíritu de reconciliación y superación de nuestras diferencias históricas” en las últimas décadas. Pero ha avisado de que “la ruptura de la Ley, la imposición de una idea o de un proyecto de unos sobre la voluntad de los demás españoles, solo nos ha conducido en nuestra historia a la decadencia, al empobrecimiento y al aislamiento” y ha pedido que no se vuelva a cometer este “error”. Y ha “reiterado” un mensaje de “serenidad, de tranquilidad y confianza en la unidad y continuidad de España”.

Felipe VI también ha comentado los atentados sufridos en París y otras partes del mundo “que son auténticos ataques a nuestro modelo de convivencia y a los más elementales valores humanos”. “Y todos nos hemos conmovido ante el drama de los refugiados que llegan a nuestras fronteras huyendo de la guerra, o el de los migrantes angustiados y acosados por la pobreza”, ha añadido.

Para luchar contra estos “desafíos”, el Rey ha pedido que “la voz de España se haga oír en la Unión Europea y en las instituciones internacionales”. “El mundo de hoy exige naciones fuertes, responsables, unidas, solidarias y leales a sus compromisos con sus socios y aliados y con el conjunto de la comunidad internacional”, ha añadido.