Poco se sabe sobre la nueva plataforma que Yolanda Díaz pretende vertebrar a la izquierda del PSOE en las próximas elecciones generales. Se trata de un proyecto renovador, que devuelva la unión a la izquierda minoritaria y que, con la ministra de Trabajo y líder mejor valorada del panorama político español (según el CIS) a la cabeza, sea capaz de contrarrestar el dominio absoluto en el bloque que ha tenido hasta el momento Pedro Sánchez, devolver la esperanza a un electorado maltrecho en los últimos años y volver a dar la batalla en el reparto de escaños.

Para ello, además de dar voz a la sociedad civil, el deseo de Yolanda Díaz sería reagrupar a diferentes grupos parlamentarios en una sola marca. Una especie de confluencia territorial que beba de las comunidades autónomas, que sea heterogénea y haga suyas diferentes luchas. Por el momento, y pese a que nada es claro, líderes como Mónica Oltra, Manuela Carmena o Mónica García -esta sin mucha claridad- han dado un empujón a la idea reconociendo que hacen falta nuevas ideas.

Sin embargo, todas las miradas se posan en Íñigo Errejón. El líder de Más País después de abandonar Podemos por el personalismo de Iglesias es la ‘x’ de la ecuación. El diputado sabe que unirse a Yolanda sería acabar con sus aspiraciones personalistas, pero también es consciente de que una candidatura con la ministra de Trabajo y el de segundo podría conseguir un gran resultado. Errejón considera que el trabajo realizado en los últimos años lo avala para continuar su propio rumbo -salud mental, jornada de 32 horas o la legalización de la marihuana son algunas de sus medidas estrella-, pero es necesario ver cómo discurren estos dos próximos años para medir las presiones que se pueden producir o el impacto en las encuestas de una futura confluencia.

Por el momento, Electomanía ha realizado un estudio para medir si la ciudadanía quiere que Díaz y Errejón compartan cartel electoral. Una amplia mayoría cree que sí (casi el 60% apuesta por la unión de la izquierda). Además, es curioso observar los datos si preguntamos a los votantes de cada partido: los de Unidas Podemos, en un 89,9%, creen que el de Más País debería acudir a las urnas con la ministra; los de Más País, aunque con más reticencias, apuestan por la misma opción en un 69,8%.