El PP de Alberto Núñez Feijóo insiste en salir a la calle para protestar contra la amnistía. Después de Madrid y Barcelona, donde participó “como un ciudadano más” en la protesta convocada por Sociedad Civil Catalana, los populares habían programado un nuevo acto el próximo domingo en Málaga, aunque el lugar fue posteriormente modificado por la “ocupación previa del espacio previsto” a la espera de que se comunique uno nuevo, según informaban fuentes del partido.

Se trata del primer encuentro de una trilogía que demuestra cómo la formación se resigna a intentar que el clamor ciudadano que ya se escuchó hace apenas tres meses en la fiesta de la democracia muestre su descontento con un gobierno que, de resultar tal, sería totalmente legítimo. De esta manera, los del líder gallego continúan su particular gira basada en críticas contra el Ejecutivo.

Primero, Madrid

El pasado 24 de septiembre, el PP intentaba exhibir músculo en la capital española, concretamente en los aledaños del Wizink Center, enclave en el que reunió a 45.000 personas, cifra similar a la que el partido, entonces con Pablo Casado al frente, consiguió aglutinar con las otras derechas, a saber, Ciudadanos -capitaneada en aquel momento por Albert Rivera- y Vox; pero que quedó lejos de los datos de los que se llegó a hablar.

En este ocasión, el antiguo líder de la Xunta estuvo arropado por los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar, mientras que los dirigentes autonómico y municipal -Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida- abrieron el acto.

Foto de familia del PP tras la manifestación contra la amnistía en Madrid. EP.

Después, Barcelona

Semanas después, el presidente del PP acudió a la cita que había apuntado en rojo en su calendario Sociedad Civil Catalana y a la que confirmaron asistencia de inmediato -mucho antes que Feijóo- el presidente popular de Cataluña, Alejandro Fernández, y nuevamente Ayuso. En esta ocasión, no se trató de un acto de partido, sino civil, y en él también estuvo presente Vox.

Cabe destacar que, a diferencia de en la protesta de Madrid, aquí el líder del partido ya había perdido la investidura. Esta cuestión no es baladí, pues, dicho encuentro parecía tener más sentido dentro del ideario del líder popular si se atiende a que por aquel entonces su derrota era ya una realidad.

Sociedad Civil Catalana convoca una manifestación contra la amnistía en Barcelona. EP

El PP acusa a Armengol de “secuestrar” el Congreso

En esa línea, ninguna cita está quedando exentas de críticas desde la izquierda. Así, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ironizaba el día mismo en el que el PP reunió a sus fieles en la Avenida Felipe II de Madrid asumiendo que la formación “se boicotea a sí misma”. “Hoy se están manifestando en contra de un Gobierno socialista. Pues lo siento. ¡Va a haber un gobierno socialista!”, señalaba desde la Festa de la Rosa en Gavá mientras acusaba a la oposición de “alentar el transfuguismo”.

Sobre esto, hay que reseñar que el PP ha vertido graves acusaciones sobre la máxima responsable de la Cámara Baja, Francina Armengol, a quien ha acusado de “secuestrar” el Congreso al no poner fecha a la investidura del líder socialista.

Siguiendo la estela, en el marco en el que se sitúan estas últimas líneas y desde entonces, los populares han intentado sacar rédito a su mayoría en el Senado, aunque se van dando de frente con la realidad. Así lo muestran los indicios que apuntan a que los barones del PSOE no acudirán a la Cámara Alta el próximo jueves. Sí lo hará finalmente el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que lo hará para defender la amnistía.

En otro orden de cosas, los populares buscan aprovechar su mayoría en el Senado -donde tiene 143 escaños- para entorpecer otras cuestiones relacionadas, precisamente, con una ley de amnistía que, por otro lado, aún no ha llegado; obviando que cualquier norma que tumbe esta Cámara puede pasar después nuevamente por el Congreso y salir adelante.

Tres convocatorias más

Ahora, el PP espera que la ciudadanía vuelva a salir a la calle el próximo domingo y hasta dos veces más en las próximas semanas por la medida que más ha sonado en los últimos meses, así como por las negociaciones de Sánchez con Bildu y el independentismo mientras pasan por alto que hay informaciones que vierten que el Vicesecretario de Asuntos Institucionales, Esteban González Pons, se reunió con Jordi Turull -secretario general de Junts- en casa de un empresario, algo que el pasado lunes el portavoz popular, Borja Sémper, decía desconocer.

Bildu, Junts o Israel; entre las críticas 'populares'

En los días más recientes, los populares han continuado arremetiendo con fuerza contra el PSOE por la foto del líder del Ejecutivo con la portavoz parlamentaria de la formación abertzale, Mertxe Aizpurua, el pasado viernes y sus reuniones personales o telefónicas con otros miembros de la formación de Carles Puigdemont o ERC. Pero también contra la “equidistancia” del Gobierno y sus “socios” por la postura frente a Israel, a pesar de que Ferraz ha dejado claro que condena el ataque de Hamás y el “derecho a la defensa” del país de Benjamin Netanyahu aunque, eso sí, pide “diferenciar” entre el grupo terrorista y civiles.

Estas declaraciones, en su caso por parte del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, llegaban antes de la masacre del hospital de Gaza, donde hay indicativos que cifran en 1.000 las posibles muertes. Tras la matanza, el Gobierno salió de inmediato a condenar los hechos y mostrar su solidaridad con las víctimas inocentes que habían muerto en el centro Al Ahli.