'No en mi nombre: ni amnistía, ni autodeterminación'. El mensaje era claro cuando ha comenzado a andar al filo de mediodía la manifestación convocada por Societat Civil Catalana.

Al grito de 'Puigdemont, a prisión', 'Sánchez fuera' y 'Viva España', siempre ataviados por la bandera de España, miles de personas han recorrido los escasos 400 metros desde la cabecera al escenario final que ha discurrido por el Paseo de Gracia de la ciudad condal. Los más discretos los miemos del PP, que han acudido "como un ciudadano más", tal y como ha dicho el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Que no hubiera símbolos de partidos políticos era una petición la organización de la manifestación. Sin embargo, banderas de Vox, y el logo que creó Ciudadanos con un corazón con la bandera de España, Cataluña y la UE han colonizado buena parte de la marcha.

La movilización convocada por Societat Civil Catalana (SCC) fue convocada hace un mesón contra una posible ley de amnistía como resultado de las negociaciones, aún en curso, con los partidos independentistas catalanes para la investidura del líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Además, ha coincidido, aunque con menor número de gente, con la manifestación convocada hace justo seis años tras la DUI que aglutinó a más de un millón de ciudadanos.

También ha sido un festival de líderes políticos. El tren Ouigo precedente de Madrid y que ha llegado a la estación de Sants al filo de las 9:50 horas ya daba buena tinta de la cantidad de rostros en la primera línea que se habían desplazado hasta la catedral. El tránsfuga de UPN y ahora diputado del PP, Sergio Sayas, avanzaba a tan solo unos metros del ex de Ciudadanos Edmundo Bal. Además, poco después, se sumaban los líderes de PP, Vox y el presidente de Cs en Cataluña, Carlos Carrizosa, así como a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y el de Aragón, Jorge Azcón.

Precisamente Ayuso ha sido una de las más aplaudidas. Al grito de "presidenta" o "quédate", ha asegurado que está encantada de estar a Barcelona y que se siente muy querida. De hecho, su número dos, Alfonso Serrano, se unía al equipo de prensa de los populares para poder hacer hueco a las cámaras pidiendo a los manifestantes espacio. Más tibio ha sido el recibimiento de los manifestantes a Feijóo y su equipo.

La marcha ha comenzado en el cruce entre Passeig de Gràcia con la calle Provença y ha avanzado hasta Gran Via, donde se ha montado un escenario.

Apenas a minutos de llegar la cabezera, y mientras sonaba el Barcelona de Montserrat Caballé y Freddie Mercury, la organización pedía a los manifestantes que dejaran hueco en el medio de la vía. Durante el último estribillo de la célebre canción, una senyera cosida a una bandera de España recorría el centro del Paseo de Gracia hacia el escenario. A continuación los dirigentes de Societat Civil Catalana y los lideres políticos ocupaban una zona reservada y vallada delante del escenario.

El Rey, el gran apelado

El más mencionado ha sido sin duda Felipe VI. Se podían ver carteles de 'Felipe VI cobarde. Se vende España por cinco votos', y 'Sr. Sánchez con golpistas y proetarras', ' Ni olvido ni perdón'. Muchos, tal y como ha podido constatar ElPlural.com entrevistado a varios manifestantes, pedían al jefe del Estado que diera "un golpe en la mesa", "se soltara la mordaza" y "se pusiera del lado del pueblo" que está en contra de la amnistía.

No han faltado los clásicos. Banderas carlistas, proclamas como 'Viva España', 'No en mi nombre. No a la amnistía' y 'Yo soy español, español, español'. Como curiosidad, se ha visto hasta un avión, que hacía referencia al Falcon y que tenía por cabina la cara de Pedro Sánchez con la nariz de Pinocho. Un arte con el Photoshop que se ha visto empañado por una intervención policial.

Los Mossos d'Esquadra han apartado a dos personas de la cabecera de la manifestación de por llevar la pancarta contra el Rey.

'Felipe VI cómplice del golpe de Estado a las urnas, a la democracia y a la voluntad de los españoles', se podía leer. Una mujer ha tocado la pancarta criticando que se hiciera referencia al monarca y ésta ha escupido a sus hijos, menores de edad que apenas pasaban los seis años.

Cuando ha llegado la policía catalana, se ha tirado al suelo acusándoles de ser independentistas y se han visto obligados a llevarla hasta un furgón a rastras mientras una amiga le pedía que dejara de insultarles para no meterse en problemas.

Haciendo caso omiso, la mujer ha pedido protestar con su pancarta y otros manifestantes le han gritado "viva el Rey".