El juez José Castro había intentado localizar y citar a Francisco Camps para que este domingo contestara ante su secretaria judicial las preguntas que quería hacerle sobre 'el caso Nóos'. Como es sabido, la deposición no se produjo.., porque resultó imposible localizarle para la policía judicial. Según se ha hecho público este lunes, la policía se personó en varias ocasiones durante el fin de semana en su domicilio, y se procedió a llamarle al teléfono que él proporcionó al juzgado. Todo sin ningún resultado.

El lío se montó porque Camps decidió hacer uso de un privilegio: testificar por escrito
El hecho en sí resulta sorprendente..., pero ya pasa a dar directamente vergüenza cuando se conocen algunos datos que parecen mostrar el poco interés de determinadas autoridades en ayudar al juez Castro para que Camps fuera localizado e interrogado. Camps aparecía en la lista de altos cargos de la Generalitat valenciana que el magistrado quería interrogar para aclarar las actuaciones de Iñaki Urdangarín en Valencia, y que le habrían aportado 4,2 millones de euros de los fondos públicos.

Francisco Camps tendrá que volver a ser citado por el juez del 'caso Nóos'. Foto EFE



Camps, como Rita Barberá y los demás altos cargos fue citado para que acudiera el sábado a la ciudad de la Justicia. Pero Camps, como expresidente, decidió hacer uso de su prerrogativa para testificar por escrito. El juez entonces pidió que se localizara al expresidente para que se le comunicara que en ese caso debía testificar sólo, sin abogado, y para que informara dónde podría encontrarse con él la secretaria judicial para leerle las preguntas que juez y partes querían hacerle. Y empezó entonces la odisea de su búsqueda... Una odisea que acabó, como les contamos, con el juez regresando a Palma de Mallorca sin poder pasarle el cuestionario. Una broma, un insulto a la justicia, para el que ahora se busca responsable.

Hubiera bastado una llamada del conceller de Justicia y Gobernación para localizarle
El propio Camps ha presumido, a pesar de que sabía que el juez tenía intención de interrogarle, de haber pasado sábado y domingo "haciendo vida normal". Y parece ser que así ha sido, porque este lunes aparece en una foto en el diario Levante junto a su esposa y dos de sus hijos..., saliendo de misa en la Iglesia de San Juan de la Cruz. Los periodistas le encontraron.

Pero en medios políticos valencianos la indignación aún es mayor por un hecho que en principio había pasado desapercibido. Por ser expresidente de Valencia, Francisco Camps tiene derecho a coche con chófer oficial..., y a tener un guardaespaldas que es un policía autonómico. Un policía que como tal, 'controla' el conseller valenciano de Justicia y Gobernación, Serafín Castellano, mano derecha por cierto del sucesor de Camps, Alberto Fabra.

¿Qué indigna en Valencia la mañana de este lunes? Que para localizar al expresident  hubiera bastado que el conseller valenciano hubiera llamado para saber dónde estaba el policía encargado de su seguridad. Ahí, a pocos metros, sin duda, estaba también el propio Francisco Camps.