Este lunes ha tenido lugar un nuevo debate electoral en el marco de la campaña de los comicios del próximo 12 de mayo en Cataluña. Ha tenido lugar en las instalaciones de laSexta, con candidatos o representantes de cada uno de los principales ocho partidos, y ha tenido una sintonía clara: el todos contra Salvador Illa.

Salvador Illa, candidato del PSC, se ha encontrado en el ojo del huracán del debate, enfrentando un "todos contra Illa" que, paradójicamente, lo ha colocado en una posición de centralidad inesperada. Desde el inicio, los dardos han volado en dirección al líder de socialista, quien, con una calma que rozaba la frialdad, ha desviado cada ataque con la destreza de un maestro ajedrecista. Los representantes de los partidos independentistas y de la derecha catalana se han turnado para cuestionar su gestión pasada y sus propuestas futuras, intentando desestabilizar la imagen de estabilidad y experiencia que Illa proyecta.

Tanto el candidato de ERC, Pere Aragonès, como el representante de Junts, Josep Rull, y el líder del PP, Alejandro Fernández, han ido contra Salvador Illa, así como también lo han hecho desde la CUP, Ciudadanos y Vox. “Vigile no se le vaya a quedar cara de Feijóo” [en relación a las encuestas], le ha espetado Aragonès, mientras Fernández le ha acusado de mentir y no parar de decir “trolas”. Por su parte, Carlos Carrizosa, desde Ciudadanos, ha asegurado que Sánchez no le “va a dejar ser presidente” para contentar al independentismo catalán.

Un Illa de propuestas frente a los ataques

La centralidad de Illa no ha sido solo una cuestión de ataques recibidos, sino también de la capacidad de proyectar una visión de futuro para Cataluña que trasciende las líneas divisorias tradicionales. En un momento en que los ciudadanos demandan soluciones y no solo discursos, Illa ha sabido presentarse como el candidato de las propuestas concretas, del pragmatismo y de la gestión eficiente.

Al finalizar el debate, ha quedado la sensación de que, aunque todos los candidatos habían tenido su momento, ha sido Illa quien, contra todo pronóstico, salió reforzado. El "todos contra Illa" se convirtió en un boomerang que, al volver, ha dejado en evidencia la falta de un proyecto común entre sus adversarios y ha consolidado la imagen del socialista como el candidato capaz de ocupar el espacio de centralidad que Cataluña necesita para avanzar hacia un futuro de estabilidad y progreso, entre los cruces independentistas y el odio de la derecha.

Salvador Illa ha sido severo y tajante durante todo el debate y frente a todas las críticas. “Ya ha habido una mayoría independentista en el Parlament y no ha funcionado. Necesitamos un voto directo al PSC para abrir una nueva etapa en Cataluña, porque lo otro ya lo tenemos y no ha funcionado”, ha expresado el líder del PSC, añadiendo que “el 12M solo habrá dos caminos: seguir con el bloqueo o abrir una nueva etapa en Cataluña”. “Yo me ofrezco para liderar esta nueva etapa, en la que vamos a unir y a servir a todos los catalanes y catalanas”, ha subrayado en el mismo sentido para mostrar su postura moderada, resolutiva y fiel a Cataluña.

Sequía, catalán y procés

Otros de los temas centrales del debate han sido el catalán y la sequía en la que está sumergida Cataluña, así como el procés. Ha sido en relación al idioma con lo que el candidato de Vox, Ignacio Garrida, ha aprovechado para hacer gala de su radicalismo: “Usted garantiza el árabe y no el español”. Y ha vuelto con la traca de que “hoy los catalanes no pueden escolarizar a sus hijos en español”.

En materia educativa, Aragonès ha lanzado una propuesta electoral: la gratuidad de la educación de 0 a 3 años. en cambio, Illa ha apostado por la “desburocratización” de la educación.

Y respecto a la sequía, los ocho candidatos han debatido y valorando las medidas que pueden introducirse en el corto plazo. Salvador Illa ha defendido que las cuencas internas puedan autoabastecerse, descartando un trasvase del Ebro, mientras que Rull ha lamentado lo “devastadas” que dejaron las cuencas los miembros del tripartido, lo que a su parecer impidió llevar a cabo “reformas estructurales”.

Por su parte, Garriga ha culpado de la falta de agua en la comunidad a PSC, PP y Junts, partidos que “no han gestionado” la crisis del agua en la región: “Si los catalanes no tienen agua es por culpa de PSC, PP y Junts”.

En lo que se refiere al procés, ya en los últimos minutos del debate, ha copado la confrontación entre candidatos, aunque el actual president ha sido especialmente contundente. “Sí, si tenemos la fuerza para continuar con la presidencia de la Generalitat. Apostamos por la negociación, conseguimos la liberación de los presos políticos, los indultos y la amnistía. De la misma forma que nos dijeron que la amnistía era imposible, haremos posible el referéndum en esta legislatura”, ha zanjado Aragonès.

No obstante, Illa ha vuelto a remarcar en este ámbito su centralidad y sus ganas de buscar una solución, defendiendo la amnistía y oponiéndose al referéndum: “Es tiempo de dejar obsesivamente subrayar aquello que divide a los catalanes e ir a aquello que nos une”.

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