Las bases de Junts per Catalunya han validado con un 86,98% la ruptura con el PSOE que propuso el pasado lunes la ejecutiva de la formación liderada por Carles Puigdemont. Tras el anuncio, el neovergente dijo que iba a someter a consulta la decisión con las bases del partido.

En concreto, las bases han validado la postura de la ejecutiva de la formación con 86,98% de los votos favorables, 10,22% en contra y un 2,80% de los votos en blanco. La consulta telemática arrancó este miércoles a las 10:00 horas y ha terminado este mismo jueves a las 18:00 horas, con 6.300 militantes llamados a votar si "están de acuerdo con la propuesta de la dirección de dar por finalizado el acuerdo de investidura con el PSOE a raíz de sus incumplimientos". Finalmente, esta consulta ha tenido una participación del 66,29%.

Todo ello se produce después de que la ejecutiva nacional de Junts per Catalunya se reuniera este lunes en la ciudad francesa de Perpiñán para formalizar la ruptura definitiva con el PSOE tras no haberse cumplido, según esgrimen los neoconvergentes, el acuerdo de investidura. La decisión se tomó por unanimidad tras más de tres horas de deliberación con la participación de unos setenta dirigentes. Horas más tarde, Puigdemont expuso los motivos que les habían llevado a tomar la decisión. En este sentido, señaló la falta absoluta de confianza en el gobierno español y el incumplimiento reiterado de los acuerdos pactados.

En el mismo orden de cosas, Puigdemont denunció que el PSOE ha hecho "promesas vacías y ha despreciado la palabra dada" en los acuerdos de Suiza, donde se establecieron compromisos concretos como la oficialidad del catalán en la Unión Europea, la aplicación efectiva de la ley de amnistía, la cesión de competencias en inmigración, la publicación de las balanzas fiscales o la participación de Cataluña en organismos internacionales.

Con todo ello, el ex president ha reivindicado este jueves la "fortaleza" de su formación después de que un 86,98% de la militancia haya avalado en una consulta interna el acuerdo de la dirección de romper con el PSOE. "La alta participación, el debate interno que hemos tenido y el resultado de la consulta evidencian la fortaleza de Junts. Nos preocupa el país y nos preocupa su gente, por eso nos sentimos comprometidos a tomar decisiones difíciles, que son extrañas en un entorno dominado por el relato fácil de brocha gorda, la demagogia sobre temas complejos y el populismo de los dos extremos", ha destacado en un apunte en X. Así, ha agradecido a todos los afiliados que han participado en la consulta por haber contribuido "a esta fortaleza" de la formación.

"No ha hecho caso de los avisos y señales"

Para dar cuenta de todo ello, el expresidente de la Generalitat de Cataluña compareció en la tarde de este lunes. "Pasada la práctica mitad de la legislatura, constatamos que no hay confianza suficiente y la desconfianza mutua es la misma, no hay confianza a nivel político, la confianza se tiene que acreditar. No hay voluntad del PSOE para ejecutar acuerdos en tiempo y forma. No han cambiado las condiciones críticas que impedian e impiden que una de las dos partes se pueda sentar en la negociación sin tener el riesgo de la persecución. No ha habido resultados suficientes", defendió el exjefe del Govern.

"Hemos hecho todo lo que tocaba para que se cumpliera ese acuerdo, pero con nosotros solo no había suficiente, el PSOE ha considerado que su ritmo era el único válido, el PSOE no ha hecho caso de los avisos y señales que les hemos ido enviando estos meses de trabajo y 19 encuentros en Suiza. Nosotros no estamos dispuestos a ayudar a un gobierno que no ayuda a Cataluña", agregaba. Del mismo modo, Puigdemont procedía a anunciar que entre este miércoles y este jueves, convocaba a la militancia de Junts a un Consejo Nacional Extraordinario para que esta expresara la hoja de ruta que desea seguir de ahora en adelante con el Gobierno. "Un pacto que no se puede desarrollar, que no goza de la confianza política suficiente y sin que se puedan ejecutar los acuerdos, es un pacto roto", añadió.

En rueda de prensa, Puigdemont también sostuvo que el objetivo de Junts no es la estabilidad de España y que no apoyará a ningún gobierno que no ayude a Cataluña, por lo que parece claro que en estos momentos en Junts no se contempla la posibilidad de apoyar una hipotética moción de censura junto a PP y Vox. Además, responsabilizaba al PSOE de haber roto el acuerdo de investidura a conciencia. En este sentido, destacó que son los socialistas quienes tienen "todas las palancas del poder". "Junts no tiene ni una, todo lo que tiene son siete diputados", señaló.

Con ello sobre la mesa, desde el PSOE respondieron a Puigdemont afirmando que el Gobierno está cumpliendo con lo pactado en lo que está en su mano y se encuentra trabajando para que se cumpla lo que depende de otros. En cuanto a la gestión y la organización de Junts para tomar la decisión de romper con el Pacto de Bruselas, respetan "absolutamente el funcionamiento de cualquier partido político". Asimismo, los socialistas aseguraron que mantienen la mano tendida a Junts y han abogado por seguir utilizando el diálogo, que defienden que es "su mejor baza". "Así entendemos la política, como un instrumento para tender puentes, y así seguirá siendo", han manifestado. 

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