Tras conocer las palabras de Carles Puigdemont en nombre de Junts, quien ha terminado ratificando la ruptura de relaciones con el Gobierno central de Pedro Sánchez en base al pacto de investidura, desde Ferraz la reacción se ha conducido por la vía sosegada, dictando así que su postura será “la del diálogo”.
Fuentes del PSOE han precisado este lunes por la tarde, después de conocer los detalles de la declaración del expresidente de la Generalitat catalana desde Perpiñán, que mantienen “la mano tendida” y ofrecerán “su mejor baza”, refiriéndose así a la vía del “diálogo”: “Así entendemos la política, como un instrumento para tender puentes, y así seguirá siendo”.
En los mismos términos, han dicho “respetar absolutamente el funcionamiento interno de cualquier partido político”, en clara señal al consiguiente referéndum a la militancia de Junts en la que se someterá a votación dicha decisión.
“En lo relativo al pacto y en lo que está en nuestra mano, entendemos que tanto el Gobierno como el PSOE estamos cumpliendo lo pactado. En lo que está en manos de otros, estamos trabajando para que se cumpla”, han añadido al término estas fuentes de Ferraz con respecto a todo lo consensuado con los neoconvergentes.
Esta mañana del lunes, la portavoz de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Montse Mínguez, no ha entrado en valoraciones sobre la amenaza convertida en hecho de Junts, insistiendo así en que los socialistas respetan las decisiones de sus socios de investidura: “Merece la pena”, ha deslizado al respecto.
Claves de la declaración de Puigdemont
Desde Perpiñán, el mandatario principal de Junts ha dado a conocer en detalle las razones de la ruptura con el PSOE y, por ende, con el Ejecutivo de Sánchez. En este sentido, ha acusado a los socialistas de provocar esta división, emplazándoles así a que aclaren “cómo piensan gobernar más allá de su proverbial capacidad de ocupar poder”.
"Pasada la práctica mitad de la legislatura, constatamos que no hay confianza suficiente y la desconfianza mutua es la misma, no hay confianza a nivel político, la confianza se tiene que acreditar. No hay voluntad del PSOE para ejecutar acuerdos en tiempo y forma. No han cambiado las condiciones críticas que impedían -e impiden- que una de las dos partes se pueda sentar en la negociación sin tener el riesgo de la persecución. No ha habido resultados suficientes", ha argumentado, reprochando a su vez que el PSOE “no ha hecho caso de los avisos y señales” que les han enviado desde el inicio de la legislatura.
De cara a esta semana, entre el miércoles y jueves, dará convocatoria a la militancia del partido a un Consejo Nacional Extraordinario para que ratifique y apruebe esta hoja de ruta.
Este nuevo frente de relaciones entre partidos viene de lejos, debido a que el pasado mes de agosto el propio Puigdemont advirtió a Sánchez que, si no cumplía los acuerdos adquiridos, elevaría la presión. Mismo escenario por el que la pasada semana la portavoz parlamentaria Miriam Nogueras ya señaló en el Congreso que había que “empezar a hablar de la hora del cambio”.
Por su parte, el propio presidente del Gobierno advirtió que, de consumarse esta ruptura, auguraba una nueva puerta de “involución” de PP y Vox.
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