El líder de Vox, Santiago Abascal, ha pedido a sus fieles "recuperar la democracia" de manos de "gobernantes, multinacionales y medios de comunicación" durante el descafeinado discurso con el que el dirigente ultra ha cerrado Viva 22, el macroevento que el partido de extrema derecha pretendía usar como un punto de inflexión para insuflar ánimo a sus bases y que solamente ha servido para confirmar que los de Abascal ya no tienen el poder de atracción de antaño.

Un discurso de cierre de Abascal en el que lo más interesante no han sido las palabras del líder de Vox –el dirigente ultra se ha vuelto a mantener fiel a su discurso de odio-, sino la extensa nómina de representantes de la extrema derecha que han decidido arroparle. En este sentido, pesos pesados de la ultraderecha internacional como Donald Trump, Giorgia Meloni o los líderes de Polonia, Mateusz Morawiecki, y de Hungría, Viktor Orbán, han aparecido en las pantallas del espacio MadCool de Madrid para cerrar filas con Abascal en el momento más bajo que vive Vox desde que irrumpieran en el tablero de la política española a finales de diciembre de 2018.

"¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Quienes tenían que proteger nuestra economía, nuestra libertad, nuestras instituciones, la seguridad de nuestra nación y nuestra soberanía han traicionado a su pueblo", ha denunciado Abascal, que ha dibujado una situación "grave", con España y el resto de soberanías europeas "al borde del abismo".

En este contexto, ha repartido críticas entre partidos políticos, grandes empresas, medios de comunicación, sindicatos "progres" y "señoritos separatistas". Según ha sostenido el dirigente ultra, todos estos agentes políticos "han dado la espalda a los intereses de España" y "viven en realidades paralelas que patrocinas ideologías ridículas, cuando no criminales".

Convocar referéndums sobre inmigración, educación o igualdad

Por otra parte, el cónclave también ha servido para que Vox presente 'España Decide', el programa que recoge la hoja de ruta que Abascal y cía han diseñado de cara a los próximos meses, con el objetivo de recuperar el rumbo perdido tras el fiasco de las elecciones andaluzas y la crisis interna fruto de la marcha forzosa de Macarena Olona.

Una hoja de ruta que pasa por la convocatoria de referéndums sobre asuntos como la inmigración, la política energética, el agua, la educación o la igualdad, para que "nadie vuelva a tomar decisiones a espaldas de los ciudadanos". "Tendrán que oírnos cuando pretendan imponer consensos podridos de intereses bastardos y ajenos a los españoles", ha advertido.

"Queremos recuperar la democracia de manos de la partitocracia que ha traicionado al pueblo y al parlamentarismo, de manos de poderes extraños y no sometidos al control popular", ha explicado señalando a los "burócratas" de Bruselas o "la ingeniería social autodenominada progresista".

"Queremos decidir legalmente, democráticamente, sin alterar las leyes. Queremos votar para echar de La Moncloa al falsario que llegó mintiendo a sus electores y para decidir después entre nosotros el futuro", ha insistido distinguiendo su llamada a "decidir" del referéndum ilegal convocado por los separatistas en Cataluña.

Apoyo internacional

Vox sorprendía en la mañana de este domingo al anunciar los rostros internacionales que se sumaban al carro. Fue el sábado cuando ya el portugués André Ventura, líder de Chega, y el argentino Javier Milei, de La Libertad Avanza, pronunciaron sus primeros discursos, pero ha sido en el mediodía de este último día de festival cuando rostros más destacados han hecho acto de presencia.

Así, los de Abascal han disfrutado del discurso de Donald Trump en el que no ha dudado en darle la enhorabuena al ultraderechista y felicitarle por su trabajo, pero también de la italiana Giorgia Meloni, que recientemente ha salido victoriosa en las urnas de Italia, o de los presidentes de Hungría y de Polonia, Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki, respectivamente.

“En España, como en Italia, hay una mayoría de ciudadanos que no se reconocen en utopías e ideologías de izquierdas y piden que asumamos la responsabilidad de gobernar”, ha apuntado la italiana Meloni. Mientras, el húngaro Orbán ha elogiado “la buena costumbre” de los seguidores de Vox de reunirse bajo las banderas españolas: “Es bueno para nuestro corazón y nuestra alma; y también porque a los progres globalistas les provoca un infarto”.

Por su parte, Morawiecki ha reconocido que si no hubiera nacido en Polonia le hubiera gustado hacerlo en España, razón por la que Abascal le ha devuelto el cumplido asegurando que él hubiera deseado ser polaco si no fuera español, una nación que “contribuyó a salvar Europa en 1683”.