De nuevo, por sorpresa, José Luis Ábalos desfiló por la sala de prensa del Congreso de los Diputados en una comparecencia prácticamente improvisada. El ex ministro de Transportes ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado a la Guardia Civil por montar un operativo extrajudicial para interceptar una documentación remitida al que fuera número tres del Partido Socialista. En este sentido, y al hilo de la comparecencia del mes de agosto, ha señalado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de encubrir la investigación en su contra. "No tengo que decir mucho más", ha señalado a preguntas de los periodistas.
El exministro ha agitado el avispero este mismo jueves en otra comparecencia ante los medios de comunicación sorpresiva. Una rueda de prensa en la que ha anunciado que ha presentado una denuncia ante la Fiscalía contra la Guardia Civil por "interceptar" su correspondencia durante la investigación del caso Koldo en la Audiencia Nacional. Una maniobra que Ábalos describe como extremadamente grave y que adquiere un alcance mayor al tratarse de un diputado y, por tanto, aforado ante el Tribunal Supremo.
Ábalos, que en el mes de agosto ya deslizó la creencia de una investigación al margen de la justicia contra su persona, entiende que esta práctica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil "está violentando a un representante electo que goza de aforamiento". De ahí se desprende el movimiento del exministro de querellarse ante la Fiscalía General del Estado, pues se niega a "normalizar una práctica" de este calado a la que se ha referido como "investigación extrajudicial"; dando por hecho que los agentes encargados del operativo conocen su condición de diputado.
Según ha explicado, el pasado 4 de noviembre de 2023 se interceptó una comuncación dirigida a él en plena investigación del caso Koldo. Un informe que explica el viaje del hermano de Koldo García, Joseba, para llevarle documentación al ex ministro. En el escrito presentado ante la Fiscalía, Ábalos estima que se trata de hechos delictivos de "suma gravedad" porque atentan contra el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones. Entendería una investigación de tal calado si contara con el beneplácito del juez en cuestión o incluso con la suya propia. Sin embargo, ha constatado que "nunca" dio su consentimiento a que se abriera la documentación. "Como tampoco a día de hoy existe en el procedimiento resolución judicial del Tribunal Supremo (por ser aforado) que motive la apertura de correspondencia"; justifica.
Marlaska, en la picota
El equipo legal del ex número tres del PSOE solicita en la denuncia la "intervención telefónica a Koldo García del día 3 y 4 de noviembre de 2023", así como el informe de la UCO con fecha 4 de diciembre. Además, ha reclamado la declaración del que fuera subsecretario del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, Jesús María Gómez, y que se ordene "la averiguación a través de la Policía Judicial del domicilio del citado testigo al objeto de que comparezca en la sede de la Fiscalía General del Estado". Por último, también ha reclamado todas las diligencias de investigación para el esclarecimiento de los hechos objeto de esta denuncia y "que pueda acordar el fiscal".
En este sentido, el ex ministro de Transportes, como ya hiciera en agosto de este mismo año, señala al responsable de Interior, Fernando Grande-Marlaska. En dicha comparecencia hace ahora cinco meses, Ábalos formuló una serie de preguntas por escrito al citado ministerio para esclarecer si estaba siendo objeto de una investigación. Sin embargo, el Gobierno, después de que la Mesa del Congreso le conminara a reescribirlas, no ofreció una respuesta clarificadora. "Lo que me dijeron fue que la policía judicial sólo invesgiga bajo mandato judicial. No me parece que este sea el caso", ha reflexionado Ábalos.
Así, percutió en la figura de Marlaska, a quien le urgía a que reconsiderase esa respuesta "tan escueta" y poco satisfactoria. No obstante, a pesar de poner en la picota al ministro del Interior, interrogado sobre si le estaba señalando directamente, Ábalos lo ha negado de inmediato, pese a advertir que "son agentes que no actúan libremente" y que tampoco le consta que quien liderase la investigación "les haya amonestado". Por ello, ha acotado al instante que "Marlaska no me espía" porque no es su estilo, apelando a su condición de ex juez. "De hecho, creo que le incomodaría", precisó.