Sube la apuesta en las negociaciones para la investidura. Tras reivindicar un cerrojazo a la ultraderecha, ahora los partidos independentistas han percutido en su histórica petición como condición para apoyar a Pedro Sánchez: la concesión de un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Así lo ha evidenciado este martes el president de la Generalitat y líder de Esquerra Republicana (ERC), Pere Aragonès, en una rueda de prensa en la que ha exigido al dirigente socialista "moverse" para resolver el conflicto político y poner encima de la mesa una propuesta en este sentido. Concretamente para "avanzar en el referéndum". "Cataluña debe votar su futuro y se tiene que poner fin a la represión. Este es nuestro punto de partida", ha sostenido en su intervención, con la que ha cerrado el curso político antes de unas vacaciones.

ERC presiona a Sánchez con el referéndum

"En los últimos años hemos movido a Pedro Sánchez. Y ahora hay que mover. Los presos políticos han sido liberados y se ha derogado la sedición. Es necesaria valentía para resolver el conflicto, poner fin a la represión y que la ciudadanía de Cataluña tenga la palabra"., ha dicho en rueda de prensa desde la sede del Gobierno regional. Sin embargo, mientras ha insistido en esta idea, Aragonès también ha sacado pecho de haber "frenado" un gobierno de la derecha con la ultraderecha al tiempo que ha llamado a la responsabilidad. "Cataluña ha frenado un gobierno de derecha y de extrema derecha, quienes quieran seguir gobernando en el Estado tendrán que cumplir con la agenda catalana. Desde Cataluña deberemos actuar en defensa del país, aglutinando y sabiendo sumar responsabilidades", ha sostenido tras el Consejo Ejecutivo de la Generalitat.

En este contexto, el dirigente catalán ha puesto el foco en la hoja de ruta a seguir por parte de Sánchez en el caso de contar con su apoyo. "Sánchez deberá atender la agenda catalana, cumplir los compromisos, acabar con el déficit fiscal, de infraestructuras y de servicios públicos que son responsabilidad del gobierno español. Terminar con la represión y hacer que Catalunya decida su futuro", ha dicho, en una clara apuesta por facilitar una cita con las urnas con dos opciones: sí o no a la independencia de la región. Así, Aragonès ha apostado por hacer valer los decisivos 14 votos que aglutina tras el 23 de julio la conjunción de ERC con Junts per Cataluña en el Congreso al tiempo que ha pedido al bloque progresista que cumpla con Cataluña "sin miedo a la derecha y a la extrema derecha".

Atajar la "agenda catalana"

Haber perdido fuerza en las urnas no le ha servido a Aragonés para reducir la presión hacia Sánchez, a quien a venido a advertirle de que la reforma del modelo de financiación que ha deslizado el PSOE no va a ser suficiente para garantizar su apoyo en la votación de investidura. Sin embargo, la postura de los socialistas está enmarcada en la Constitución, a lo que el catalán ha respondido con una suerte de "informes" que señalan a lo contrario. "Hay caminos para lograrlo e instrumentos", ha defendido en alusión al acuerdo cerrado en la anterior legislatura de una mesa de diálogo para cerrar la problemática. Unas conversaciones que quedaron relegadas por la convocatoria de las elecciones generales anticipadas. Para ERC el cambio es "urgente". "Hace 10 años que está caducado y cinco que Montero es ministra", ha sostenido al respecto.

Pero tampoco se han abierto a negociar este asunto a la misma marcha que otras autonomías. "No iremos de la mano de Ayuso o de Page a negociar la reducción de nuestro déficit fiscal", ha sentenciado para después llamar al orden al independentismo, al que le ha instado a "no desaprovechar la oportunidad". A su juicio, se trata de reivindicar su representación en la Cámara Baja para frenar la derecha y la extrema derecha así como de avanzar en la resolución del conflicto. Eso sí, sin dejar de lado la llamada "agenda catalana", que incluye medidas para atajar los polémicos y criticados Rodalies o el blindaje del idioma catalán en la educación. Por eso ha pedido a Sánchez "valentía" para evitar una repetición electoral. "Solo puede responderlo Sánchez", ha manifestado.

Elevar la apuesta, promesa de campaña

Este embiste no es nuevo en el escenario político. Ya antes de la celebración de los comicios los independentistas liderados en el parlamento nacional por Gabriel Rufián aseguraron que el ticket a pagar si Sánchez gobernaba con su respaldo era elevar la presión al dirigente socialista. Exactamente aseguraron que el futuro de la nación va a pasar por ellos junto a EH Bildu pero a un precio más costoso. "Vamos a subir el precio", esgrimió días antes de la cita con las urnas precisamente el portavoz parlamentario de ERC, quien ha percutido en esta idea desde el inicio de la campaña electoral. "O Cataluña o Vox", replican desde el entorno republicano en todas y cada una de sus intervenciones. La celebración de un referéndum en la región es la meta para los catalanes y la línea roja para los constitucionalistas.