El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pisará el acelerador para su investidura, pero no lo hará antes del 17 de agosto. Esa fecha está reservada en exclusiva para la constitución de las Cortes Generales. No será hasta entonces cuando, tras rechazar por carta un encuentro con Alberto Núñez Feijóo, acepte un careo con el líder del Partido Popular. A partir de ahí, el jefe del Ejecutivo en funciones meterá una marcha para transformar la “mayoría social” progresista en una “parlamentaria”, lanzando incluso un presumible guiño a aquellas formaciones que se distanciaron de la coalición o bien por la “fatiga” o bien por la “intensa propaganda” de la ultraderecha. Una indirecta que se interpreta como un guante lanzado tanto a Junts como a Coalición Canaria, quiénes colaboraron puntualmente con la Administración, aunque en el caso de los neoconvergentes, su complicidad venció antes de tiempo.

Sánchez ha difundido un vídeo en sus redes sociales en el que anuncia que se presentará a la investidura sin esperar a la decisión de su principal adversario, Alberto Núñez Feijóo. El jefe del Ejecutivo en funciones ha exhibido su total confianza para conformar una mayoría parlamentaria, apelando incluso a aquellos que “se distanciaron” del Gobierno progresista. Una píldora que ha caído como una suerte de guiño a las dos formaciones que son capitales para que la cuenta salga en positivo: Junts y Coalición Canaria (CC). En resumen, lo que espera el candidato a la reelección es trasladar esa “mayoría social”, que ha apostado por el “avance” frente a la regresión, a la Carrera de San Jerónimo, aunque los primeros contactos no se registrarán hasta pasado el pleno constitutivo en las Cortes Generales. A partir de entonces, toda vez el dirigente del PP se queme en su intento desesperado para cuadrar cuentas parlamentarias, el líder llevará el pie a tabla.

“Estoy convencido de que existe una amplia mayoría social para seguir avanzando. Es más, estoy persuadido de que esta mayoría puede ampliarse también a personas que se fueron distanciando del Gobierno progresista por la fatiga de estos años tan duros o como consecuencia de la intensa propaganda desplegada por el dúo Partido Popular y Vox”, ha destacado el jefe del Ejecutivo, en lo que se puede leer como un guante lanzado a dos de sus potenciales socios de investidura. Por el momento, Junts ha mantenido un perfil belicoso para con el tándem PSOE-Sumar, mientras que este mismo lunes, los canarios han insistido en el veto a la plataforma de Díaz. Eso sí, subrayan que se encuentran más lejos de Vox que de la vicepresidenta segunda.

“Esto es lo que vamos a hacer en cuanto se constituyan las Cortes. Vamos a trabajar para lograr una investidura que nos permita seguir avanzando cuatro años más”, ha precisado Sánchez en un vídeo en el que también ha recalcado, toda vez ha concluido el recuento del voto CERA a excepción de la reclamación interpuesta por los socialistas, que las urnas han mandado un “mensaje” claro a los que apuestan por la “derogación y el retroceso”. “No son mayoría”, ha apostillado un Sánchez que ha celebrado la oportunidad de “consolidar” los avances sociales iniciados en la pasada legislatura.

Recetas para la nueva legislatura

La voz de las urnas no se hubiera escuchado sin la colaboración de “decenas de miles” de simpatizantes socialistas, pero tampoco sin la “confianza” de los casi ocho millones de españoles que optaron por la papeleta del Partido Socialista. En cualquier caso, Sánchez ya ha marcado la pauta de los retos que afrontará el Ejecutivo durante la próxima legislatura, la que ha de ser la que garantice el progreso en materia de derechos de los últimos cuatro años, a pesar de las inclemencias y “calamidades” de la guerra de Ucrania o la pandemia del coronavirus.

Les hicimos frente y movilizamos cielo y tierra para proteger empleos y empresas, salarios y pensiones”, certifica el jefe del Ejecutivo en funciones, quien abre la puerta a un nuevo horizonte que fortalecer no sólo el crecimiento económico, sino también la “reindustrialización de España” gracias a los fondos europeos o la carrera hacia el umbral del pleno empleo. “Es el momento de reforzar nuestro estado del Bienestar”. Por este camino transita la garantía de la igualdad “real y efectiva” entre hombres y mujeres o establecer la vivienda como “la gran causa nacional”. Asimismo, se fija como objetivo hacer de España el país de referencia en la respuesta a las dos grandes revoluciones contemporáneas, la “digital y la ecológica”. Todo ello, sin olvidar la protección de los “derechos conquistados” y desbloquear “nuevas metas” que catapulten al país a la “vanguardia de las naciones libres y avanzadas”. “Es el momento de seguir reconstruyendo la cohesión política, social y territorial, dejando atrás el enfrentamiento y la corrupción política”.