La Autoridad Electoral de Suecia ha anunciado en la noche del domingo que resultado final de las elecciones se presentará el miércoles, para que se cuenten los votos del extranjero y los votos anticipados, lo que ha dejado en tensión a los partidos políticos por el estrecho margen de las cifras provisionales.

De esta forma, ningún partido político se ha declarado vencedor definitivo de los comicios, que dan la victoria al Partido Socialdemócrata Sueco (PSS) de la primera ministra Magdalena Andersson, con el 30,5 por ciento de los votos. No obstante, por el momento los cuatro partidos de derecha con el ultraderechista Demócratas Suecos a la cabeza, sumarían más apoyos.

La segunda formación más votada es el partido de extrema derecha Demócratas Suecos (DS) con un 20,7 por ciento de los votos, mientras que el Partido Moderado (PM) se quedaría con un 19 por ciento de apoyo. Los socialdemócratas mejorarían dos puntos sus resultados con respecto a las últimas elecciones de 2018, mientras que los Demócratas Suecos crecen tres puntos y los moderados caen casi uno.

En cuarta posición estaría el Partido del Centro (PC, 6,7 por ciento), seguido del Partido de la Izquierda (PI, 6,6 por ciento), el Partido Cristiano Demócrata de Suecia (PCDS, 5,4 por ciento), el Partido Verde (PV, 5 por ciento), y el Partido Liberal de Suecia (PLS, 4,6 por ciento).

La situación es de un empate técnico entre los dos campos, lo que pone en duda que el PSS pueda gobernar con un acuerdo de coalición o con apoyos puntuales en el Parlamento del Partido Verde, el Partido de Centro y el Partido de Izquierda. El bloque de centroizquierda sumaría entre los cuatro partidos un 48,8 por ciento de votos, mientras que los otros cuatro partidos que componen el bloque de la derecha, si lograran entenderse, acumularían un 49,7 por ciento de los votos.

Reacciones de los líderes políticos

Andersson, a pesar de que no habrá resultados finales esta noche, ha considerado que los socialdemócratas han hecho unas buenas elecciones. "Las mayores victorias no son de un solo partido o candidato, sino de la democracia sueca", ha añadido la primera ministra, quien también ha celebrado sus propios resultados: "El apoyo para nosotros ha aumentado y está claro que la socialdemocracia sueca es fuerte".

Por su parte, el cabecilla del partido ultraderechista Demócratas Suecos (DS), Jimmie Akesson, ha destacado el resultado de su partido, hasta pasar a convertirse en el segundo más votado del país. "Estoy muy feliz y orgulloso de lo que hemos hecho juntos para lograr esto", ha asegurado.

Akesson ha señalado que el objetivo es formar parte del gobierno: "Si hay un cambio de poder, tendremos una posición central. Nuestra ambición es sentarnos en el Gobierno", ha aseverado, reiterando de esta forma que la formación de extrema derecha debería formar parte del nuevo gobierno en Suecia.

La líder del Partido de la Izquierda, Nooshi Dadgostar, se ha mostrado prudente antes de realizar una valoración definitiva sobre el resultado. "Ha oscilado de un lado a otro y no me atrevo a hablar con seguridad ahora, tenemos que esperar un resultado final", ha explicado.

El líder del Partido de los Moderados, Ulf Kristersson, ha indicado que su partido ha hecho "todo lo posible" y ha pedido unidad por el bien del país. Además, ha pedido paciencia para los resultados definitivos, aunque se ha mostrado abierto a buscar un consenso con la líder socialdemócrata, la más votada este domingo. "Tenemos mucha incertidumbre en el mundo que nos rodea y la polarización política se ha vuelto demasiado grande incluso en Suecia. En este contexto, quiero sumar, no dividir", ha declarado tras los resultados parciales.

La cabeza del Partido de Centro, Annie Loof, ha considerado que sus resultados no son buenos: "Pensé que llegaríamos más alto". Además, ha destacado que se avecina una situación gubernamental complicada por la dificultad para conseguir consensos, antes de añadir que no cooperará con un gobierno en el que participe la extrema derecha.

Otros posibles pactos

La opción de un acuerdo de la derecha parece sin embargo más lejana que nunca, puesto que aunque la suma alcanzara para gobernar, es difícil imaginar un ejecutivo liderado por el Partido Moderado cuando la ultraderecha le ha superado claramente en votos.

La tercera opción sería una gran coalición al estilo alemán con el Partido Socialdemócrata Sueco y el Partido Moderado, pero parece poco probable dado los precedentes de enfrentamientos y rivalidad entre ambas formaciones. Esta vía solo se exploraría si las demás opciones fallan.