Cruce de recados entre la dirección nacional del PP en Génova y pesos pesados del partido en regiones tan importantes para el partido como Valencia o Asturias, acuciados por dos crisis internas de distinto signo. La Comunidad de Valencia sigue siendo un granero de votos clave para Rajoy, pero la caída de Francisco Camps ha debilitado internamente a la principal valedora del expresidente, Rita Barberá, momento que ha aprovechado también el líder del provincial Alfonso Rus para reclamar más cuota de poder frente a la alcaldesa. Rus no dudó en afearle a la alcaldesa el hecho de hubiera utilizado los medios de comunicación en sus cuitas personales.

El órdago de Barberá
Entrevistado en la SER, Rajoy ha recurrido a su tono habitual para no profundizar en esos empujones internos y se ha limitado a decir que “elegir entre personas es lo peor que te puede pasar”. También se ha lavado las manos apuntando que la confección de las listas corresponde al presidente del Comité Electoral, Miguel Arias Cañete, y a la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, lo que no deja de ser un recordatorio de que la última palabra está en Génova. Pero en cualquier caso, Rajoy sí ha lanzado un mensaje de tranquilidad a Barberá, que había reclamado “más cariño” para el PPCV y se postuló abiertamente para formar parte de la lista para el Congreso, cuyo primer puesto parece reservado para Esteban González Pons.

Gestos de cariños pero malestar en Génova
Para Rajoy, “cualquier cosa que quiera ser [Barberá] lo será", e insistió una vez más en la amistad que le une a la alcaldesa. Al ser informada de estas palabras, la alcaldesa ha declarado en rueda de prensa que “me quedo con la segunda parte y es que somos muy amigos, de verdad", mientras que instado a abordar en otro momento sus aspiraciones a formar parte de la lista al Congreso. El malestar entre las dos partes es patente, y es que La Vanguardia apuntaba este lunes que fuentes de la dirección nacional interpretan el órdago de Barberá como un “ataque de celos” frente al ascenso de otros barones regionales como José Antonio Monago.

¿Rato para frenar el partido de Cascos?
En el caso de Asturias el problema es diferente, y es que preocupa el ascenso del partido de Álvarez-Cascos, que abandonó el partido molesto por no ser el candidato a las autonómicas y que ha conseguido ser elegido presidente del Principado con su propia formación. El presidente del PP de Asturias, Ovidio Sánchez, que fue incapaz de solucionar la crisis previa a las autonómicas, ya se ha postulado para encabezar las listas. Pero en la prensa asturiana, La Nueva España advierte de que Rajoy sopesa un “fichaje estrella” para ocupar ese puesto, por lo que dirigentes regionales especulan con la posibilidad de que sea Rodrigo Rato, actual presidente de Caja Madrid, el nombre deseado por Génova para competir con el partido de Cascos.