El municipio de Boadilla del Monte se hizo tristemente conocido a nivel nacional por convertirse en el epicentro de la corrupción de la trama Gürtel en la Comunidad de Madrid. A pesar de que su alcalde, Antonio González Terol, ha empleado recursos públicos contra un edil de la oposición que ha luchado contra el latrocinio en el Consistorio, el PP ha considerado que tiene méritos suficientes para ser no sólo diputado nacional sino también el representante del partido en la Comisión Anticorrupción del Congreso. Esa función ha generado situaciones tan estrambóticas como que el PP fue el único partido que no fue invitado en el Congreso a una reunión de una plataforma contra la corrupción en la que participa Ana Garrido, y es que el Ayuntamiento de González Terol está condenado por la Justicia por acosarla laboralmente.

Mezcla en el Ayuntamiento entre lo público y lo religioso
Pero el alcalde tiene otras prioridades para el municipio y ha imbuido su gestión de un fuerte componente religioso -es caballero de una orden ultracatólica de la que también forman parte Jorge Fernández Díaz o Francisco Marhuenda-. El pasado 28 de octubre el grupo de la oposición Alternativa por Boadilla presentó en el pleno una moción por el “reconocimiento de la laicidad de nuestro Ayuntamiento” ante la confusión que se produce en el Consistorio entre lo público y lo religioso.

Desde la formación explican que “el Salón de Plenos estaba completamente ocupado, hecho que no es habitual, por personas, entre las que destacaban los Presidentes y representantes de todas las Hermandades y Agrupaciones católicas del municipio” y aseguran que “estas personas se habían coordinado previamente con el Partido Popular”. En ese sentido insisten en que el portavoz popular, Raimundo Herráiz, “leyó en su intervención una carta de estos colectivos donde pedían la retirada de la moción del Grupo APB, con los mismos argumentos que expuso el PP para descalificarla y rechazarla”.

Insultos en el propio pleno
En defensa de la moción se recordó que el propio Papa Francisco ha defendido públicamente la laicidad de las instituciones: “Un Estado debe ser laico. Los confesionales terminan mal. Va contra la Historia”. Desde ApB denuncian que las intervenciones del PP fueron interrumpidas con aplausos mientras que las suyas recibieron insultos. La mayoría popular tumbó la iniciativa. “Fue inadmisible la actitud del portavoz del Partido Popular y de parte del público, que llegó incluso a llamarnos sinvergüenzas por presentar una moción absolutamente respetuosa con el derecho de libertad religiosa y con la aconfesionalidad del Estado y de nuestro Ayuntamiento, límite que desborda continuamente”, declaró el concejal portavoz de APB, Ángel Galindo.