“El odio no tiene un credo, raza o religión; es venenoso”. Con estas palabras Brendan Cox se despedía de su mujer haciendo un llamamiento a toda la sociedad británica para que, por encima de cualquier diferencia, se una contra el odio que ha provocado la muerte de la diputada laborista Jo Cox.

De 41 años y original de la localidad de Dewsbury, al norte de Inglaterra, el brutal asesinato de la europeísta y activista Cox ha dejado en shock a los ingleses, inmersos hasta el momento en la campaña a favor o en contra del Brexit, golpeándoles a todos con la cruda realidad de lo que puede hacer la radicalización de cualquier idea.
 

Condolencias generalizadas

Su muerte ha provocado algo que no se veía desde hace tiempo, la unión de todos los partidos políticos británicos en su rechazo y condolencias, en medio de uno de los momentos más tensos para la política inglesa.


Del mismo modo, los mensajes de condolencia han llegado desde fuera de Reino Unido. Así lo han hecho políticos españoles, europeos y hasta desde el otro lado del mundo con las condolencias del primer ministro australiano.

Las causas no están claras

Varios medios ingleses han identificado al sospechoso del asesinato de la diputada como Tommy Mair, un “solitario” vecino de 52 años de Birstall y el cual, según algunos testigos, habría gritado “Britain first” antes de disparar contra la diputada, según recogen diversos medios británicos. Además, según el diario The Telegraph, el supuesto asesino también habría sufrido problemas mentales y psíquicos en los últimos años.

La policía no ha confirmado si Tommy Mair gritado “Britain first” (Reino Unido primero). Britain first es el nombre de un partido de ultraderecha que se define como una formación “patriota” y como una “organización de defensa callejera”. El partido ha colgado un vídeo en su cuenta de YouTube desvinculándose del asesinato y acusando a la prensa de intentar incriminarles a cualquier precio en la muerte de Jo Cox.


 

Punto de inflexión

Pese a que no están confirmados los motivos del asesinato, el momento en el que se ha producido, a una semana del referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea, no puede ser casual y ha provocado que la campaña a favor o en contra no vuelva a ser la misma.

La llamada a la unidad del esposo de Cox, ferviente defensora de la permanencia en la UE, hace políticamente imposible que los partidos reanuden con celeridad la dura campaña del referéndum que estaban llevando a cabo. Brendan Cox afirmó que “Jo creía en un mundo mejor y luchó por ello todos los días de su vida, con energía y entusiasmo por la vida que hubiera agotado a la mayoría de la gente”.
 

Posible refuerzo de la permanencia

Pero, además, la muerte de Cox puede ser un revulsivo, trágico por desgracia, para los partidarios de la permanencia el club comunitario. El primer ministro David Cameron suspendió este jueves su acto en Gibraltar a favor del ‘in’ para tomar un papel más institucional, algo que ya fue bien recibido tras los atentados de París y puede reforzar su figura, como así considera Craig Winneker, editor de la revista Politico Europe.

Del mismo modo, el partido laborista, que mayoritariamente también defiende la permanencia, puede recabar más simpatía, así como su líder Jeremy Corbyn, cuya actuación tras el asesinato también puede atraer más simpatías.

“En los próximos días, habrá preguntas que responder acerca de cómo y por qué murió. Pero por ahora todos nuestros pensamientos están con Brendan, esposo de Jo, y sus dos hijos pequeños. Ellos crecen sin su madre, pero pueden estar inmensamente orgulloso de lo que hizo, lo que logró y lo que ella representaba” han sido las palabras de Corbyn.