El secretario general de Vox, Javier Ortega-Smith, ha defendido este viernes en un mitin electoral en Zamora la necesidad de que los casos de violencia de género distingan cuándo se producen "por odio a la mujer" o cuándo el agresor sufre algún problema psíquico como "esquizofrenia o alcoholismo". El dirigente de Vox cree que hay que dar "datos reales" para distinguir "cuánto es por violencia, cuántos son suicidios o cuánto son problemas de alcoholismo", que a su juicio "no es lo mismo".
Este tipo de discurso negando la violencia de género es habitual en los dirigentes del partido de extrema derecha, quienes alegan que se trata de "una invención política" y que el término preciso para denominar este tipo de crímenes es "violencia intrafamiliar". Tampoco es la primera vez que los líderes de Vox acusa a las asociaciones, fundaciones u ONGs contra la violencia machista de ser "chiringuitos" que "viven de dar datos falsos".
Las declaraciones de Ortega-Smith han finalizado planteando que los únicos criminales "son los hombres" pero "¿Y cuando una mujer corta la cabeza a un hombre y la mete en una caja?" ha preguntado, haciendo una referencia directa al macabro asesinato investigado a finales de verano en Castro Urdiales. Aunque, evidentemente, no ha hecho alusión ninguna de las 51 víctimas mortales que se ha cobrado la violencia de género en lo que llevamos de 2019.
Las últimas consecuencias del discurso de odio
La criminalización que los menores extranjeros no acompañados (MENA) están sufriendo durante la campaña electoral para el 10 de noviembre por parte de Vox está teniendo consecuencias terribles. Hay una parte de la población que se siente excusada por su ideología para menospreciar, odiar e incluso agredir verbal y físicamente a los extranjeros.
El último caso ha ocurrido en Zaragoza, donde han sido detenidos dos hombres por propiciar una brutal paliza a un menor migrante de tan solo 17 años hasta hundirle el cráneo. Los dos agresores, que se han identificado como hermanos, se dieron a la fuga dejando en el suelo y malherido la víctima, que tuvo que ser trasladado de urgencia a la UCI para ser intervenido en quirófano.
Pero este discurso xenófobo y racista no se escucha solo en los actos o intervenciones del partido ultra, también existen algunos altos cargos del PP, como Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que han despreciado públicamente a los MENAs, a quienes denominaba el pasado mes de octubre como "jóvenes sin rumbo" a los que no puede "soltar en el desierto" por no tener esa competencia.
Los argumentos de Vox refuerzan al maltratador
Para extrapolar lo que ocurre con los inmigrantes, cada vez más expuestos por el partido de Santiago Abascal, a las víctima de violencia machista, ElPlural.com se ha puesto en contacto con Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, quien ha asegurado que "el discurso negacionista de la violencia de género y de que exista discriminación que abandera Vox está directamente relacionado con un repunte de violencia que está habiendo este año", ya que, según datos oficiales, el pasado año finalizó con 50 víctimas mortales y en lo que llevamos de 2019 ya ha habido 51 crímenes machistas.
"Una de las grandes dificultades que tenemos con los maltratadores su comportamiento hacia sus parejas o exparejas es que ellos entienden que la manera correcta de relacionarse con su pareja es usando la violencia, manteniendo una posición de dominio y superioridad sobre las mujeres" ha explicado Besteiro, añadiendo que algunos agresores llegan a pensar que "su pareja es un elemento más de sus posesiones".
Entonces, si "Vox lanza este discurso negando que exista violencia de género y negando que haya una posición desigual entre hombres y mujeres", así como la idea de que "para el mantenimiento de esa posición desigual" es preciso emplear la violencia, lo que ocurre es que "se refuerza la posición del maltratador, que no siente ningún tipo de rechazo social, sino todo lo contrario: apoyo", haciéndole creer que "lo que está haciendo está bien, y por tanto le refuerza en su determinación criminal" ha sentenciado la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas.
El resultado electoral es decisivo
Si las encuestas sobre el resultado electoral son acertadas y el partido de extrema derecha aumenta su representación en el Congreso, es posible que se tire por tierra gran parte del trabajo que se está llevando a cabo "para hacer ver que la violencia que sufren las mujeres es una violencia estructural, que se utiliza y se emplea para mantener la posición desigual" ha vaticinado Besteiro.
"El arma más poderosa que se utiliza para mantener la desigualdad es la violencia de género y, por tanto, también el miedo" ha sentenciado la presidenta de la Federación. Y es que si el mensaje que se lanza desde el poder es el de "no seas mala chica" o "no plantes cara" porque te va a pasar lo mismo que le ha ocurrido a otras, en vez de intentar utilizar la pedagogía y la educación para erradicar el machismo, nuestra sociedad sufrirá un retroceso en cuanto a derechos sociales se refiere.
El discurso negacionista de la violencia de género que defienden líderes políticos como Abascal, Ortega-Smith o Rocío Monasterio, se traducirá en un incremento de los crímenes machistas o delitos sexuales. Aunque también se verá reflejado en la desconfianza de las víctimas, que "a la hora de salir de esa situación, se sentirán aún más culpables y avergonzadas por lo que están viviendo" y no se atreverán a denunciar ya que, gracias a este posicionamiento ideológico, el comportamiento del maltratador se siente reforzado. Les hacen creer a los agresores que "los hombres así es cómo deben comportarse", ha expuesto Yolanda Besteiro, además de razonar que todo esto conlleva a una gran fragilidad y vulnerabilidad para la mujer, que "desconfía del sistema".
La importancia de nuestro voto
"La violencia de género es un fenómeno muy complejo" ha declarado Besteiro, en él influyen "la manera en que nos educan a las mujeres y también la manera en la que educan a los hombres, además de la manera en que ambos socializan", por lo que si aparece un factor externo que viene a destruir "todo el trabajo que se ha venido haciendo durante años para determinar lo que es la violencia, ayudar a las víctimas y, sobre todo, para que los maltratadores sientan el rechazo de la sociedad y no encuentren ningún tipo de comprensión ni justificación a su comportamiento" se va a ver reflejado en los datos y las cifras de violencia machista en el futuro.
Para oponer resistencia y seguir luchando por la igualdad, hay que ser conscientes de "la fuerza y el poder que tiene nuestro voto". Desde la Federación de Mujeres Progresistas, animan a acudir a las urnas este domingo para no ser partícipes de "este retroceso brutal" y "continuar avanzando hacia una sociedad más justa, más libre, en la que hombres y mujeres podamos ser iguales, sin que nuestro destino esté determinado por nuestro sexo".