Es una historia típica en estos tiempos, cuando llega el momento de la confección de las listas. En el caso de Zamora lo que sucede es que la dirección socialista ha decidido abrir un hueco en las listas de esta provincia para el actual ministro de Interior, Antonio Camacho.  Algo que significaba el paso a segunda posición de un veterano diputado, Jesús Cuadrado, que teme que este movimiento le cueste el escaño.

212 votos por Camacho, 143 por Cuadrado
Jesús Cuadrado, como decía el del chiste, “no es favorable” a la perspectiva de verse fuera del Congreso y ha montado ruido. En auxilio de Cuadrado, y por defecto del ruido, ha llegado el presidente del Congreso Pepe Bono, amigo de Cuadrado desde que coincidió con él siendo el diputado zamorano portavoz socialista de la comisión de Defensa, mientras el actual presidente del Congreso era ministro de lo militar.

Cuadrado se queja de ser desplazado por un “paracaidista” (nombre con el que se conoce a quienes son asignados desde Madrid  como cabezas de cartel en alguna provincia), pero lo cierto es que el PSOE ha pedido a sus militantes en Zamora que eligieran y el resultado es concluyente: Camacho se ha impuesto al “local” por 212 votos a 143. Es más, Camacho ha resultado vencedor en 17 agrupaciones y Cuadrado sólo en 11.

Dijo la sartén al cazo
Pero es que además en el caso de Cuadrado las razones para quejarse de “imposición” no parecen muy sostenibles. Porque en 2007, según recogía entonces la propia prensa zamorana, Jesús Cuadrado estuvo lejos de ser el candidato preferido por los militantes. Vamos, de hecho, fue tan sólo el cuarto más votado entre los cuatro que se presentaron a ser candidatos. “En el caso del Congreso –publicaba el diario “La Opinión” de Zamora en diciembre de 2007- quien se situaría a la cabeza (de los votos entre los militantes) sería Lorenzo Rodríguez, con 249 votos en 16 agrupaciones, seguido de Antonio Plaza, con 167 votos en 9 agrupaciones; Susana de Caso, con 143 votos en 9 agrupaciones, y Jesús Cuadrado, con 111 votos en 10 agrupaciones”.

Aún así, la Ejecutiva Regional decidió entonces apoyar a Cuadrado frente a los otros candidatos más votados como cabeza de lista, un puesto fundamental si se tiene en cuenta que por Zamora el PSOE solo asegura un escaño. La realidad es que, como Bono, sus compañeros de bancada en el Congreso de los Diputados coinciden en que se trata de un buen diputado, pero igual es que a él le aplica el viejo refrán de que nadie es profeta en su tierra.  Y en Zamora los militantes socialistas insisten cuando les piden sus votos en preferir a otro que no es Jesús Cuadrado.