Francisco Risueño, autor de la enmienda debatida este viernes en el congreso del PP y que pretendía impedir que María Dolores de Cospedal mantuviera su acumulación de cargos, ha puesto en duda en esta segunda jornada del cónclave el recuento de la dirección del partido sobre la votación en la que se rechazó su propuesta. Esa enmienda, según los datos oficiales del partido, fue rechazada con 328 votos en contra frente a 303 a favor y 8 abstenciones.

Risueño, en declaraciones a los periodistas que han acudido a esta segunda jornada en la Caja Mágica de Madrid, se ha quejado de que en el plenario en el que se votó su enmienda no se ofreciera ningún dato concreto de la votación, sino que simplemente se dijera que había sido rechazada, y que después se comunicará a la prensa el resultado exacto. Recordemos que a los debates de las ponencias no está permitida la entrada de los periodistas.

Considera que hay medios técnicos suficientes para comprobar esa votación, ya que ha explicado que había cuatro cámaras de televisión, y por ello va a pedir a la dirección del partido que se revise aunque asume que no va a prosperar su solicitud.

Sin datos, pero con sospechas

Risueño admite que no tiene datos que lo certifiquen, pero sugiere que el resultado pudo no ser el real y asegura que en el momento de la votación había alrededor de 2.000 compromisarios y no sólo los más de 600 que en teoría votaron. “Lo sucedido ayer pone en duda le legitimidad de la votación. En estos congresos, si el partido dice que ha ganado por 25 votos, internamente todo el mundo sabe el resultado”, ha añadido.

A su juicio, Cospedal tiene “una deuda política vitalicia” con el vicesecretario de Organización del partido y responsable de la ponencia de Estatutos en la que se debatió esa enmienda, Fernando Martínz Maillo. “Porque decir que a ojo de la mesa se encuentra rechazada es propio de otros países que criticamos”.

Dimisiones

Esta mañana de sábado también se conocía que dos cargos del PP conquense, de donde partió la enmienda, han presentado su dimisión por este mismo hecho que ahora denuncia Risueño. Han ido más lejos que él y han calificado de “auténtico pucherazo” lo que pasó en la primera jornada del congreso del PP.