Diego Redondo, conquense residente en Madrid, se quejó a través de su cuenta de Twitter del estado de los parques infantiles en su ciudad natal, donde pasa el verano. Sus críticas no sentaron nada bien Ángel Mariscal, alcalde del PP de la localidad, quien reaccionó tachándole de demagogo. Ante los insultos gratuitos, este ciudadano exigió una disculpa pública, unas disculpas que, hasta la fecha, todavía no han llegado.

A pesar de la actitud del alcalde, el concejal de de Seguridad y Servicios a la Ciudad, Pedro García Hidalgo, sí tomó nota de las quejas de Redondo y le informó de que en los próximos presupuestos iban a destinar una partida a mejorar el estado de los parques infantiles.

Mientras tanto, el alcalde, lejos de rectificar, insistió a través de diversas entrevistas y otras redes sociales en que Mariscal le había amenzado. Posteriormente borró los mensajes críticos y, según explica el digital Periódico CLM, le ha bloqueado en todas sus cuentas.

El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, es muy cercano a Cospedal. Fue subdelegado del Gobierno y su hombre de confianza en Cuenca. Entre otras polémicas, se alió con el obispo conquense, el opusino pus Dei, José María Yanguas Sanz, para mantener la simbología franquista y joseantoniana en la fachada lateral de la catedral de la Ciudad de las Casas Colgadas, Patrimonio de la Humanidad. Al final, a ambos no les quedó más remedio que tirar la toalla.