La convocatoria de elecciones adelantadas y las autonómicas y municipales del 28 de mayo han dado una vuelta de 360 grados al tablero de la política nacional. En este giro unas formaciones han salido ganando y otras han caído, como Ciudadanos. No es la primera vez que se escucha a Edmundo Bal hablar de orfandad. Desde el anuncio de su cúpula de dar un paso atrás ante las generales, el coportavoz de los naranjas en el Congreso de los Diputados ha mostrado su desagrado. Y es que Cs no solo no concurre, sino que ha desaparecido de la primera línea y deja sin opciones a nombres como el suyo de continuar adelante dentro de esas siglas. En un momento en el que el viraje impulsado por la victoria del Partido Popular y la drástica medida de Pedro Sánchez de adelantar la cita con las urnas esto puede suponer una revolución en la jugada. Todo con Sumar creciendo a la izquierda del PSOE y el PP previsiblemente en manos de Vox. De la huida de los naranjas, los comicios, Feijóo-Sánchez-Vox y su futuro ha hablado ElPlural.com con Edmundo Bal en una entrevista a dos partes muy reveladora en la que avanza una campaña por la abstención.

Edmundo Bal, muy crítico y "huérfano" político

Ya en la primera parte de esta entrevista el portavoz adjunto deja de manifiesto con mucha vehemencia su absoluta indignación con el partido liderado hasta ahora por Adrián Vázquez y Patricia Guasp tras la salida de Inés Arrimadas. Sin contemplación ni paños calientes Bal acusa a toda la dirección de traicionar a los votantes y diputados, de aprovechar el rebufo del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo en el 28 de mayo para volver a colocarse y de una suerte de boicot sobrevenido contra él. De hecho, habla directamente de "animadversión personal" hacia su persona como una de las motivaciones para cerrar las puertas de la que es todavía su formación y afirma que le han tratado bien "mientras que no ha levantado la mano para quejarse". "No se nos distingue del PP", "un partido sin mensaje político es una asociación de Boy Scouts" o "damos lástima, pena, somos patéticos" son algunas de las duras declaraciones que el apasionado naranja pone encima de la mesa como autocrítica sobre el ya casi extinto Ciudadanos.

Tal es su desazón que Bal, que insiste en que se siente "huérfano" de espacio político, admite a este periódico que va a abstenerse en las elecciones generales del próximo 23 de julio, así como que va alentar la movilización en este sentido. "Voy a hacer campaña para que la gente vote en blanco. Ni Alberto Núñez Feijóo ni Pedro Sánchez se merecen gobernar y debería haber un partido que los moderara", sostiene. Y es que al puro estilo Nostradamus, el dirigente vislumbra un escenario catastrófico en cualquiera de las opciones que se han abierto en el abanico actual. No le convence ni Sumar ni Podemos, de los que dice "tienen también algunos líos", ni el PP ni el PSOE. "A partir del día 23 de julio nos vamos a encontrar con lo mismo que tenemos ahora, un gobierno malo para España", dice. Eso sí, pone especial hincapié en la posible coalición de la derecha con Vox, algo que reconoce le da "mucho miedo". "Nos van a obligar o van a restringir las libertades de este país que tanto trabajo durante 40 años nos ha costado conseguir", lamenta.

"Voy a hacer campaña por el voto en blanco"

Casi 60 minutos de conversación dan para mucho. Para emocionarse, analizar el panorama político-social, criticar a conocidos y extraños e incluso para lanzar duras reflexiones. Bal se encuentra en una montaña rusa de emociones, tal y como él mismo admite ante las cámaras de ElPlural.com tras la decisión de Ciudadanos de no concurrir a las elecciones del 23 de julio a cuenta de los resultados de las autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo. Esto, además de malestar, ha dejado sin casa política al que todavía es portavoz adjunto de los naranjas en el Congreso de los Diputados tras cuatro años al frente, por lo que ya ha tomado la decisión de no decantarse por ninguna otra formación que está en el tablero ahora mismo. O Ciudadanos o nada. Eso sí, de forma activa ya que es "un deber cívico", por lo que admite que va a votar en blanco ya que no acudir a las urnas o introducir una papeleta nula no le acaba de convencer. 

"Yo voy a votar en blanco. Va a ser la primera vez en la historia que lo hago. Siempre voto porque entiendo que es un deber cívico y lo hago desde que tenía 18 años. He votado al Partido Popular y al PSOE. He votado en cada una de las elecciones antes de existir UPyD a quien me parecía que era más moderado, más pragmático y más sensato. Siempre he sido de centro y ahora no tengo a quién votar. Me he quedado huérfano. Yo soy también de esos 300.000 españoles que han votado en las últimas elecciones a Ciudadanos. Y creo que voy a votar en blanco porque no me gusta abstenerme", explica Bal, que apunta a la necesidad de "participar en el sistema" como paso previo a "tener derecho a quejarse". Tampoco el nulo es una opción. "Algo así como romper una papeleta y meterla me parece antisistema y poco respetuoso con la democracia. Yo creo en el sistema, somos una democracia avanzada, por eso quiero participar, pero como no tengo a quién votar, pues voy a hacerlo en blanco", esgrime. 

"Me da mucho miedo Vox"

Solicitado por un ejercicio de profecía, Bal asegura que las urnas van a dejar el mismo escenario que ahora, es decir, "un gobierno malo para España", con un nuevo dardo a los suyos. "Todas las encuestas dicen ahora que Alberto Núñez Feijóo va a gobernar. Nos encontraremos con sorpresas de personas de mi partido a las que le ofrecerán puestos y cargos en la administración. Es muy significativo que después de la decisión de la cúpula de mi partido Feijóo nos diera las gracias. No hay más preguntas, Señoría", dice entre ciertas risas sobre el futuro. Por eso va a animar a que los ciudadanos no apoyen a ninguno de los dos en un plano especialmente bipartidista. "Voy a seguir con atención la campaña. Yo cada vez que pueda opinar, desde luego voy a hacerlo y voy a seguir diciendo que es una vergüenza lo que ha hecho mi partido. Voy a hacer campaña para que la gente vote en blanco. Voy a tratar de decir lo mismo que te estoy diciendo a ti, que ninguno de estos dos, ni Alberto Núñez Feijóo ni Pedro Sánchez se merecen gobernar y que debería haber un partido que los moderara", asegura.

Pero pone especial atención a una de las opciones que están empezando a ganar en la balanza, la alianza entre el Partido Popular y Vox. "Vamos a tener un gobierno que ha aprobado cosas verdaderamente absurdas como la ley de Vivienda y que no ha aprobado la ley del ELA simplemente porque no la habían propuesto ellos o el otro mal que va a ser Feijóo teniendo que gobernar con Vox", analiza y amplía. "La gente me dice 'oye, qué manía le tienes a Vox, pero si es un partido constitucionalista, si son una gente de orden o gente de bien'. Yo les invito de verdad a que, fuera de lo que les cuenten, de los whatsapps que reciben, de las fake news, del medio editorial al que estén acostumbrados a leer o la televisión que vean, se metan en la web del Congreso y escuchen discursos en la tribuna de Rocío de Meer, del señor Contreras, la señora Méndez Monasterio y que luego me digan si no les da miedo", anima. Con todo, cabe destacar que Ciudadanos ha votado en contra de sendas medidas sociales como la ley trans o la reforma de las pensiones precisamente junto a los de Santiago Abascal y de Feijóo.

Si entran en el Gobierno España va a ir muy mal

"A mí me da mucho miedo, me da mucho miedo que estas personas vayan a influir en mi país. Si Vox entra en el Gobierno, y evidentemente no se van a conformar con un apoyo externo, sino que quieren ya tocar moqueta, coche oficial y despacho, España va a ir mal, muy mal. Y, sobre todo, nos van a obligar o van a restringir las libertades de este país que tanto trabajo durante 40 años nos ha costado conseguir en temas como el aborto, las personas LGTBI, la ley de la eutanasia...", declara antes de apuntar a que también los morados le asustan. "No creo que haya que poner en la balanza estos dos casos. Es que los dos me dan mucho miedo. Podemos ya lo ha demostrado con las barbaridades que hemos estado escuchando durante estos cuatro años", afirma sin mucha confianza en lograr su apuesta. "A lo mejor no vamos a conseguir mucho votando en blanco, pero yo me voy a quedar a gusto, voy a dormir tranquilo y voy a tener la cabeza bien alta. Orgulloso de pertenecer a Ciudadanos, que es lo que me importa", dice.

Sánchez, "radical"; y Feijóo, "soso"

Bal no solo critica duramente a Vázquez, Guasp y Arrimadas, también especialmente a Sánchez y Feijóo. Sobre el líder socialista reconoce que no le cae bien "por razones obvias" ya que ha gobernado España "en brazos de gente muy radical, muy sectaria, de gente que tiene unas ideas muy poco pragmáticas, muy dogmáticas". Pero también reconoce sus giros de guión, como la convocatoria adelantada de comicios ante la victoria popular el 28 de mayo. "La verdad es que es un tipo que nos acostumbra a tomar decisiones imprevistas, no sé qué tal le va a salir. Yo por ahora lo que estoy viendo me parece realmente ridículo la precampaña que está haciendo, llamando trumpista a Alberto Núñez Feijóo. Hay que ser idiota para para decir eso. Tú pones dos fotografías de Donald Trump y Feijóo y es que ni siquiera se le parecen físicamente. Caray, es que sus discursos no tienen nada que ver", desliza.

A su juicio, Feijóo se ha quedado con todos los votantes de Ciudadanos porque ha aglutinado el "centro político": "Ha tratado, creo que de una forma electoralista y no sincera, ya se darán cuenta los votantes el día de mañana de lo que estoy diciendo hoy, de quedarse con el centro político". Del líder del PP dice que solo ha hablado directamente cuatro o cinco veces y que es "una persona muy educada, muy respetuosa" aunque no tiene las características que para su gusto debería aglutinar un candidato potente. "Es un tío que yo no le veo de presidente de gobierno. Le veo una persona sosa, que ahora está jugando a no arriesgar. A mí eso me pone malo. Yo veo un político que no es valiente. Yo no voto a un político que no sea valiente, que no salga ahí a decir las cosas como hay que decirlas. Tienes que ser sincero, tienes que mirar a la cara a los votantes y no estar escondido a no cometer errores, a ver si mete la pata el otro. Yo no voy a votar a ninguno de los dos", ratifica al respecto.

Su futuro, ¿en política?

Y tras analizar el pasado y el presente, su futuro. Bal confiesa que la política para él es "lo mejor" que le ha pasado en la vida, aunque no se quiere desligar de su profesión como abogado del Estado. "Soy de una familia que lleva el funcionariado en un cromosoma pero poder ser político, diputado y servir a mi país, poder hacer cosas buenas y haber colaborado en 22 leyes que están publicadas en el BOE, en donde yo he participado en estos cuatro años y montones de iniciativas y montones de discursos en la tribuna del Congreso y en la Comisión de Justicia o en la de Igualdad, las ruedas de prensa... es lo mejor que me ha pasado en la vida", dice antes de recordar otras "cosas chulas" como interrogar a Cristiano Ronaldo o meter en la cárcel a gente del Partido Popular implicada en la trama Gürtel durante su periodo en la abogacía. Por eso garantiza que se volverá a esta labor sea cual sea el puesto, pero tampoco soltará el lazo político.

"Voy a volver con una sonrisa en la cara. y encantado de volver a mi casa, pero no voy a dejar esto primero porque es muy bonito y segundo porque me parece que es mi obligación, porque se han quedado 300.000 personas que nos han votado en las últimas elecciones huérfanas de voto, porque se han quedado sin poder votar a nadie en estas próximas elecciones", asegura antes de avanzar que va a intentar refundar las siglas con "gente muy valiosa" que le ha acompañado tanto en las primarias como en su etapa en el Congreso. "Nos hemos ayudado los unos a los otros y hemos reído y hemos llorado juntos. Pues vamos a seguir, vamos a seguir adelante. Es muy difícil que nadie me gane y desde luego es imposible que yo me rinda", apuntala con lágrimas en los ojos.