Tal y como ha avanzado El Confidencial, el cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, ha obtenido el tercer grado tras pasar nueve años y ocho meses en prisión. A través de un auto, el Juzgado Central de Vigilancia de la Audiencia Nacional señala que "a puesto íntegramente su patrimonio a disposición de la Justicia, incluidas las cantidades depositadas en Suiza" además de que cuenta con la oferta de un medio de comunicación para trabajar fuera de la cárcel, Intereconomía.

Cabe destacar que Correa fue condenado a 51 años de cárcel por el Tribunal Supremo por la primera época de la Gürtel. Un hecho que provocó la moción de censura contra Mariano Rajoy y llevo al PSOE nuevamente al Gobierno. 

Asimismo, Correa tiene fijado un máximo de 18 años de permanencia en prisión a pesar de la posibilidad de sumar nuevas condenas. El juez sostiene que “la progresión a tercer grado es la relación de los mecanismos normales de control de la marcha del interno en el régimen ordinario, concediéndole un más amplio espacio de libertad”. Por otra parte, tampoco se contempla el riesgo e fuga ya que, cuando estuvo en libertad provisional no lo hizo. Tampoco se cree que Correa vuelva a incurrir en los mismos delitos y por ello, rechaza el riesgo de reincidencia.

Cabe destacar que en 2021, Correa escribió una carta al Juzgado en aras de mostrar arrepentimiento: "Mis delitos me han llevado a cumplir ya ocho años de prisión. En un momento de mi vida tuve acceso a formas de ganar dinero ilícita y fácilmente, cuando debí abstenerme de tales prácticas", señaló. Por su parte, Correa colabora con la Justicia al participar en Programa de Intervención de Delitos Económicos. Además, apuntan que ha devuelto 12,1 millones de euros.

En la resolución, el magistrado de Vigilancia Penitenciaria hace un repaso por algunas de las variables que han de tenerse en cuenta para adoptar esta decisión, como es el caso de la gravedad delictiva. "Este factor de inadaptación no puede mantenerse de forma constante, pues impediría valorar la evolución del penado", aclara.

Así, y a pesar de que es "una circunstancia cualitativamente destacable y que ha sido tenida en cuenta por el juzgado a la hora de graduar la imposición de la pena", la misma ha de ser tenida "en cuenta como un concepto dinámico que se constituye en puerta de entrada para el inicio del tratamiento a partir del cual se determina la evolución del penado".

En este sentido, el magistrado destaca que Correa "ha asumido su responsabilidad penal y civil, ha colaborado con la administración de justicia y ha disfrutado de permisos de salida sin incidencias".

A estas circunstancias, colige, "debe añadirse la antigüedad de los hechos delictivos y que difícilmente se darán en un futuro las circunstancias en las que se produjo la actividad delictiva por la que ha resultado condenado".

Por último, el juez también alude a los procesos pendientes. "No debe obviarse que el penado tiene una limitación de condena de 18 años de prisión", indica, añadiendo que su "comportamiento desde su situación de libertad provisional" reafirma "una actitud distanciada de un posible quebrantamiento ante la posibilidad de nuevas condenas".