La carrera hacia las urnas el pasado domingo 23 de julio estuvo marcada por campañas políticas de lo más encendidas, desde los reproches al contrario hasta las promesas postelectorales. Después, tras los resultados que reflejaron el mayor número de votos hacia el Partido Popular, se ha evidenciado que, con el ajustado escenario que ha quedado, las tensiones permanecen durante las negociaciones. El ejemplo más perceptible se da en la figura de Alberto Núñez Feijóo, que ha sido el artífice de varios giros argumentales en cuestión de semanas a esperas, ahora, de poder celebrar su investidura para llegar a La Moncloa.

Fueron varias las mentiras y medias verdades que pronunció el presidente de los populares en sendas entrevistas y debates previos a las elecciones, posturas que le han pasado factura no sólo a título propio de liderazgo, sino también al cómputo de toda la formación a la hora de alcanzar contactos y acuerdos con el resto de las formaciones parlamentarias que pueden ser potenciales aliadas a la hora de la investidura.

“Por tradición, el partido que gana las elecciones se presenta a la investidura. Vamos a intentarlo. Sánchez no tiene más apoyos que Feijóo”, ha subrayado este martes el coordinador general del PP, Elías Bendodo. Una afirmación que sigue sin abrir el camino hacia quién de los dos principales candidatos se personará ante el Congreso de los Diputados para someterse a la votación de investidura. Y es que en las últimas semanas se ha dado cuenta de que el camino que está recurriendo el gallego está repleto de obstáculos.

UPN y Coalición Canaria difuminan expectativas

Tanto la formación navarra como la canaria no han terminado de dibujar qué voto adoptarán en cuanto a la posible investidura de Feijóo, si en signo afirmativo o negativo, aunque, ante las últimas declaraciones de sus respectivos líderes, todo apunta a un sentido desfavorable para Génova.

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Javier Esparza, líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN), ha bajado el listón prácticamente a cero. Pese a que percibe a Feijóo como un candidato “legítimo” por lo que dictaron las urnas, otorgándole al PP 136 escaños, uno más con el voto CERA de Madrid, “en ninguno de los escenarios” será presidente “porque tendrá más votos en contra que a favor”, una postura que sustentó este lunes al subrayar que “la realidad política es otra” a la teoría.

Una línea discursiva similar a la adoptada por Coalición Canaria. Desde las islas, esta formación fue de las primeras en pronunciarse al respecto, en voz de Ana Oramas, al señalar que no apoyarían de ninguna de las maneras a nada en lo que estuviese relacionado con Vox. Una postura que ha ido evolucionando a lo largo de los días, aunque sin grandes alteraciones. El escaño que ocupará Cristina Valido en el Congreso será clave, por lo que todas las miradas están fijadas en CC, más aún tras estas declaraciones: “Si de nosotros depende evitar el bloque que nos lleva a elecciones, estaríamos dispuestos a negociar un acuerdo puntual de investidura con quien tuviera los escaños necesarios”, una clara alusión tanto al PP como al PSOE. No obstante, no cederán ante “los extremos”, es decir, Sumar o Vox, pese a que ambas formaciones, sea por H o por B, estarán integradas en el futuro Ejecutivo central.

Críticas del PP catalán ante la postura de Génova con Junts

En las últimas 48 horas, han acontecido momentos de confusión en torno a la postura de los populares con la formación catalana de Carles Puigdemont. Desde que se dio a conocer el resultado del 23J, y al echar unos simples cálculos, no fue difícil determinar que Junts per Catalunya tendrá un papel peso a la hora de la investidura con sus siete diputados, sea la de Feijóo o la de Sánchez.

“Esa cuestión no se encuentra sobre la mesa y, por tanto, no tenemos nada más que decir”, señaló la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, este lunes preguntada por los contactos con Junts y poco después de que su responsable de política autonómica y local, Pedro Rollán, lo dejase caer públicamente horas antes.

El cruce de afirmaciones no ha dado lugar a la demora. Voces del PP catalán han reprochado la actitud de Génova: “Es un disparate y, afortunadamente, hoy se ha cortado la tontería. No puedes acusar a Sánchez de vender España a un prófugo y esa misma tarde pedir audiencia con el prófugo”, señalan fuentes de la formación en conversaciones con Nius Diario. Tras telefonear a la sede del partido, detallan, según el medio citado, que “no hay ningún contacto ni tampoco voluntad de hablar” con Junts.

Alejandro Fernández, presidente de los populares catalanes, se ha reiterado en estos términos en conversaciones con la Cadena Ser: “No se pueden hacer este tipo de cosas a cualquier precio”, insiste.

El ’no’ sin matices del PNV

Quizás la formación que más crítica se ha mostrado con la posibilidad de que Núñez Feijóo escale hacia la Presidencia del Gobierno ha sido el PNV. En palabras del presidente del EBB, Andoni Ortuzar, su partido no apoyará su investidura por haber “cruzado una línea roja al meter a las instituciones” a Vox, tal y como defendió tras el primer contacto con el líder del PP.

Una postura que volvió a engrosar este lunes en conversaciones con El País, donde ha garantizado que su formación no quiere “tener nada que ver con Vox”, dado que Feijóo necesitará el respaldo de la ultraderecha en el Congreso de los Diputados si quiere resultar victorioso: “La campaña del PP, dirigida a comerle espacio a Vox, pone en peligro avances que no queremos arriesgar. Feijóo representa un regreso al PP de Aznar, de hace 20 años”, ha añadido Ortuzar.

Tono crítico de los barones

En otro orden de ideas, tras la resaca electoral, Génova citó a los principales presidentes autonómicos para evaluar los resultados junto a Feijóo y, pese a que todos ellos cerraron filas sobre su líder -ante los matices de la voz discordante de Isabel Díaz Ayuso- las críticas también estuvieron a la orden del día.

Según desveló El País, algunos barones sí que hicieron autocrítica de partido en balance con la campaña electoral y todo aquello que salpicó negativamente a Núñez Feijóo. “Los errores reiterados, como el de las pensiones -en alusión a la entrevista de RTVE y el ‘cara a cara’ con Pedro Sánchez- o los lapsus absurdos, y Marcial Dorado -el narcotraficante con el que se le asocia una estrecha amistad- influyeron”.

Pese a que todas las voces fuertes de Génova auparon a Feijóo y le instaron a intentar la investidura a toda costa, la victoria en las urnas fue amarga, ya que evidenció que la estrategia del “voto útil” no terminó de arrancar y que la sombra de Vox permaneció. En relación con la campaña, según desvela un presidente del PP en conversaciones con el último periódico citado, el hecho de rectificar tras una entrevista, su ausencia al debate a tres en RTVE o la lumbalgia de última hora pasaron factura a la hora de votar.

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Acercamiento a Abascal y giro argumental con Sánchez

Una reunión secreta con el líder de Vox, Santiago Abascal, poco después del 23J ha sido la última de Núñez Feijóo. Pasadas 24 horas de la noticia, Génova ha reconocido este martes dicho encuentro, que se vio marcado por las posturas a adoptar de cara a sellar pactos postelectorales, aunque lo han enmarcado dentro de “la normalidad democrática”. "No nos ha molestado. Desde hace tiempo Feijóo lleva hablando con todos los partidos, lo ha hecho prácticamente con todos. Que los partidos hablen tiene que estar dentro de la normalidad democrática", ha señalado Bendodo en una entrevista en Telecinco.

En cuanto al cambio, casi repentino, de posturas con respecto al PSOE, ha sorprendido el contraste de los tonos. Durante la campaña electoral, la derogación del sanchismo era la tónica habitual para dirigirse a la propuesta de Gobierno que planteaba y ahora pretende materializar de nuevo Sánchez si es investido presidente; sin embargo, este domingo, con la carta que envió Núñez Feijóo a Ferraz, se produjo ese giro.

En aquella misiva, el líder de los populares planteó una reunión personal entre ambos candidatos para poder facilitar su futura investidura. Horas después, Sánchez contestó aplazando dicha reunión hasta que se constituyan las Cortes Generales, el próximo 17 de agosto. Posteriormente, el PSOE manifestó su esperanza por conformar esa “mayoría social” en “parlamentaria” próximamente con los votos a favor de formaciones como ERC, además de las que aún permanecen en la indecisión.