Parece que la Justicia y los delitos de corrupción cercan ya de forma casi habitual a la persona que lidera el Partido Popular. De la era Aznar, 12 de sus 14 ministros están imputados, implicados o cobraron sobresueldos. El siguiente que tomó los mandos en el PP, dijo adiós antes de ayer tras perder una moción de censura presentada por el PSOE después de que el partido se convirtiera en el primero de la democracia condenado por corrupción. Hablamos del caso Gürtel y de Mariano Rajoy.

Ahora, la jueza que investigaba el caso del máster, considera que hay indicios de delito en la parte separada que afecta al nuevo líder del PP, de Pablo Casado, cree que fue un “cooperador necesario” para conseguir, como si de un “regalo” se tratase, un título que no cursó. En otras palabras, como es aforado y sólo puede ser juzgado por el Tribunal Supremo, ha elevado la causa a este tribunal para que se le siga investigando.

Todo parece apuntar a que la situación se complica por momentos tanto para el PP, que podría quedarse de nuevo descabezado y huérfano, como para Pablo Casado. Sin embargo, todos se muestran tranquilos, no creen que el Supremo pueda llegar a imputarle. ¿Por qué? ¿Se guardan un as bajo la manga o es que tiene un plan B?

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Ese plan pasa por confiar en que, de una forma u otra, el caso del presunto máster fraudulento de Casado se archivará. La clave para entenderlo tiene nombre y apellidos: Manuel Marchena Gómez; y un puesto decisivo: presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo gracias a la mayoría conservadora del Consejo General del Poder Judicial. Marchena es el presidente de una Sala que, ya de por sí, cuenta con una amplia mayoría de jueces conservadores.

Todo en manos de Marchena

De llegar a ser imputado, por su condición de aforado como diputado nacional, Casado tendría que ser juzgado por el Supremo. En la Sala Segunda le estaría esperando Marchena, un juez amigo hasta el que han llegado algunos de los casos donde el PP se veía salpicado acabando muchos con un denominador común: su archivo. Pero también una amplia mayoría de jueces conservadores que forman esta sala y que podrían sentirse más cercanos al partido de Casado.

Y eso es lo que espera el entorno de Casado, que el caso sea archivado incluso antes de que el nuevo líder del PP sea imputado. Así de seguros se muestran diversas fuentes del Partido Popular consultadas por ElPlural.com.

Incluso, tal y cómo ha podido saber este diario, entre los miembros de su Ejecutiva hay personas que se han encargado de tranquilizar a Casado, de hacerle ver que en caso de ser citado como imputado, la mayoría de jueces conservadores de la Sala Segunda del Supremo, presidida por Marchena, podrían solicitar unas cuantas diligencias para acto seguido acabar archivando el caso. Se cierra y a otro asunto.

Aunque habría que saber qué opina la Fiscalía. Es obligatorio pedir un informe a la Fiscalía y, aunque luego es el juez encargado del caso el que decide, su opinión es muy importante a la hora de tomar esas decisiones. Además, hay que recordar que, de imputar a Casado, Marchena no tiene por qué ser el ponente de la sentencia del caso, por lo que hay más factores a tener en cuenta.

Archivar y seguir archivando

Y es que, el juez Marchena es todo un experto en eso de dar carpetazo a los asuntos que afectan judicialmente a miembros del PP.

Recordamos de la mano de Los Genoveses algunos de los casos que han acabado archivándose al llegar a manos de este juez en el Tribunal Supremo:

Amistades: Acebes y Catalá

Pero Marchena además de ser un magistrado cercano al PP, es amigo de tres populares de renombre: José María Michavila, Ángel Acebes y Rafael Catalá.

Fue sonado su almuerzo con el que exministro de la era Aznar, Ángel Acebes, porque esté estaba imputado por el juez Ruz por su presunta relación con el caso de los papeles de Bárcenas.

Pero ese día no comieron solos, junto a ellos estuvo: Pedro Calvo, exresponsable de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid; Alfonso Carrascosa, propietario de Legalitas, que reside en Miami; y otra persona que no se identificó.

Sin olvidar que entre las amistades de Manuel Marchena Gómez aparece el que fuera ministro de Justicia con Mariano Rajoy, Rafael Catalá. Una persona que siempre ha asegurado respetar las decisiones judiciales y colaborar con la Justicia, menos cuando los tribunales decidían sobre casos que afectaban directamente al PP. Entonces, Catalá siempre ha apostado por hablar de caza de brujas o acusar de lentitud e intenciones.

Así, todo parece apuntar a que tanto Acebes como Catalá serían las personas que estarían intentando convencer a Marchena para que, en el caso de tener que decidir sobre el caso del máster de Casado, elija bien y se incline por apoyar al PP, por acabar archivando el caso.

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