“Hoy dejo mi escaño”. Cuatro palabras escondidas entre cuatro páginas de comunicado para anunciar que María Dolores de Cospedal renuncia a su escaño en el Congreso como diputada por Toledo y pasa a una tercera o cuarta fila de la política.

Pero su anuncio no es casual. Se produce sólo unas horas después de que el líder del PP, Pablo Casado, desmintiera a su marido y se demostrase públicamente que Cospedal ya no tenía la confianza de su líder.

Su marido, Ignacio López del Hierro, aseguró que el expresidente Mariano Rajoy estaba al corriente de los trabajos encargados por Cospedal al excomisario Manuel Villarejo, ahora en prisión. "Su jefe está de acuerdo en que se desarrolle esa línea de actuación", afirmó López del Hierro.

Sin embargo, Rajoy lo desmintió y lo mismo ha hecho este miércoles Casado. El líder del PP ha dejar claro que tiene "plena confianza" en el expresidente y que está seguro de que no toleraría una práctica que se aparte de "la ejemplaridad".

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Horas después, Cospedal ha anunciado mediante un comunicado en Twitter que deja su escaño cómo diputada para “liberar al Partido Popular de cualquier ataque, por muy injustificado que este sea”. 

“Durante los últimos diez años, he tenido el honor de ser la secretaria general del Partido Popular”, recuerda para añadir que “ni un solo día consideré la actividad política como un trabajo más. Estar por estar, a cualquier precio, no tiene sentido”, dice.

¿Ya no se siente parte del proyecto del PP?

El comunicado de Cospedal está lleno de mensajes. Cada párrafo puede ser entendido como una declaración de intenciones o una forma de explicar todo lo acontecido desde que se filtrasen unas grabaciones en la que se le escucha a ella y a su marido junto a Villarejo.

“Siempre he creído necesario sentirme parte de un proyecto más importante que yo misma” y, quizás, después del desmentido de Rajoy apoyado por Casado, Cospedal se haya sentido fuera de ese proyecto, por lo que prefiere dejar su escaño.

Desmiente que encargara trabajos a Villarejo

La popular ha aprovechado para desmentir que haya cometido ninguna irregularidad al reunirse con Villarejo, es más, mantiene que no le encargó ningún trabajo de espionaje ni le solicitó información bajo secreto de sumario. Lo único que hizo fue escuchar lo que Villarejo le quiso contar, porque, según dice, fue el excomisario ahora en prisión quién la buscó.

Así, mantiene que lo único que hizo fue “escuchar y pedir aclaraciones” y que Villarejo se puso en contacto con ella para ofrecerle información. “¿Se esperaba que mirase para otro lado si podía conocer mejor lo que estaba sucediendo?”, pregunta en alusión a la información que Villarejo le buscó sobre imputados en la trama Gürtel. “La verdad es que nunca ordené espiar a nadie”.

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“He cometido muchos errores en mi vida, pero considero que mi interlocución hace nueve años con el responsable de una empresa autorizada por el Ministerio del Interior, no es uno de ellos”. Así define a Villarejo y, por ello, dice que se siente absolutamente tranquila.

Y hay más, por que escribe: “Si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de policía que por entonces, no olvidemos, acababa de ser condecorado por el entonces ministro del Interior del PSOE, entonces me equivoqué”.

“Creo humildemente que mi actitud ante los casos de corrupción que dañaron innegablemente el buen nombre del PP, me hizo merecedora de la autoridad para defender el honor de tantos compañeros que fueron objeto de injusticias, sospechas y vapuleos por el hecho de formar parte de mi formación”. Es otro párrafo de este comunicado que podría ligarse con su intención de que Villarejo le informase sobre procedimientos de la Gürtel.

Un recadito para el PP

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Aunque Cospedal apuesta por tirar balones fuera, sí reconoce un error: pedirle a su marido, que le ayudara en las conversaciones con Villarejo. “Me equivoque a la hora de pedirle que ayudara al PP”, pues ahora, el partido, le ha dejado en la estacada.

Nada más y nada menos, el expresidente Mariano Rajoy y el líder del PP, Casado, han desmentido sus palabras y, por ello, Cospedal puede sentirse traicionada.

Pese a todo, Cospedal apuesta por quedarse con lo bueno. Con la gente conocida y las experiencias vividas. “He tenido la oportunidad de conocer a mucha gente. Me quedo con todo lo bueno, con el cariño que he recibido en tantos momentos. He defendido, y lo volvería a hacer de la misma manera, el honor de mi partido y de toda su militancia”.