Hace ahora seis años (25 de enero de 2012), la secretaria general del PP y actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se rasgaba las vestiduras y hacía pública una carta de apoyo Francisco Camps y Ricardo Costa, en la que, entre otras cosas, acusaba de inquisidores a todos aquellos que señalaron a estos dos políticos valencianos, hoy uno de ellos reconociendo, además, las supuestas prácticas corruptas de financiación del PP, como así también ha sido aceptado por los empresarios que pagaban al Partido Popular a cambio de concesión de obras públicas. Después de los seis años, Cospedal guarda un sepulcral silencio y por su cabeza no pasa hoy volver a escribir esa ignominiosa carta, o “declaración en nombre del Partido Popular de toda España para demostrar la satisfacción con la sentencia en la que se declara la inocencia del ex presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y de Don Ricardo Costa, sobre las acusaciones que se vertían contra ellos”.

Juicios paralelos y sumarísimos”

Cospedal, que accedió a la secretaría general gracias al apoyo de Camps, sacaba pecho en su declaración y mostraba “la alegría” porque la acción de “la Justicia haya triunfado sobre los juicios paralelos y sumarísimos que algunos han llevado en este asunto desde hace mucho tiempo”. Y no sólo eso, la hoy ministra se venía arriba y se preguntaba “quién repone la honorabilidad y el buen nombre de dos ciudadanos españoles que se han visto sometidos desde hace mucho tiempo a juicios especiales, sumarísimos y paralelos, a ataques no conocidos antes en la democracia española, y que no han podido utilizar, como hubiera sido necesario, ni su derecho a la defensa y desde luego con ellos no se ha utilizado la presunción de inocencia ¿Quién repone la honorabilidad?”, insistía.

La culpa, naturalmente, de Zapatero

Cospedal señalaba en su misiva al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, que hoy no volvería a enviar bajo ningún concepto, a pesar de que se mantiene en la página web del PP (pp.es), a quien exigía públicas disculpas, ya que, “como es sabido, tanto Francisco Camps como Ricardo Costa siempre defendieron su inocencia y también el Partido Popular y hoy la Justicia les ha dado la razón”, recogía en el texto, para seguidamente “reiterar nuestra satisfacción por el triunfo de la Justicia y de la democracia y les enviamos a los dos todo nuestro apoyo, nuestro cariño y, desde luego, nuestra alegría por el fin de este tortuoso asunto y, en particular, un fuerte y cariñoso abrazo siempre a Francisco Camps”. Hasta aquí, fin de la cita.

Cospedal pidió la cabeza de Costa

La secretaria general olvidó en esa carta señalar que fue ella, y nada más que ella, la encargada de pedir la cabeza del secretario del PP en la Comunidad valenciana, Ricardo Costa, creyendo erróneamente que con su destitución (mal llamada dimisión) serviría de cortafuegos para frenar la profunda crisis del partido abierta en canal por la banda de la Gürtel que, por ahora, le ha costado la presidencia del Gobierno valenciano y la principales ciudades de la región, con las tres capitales de provincia a la cabeza.

Le suspendió de militancia

Y fue ella también la que en el mismo año, en 2009, suspendió cautelarmente de militancia a Ricardo Costa de manera fulminante. Cospedal, eso sí, “no puso en duda la honradez” del que hoy se sienta en el banquillo de los acusados y que ha reconocido la financiación ilegal del PP valenciano, aunque, siempre según declaraciones de Cospedal, “en los últimos tiempos, Costa, no ha hecho lo que tenía que hacer”. O lo que es lo mismo, la secretaria general promovió la caída en desgracia de exsecretario general del PP, pero cuando llegó la condena absolutoria de los famosos trajes, se apresuró a salir en defensa de Camps y Costa. ¿Para cuándo una nueva carta de apoyo a los dos exlíderes del PP valenciano?