En su primer día de declaración, Francisco Correa afirmó que “Génova es mi casa”, pero desde que arrancó el macrojuicio Gürtel el empresario parece haberse mudado de la sede del PP a la Audiencia Nacional, donde lleva tres jornadas consecutivas declarando. Sin embargo, este lunes algo ha cambiado con respecto a anteriores días y ya no se encuentra tan "cómodo", como él mismo dijo, y ha cambiado de estrategia.

Y es que, Correa ha sustituido su particular "traviata en B mayor", tal y como apunta Marcos Paradinas en ELPLURAL.COM, por un silencio sepulcral. El pasado viernes anunció que respondería a la acusación del PSOE valenciano, pero hoy ha cambiado de opinión. Correa ha asegurado que estaba dispuesto a responder no solo a la acusación de los socialistas, sino a todas, pero “mi letrado me aconseja que no”, ha matizado el empresario. Tampoco ha respondido a ninguna de las otras defensas, ni siquiera a la de Luis Bárcenas, la más agresiva de todas.

Más cambios: El Bigotes tendrá que esperar

Pero no solo ha cambiado la actitud de Correa de colaborar y responder a todo. Nada más arrancar la jornada, el magistrado Ángel Hurtado –presidente del tribunal- ha querido aclarar que el juicio “va retrasado en función de las previsiones que teníamos calculadas” por lo que “estamos buscando un día más dentro de este primer trimestre. La primera semana de noviembre que no la teníamos prevista, la vamos a utilizar”. Y es que, no es de extrañar, dado que el gürteliano por excelencia, Correa, ha sumado más de 11 horas prestando declaración.

También ha querido mencionar que José Sevilla acudirá finalmente a declarar, aunque no estaba previsto, a raíz de lo manifestado por Francisco Correa. Cuando llegue el momento, tendrá que acudir a la Audiencia Nacional.

Por último, la sala ha aclarado que a petición de la defensa de Álvaro Pérez, El Bigotes, “no le vamos a interrogar” y, según el magistrado, “vamos a seguir con el orden como estaba previsto”, a pesar de que el pasado viernes anunciaron que podría ser el siguiente.